Las habilidades sociales comienzan a desarrollarse desde el momento en que llegamos al mundo, por medio de la interacción con nuestros padres. Sin embargo, las conexiones y expectativas sociales se vuelven más y más complejas a medida que crecemos. Es por eso que resulta tan importante asegurarnos de que nuestros hijos aprendan hábitos saludables de interacción, ya que les permitirá desenvolverse en sus vidas adultas.
Parenting Science explica que no basta con que su hijo pase mucho tiempo rodeado de otros seres humanos; también necesita adquirir ciertas habilidades sociales. Hay tres elementos clave que su pequeño debe aprender para promover hábitos de comunicación saludables, auto-control, empatía y comunicación verbal, explica dicha fuente. Por esta razón, le presento seis formas de guiar a su hijo en la dirección correcta en el camino de la integración…
1. Explíquele a su hijo qué son los sentimientos
Si su hijo no comprende cómo su comportamiento afecta a otros, probablemente no encuentre ninguna razón para actuar de forma distinta. Aprender sobre empatía no sólo reducirá las probabilidades de que su hijo dañe a otras personas, también se llevará mejor con los que lo rodean, ya que sabrá ponerse en el lugar de otros.
Parenting Science asegura que una forma de fomentar la empatía es discutir sus sentimientos con el pequeño. Pregúntele qué lo hace sentir feliz y qué le provoca tristeza y pídale que explique por qué. Al enseñarle que las emociones son normales y que se desencadenan por determinados motivos, su hijo aprenderá a lidiar con ellas de forma más saludable.
2. Sea un modelo a seguir con emociones positivas
Sí, incluso los adultos pueden tener un mal día y estar irritables. Sin embargo, como nosotros (en teoría) tenemos más experiencia para controlar nuestras emociones, podemos enseñarles a nuestros hijos con el ejemplo. Si el niño hace algo que a usted no le gusta, puede explicarle con calma qué fue lo que hizo mal en lugar de gritarle o maltratarlo.
El Centro Educativo para Padres en Pensilvania nos recuerda que los niños imitan nuestro comportamiento desde una edad muy temprana y la forma en que reaccionamos ante las situaciones y cómo lidiamos con los demás puede tener un impacto positivo (o negativo) en la manera en que se desempeñen en la adultez. Dicha fuente señala que un buen modelo a seguir puede dejar una marca imborrable en la vida de su hijo.
3. Brinde consejos acordes a cada edad
La revista Parents señala que lo primero que debe hacer es identificar en qué etapa de desarrollo social se encuentra su hijo para así optimizar la forma en que lo influencia. Si bien cada niño se desarrolla a su propio ritmo, conocer qué indicadores sociales debería adoptar a su edad podría ayudarlo a focalizarse o centrarse mejor en un objetivo determinado.
Por ejemplo, se espera que los niños de 2 y 3 años usen saludos como “hola” y “adiós”, mientras que los de 6 años deberían identificar comportamientos indeseados y decir “detente o para” cuando algo o alguien les hace daño. A la edad de 7 años su hijo tendría que comenzar a internalizar el tipo de empatía que los hace llorar en otra situación, agrega la revista. La guía de aprendizaje también podría incluir identificar a un niño con ansiedad social.
4. Use métodos de enseñanza divertidos
La revista Parents también explica que ciertos juegos y actividades para niños pueden ayudarlos a desarrollar habilidades sociales. Por ejemplo, según dicho artículo, El Juego de los Nombres fue creado por expertos para que los niños pudieran dirigirse a la persona antes de iniciar una conversación con ella.
Si no recuerda de qué se trata el juego, va más o menos así: Los niños forman un círculo y uno de ellos sostiene un balón. A este último se le pide que nombre a un miembro del grupo y luego haga rodar el balón hacia él. Otra alternativa es pedirles a los niños que compartan algún dato sobre ellos cada vez que reciban el balón.
5. Fomente la humildad
Repito, probablemente esto debería reservarse para niños más grandes. Sin embargo, enseñarle a su pequeño a ser humilde puede ser de gran utilidad a la hora de hacer nuevos amigos y jugar con ellos, señala the Women’s and Children’s Health Network en Australia del Sur.
La fuente distingue diversos componentes en las habilidades sociales, entre los que se incluyen la capacidad de comunicarse, de resolver conflictos y de hacer amigos. Enseñarle a un niño cosas simples como sonreír y escuchar a otros es sumamente importante, aunque dicha organización asegura que “ser capaces de reírse de sí mismos” es la clave para construir vínculos de amistad sólidos. En términos simples, ser humilde es asumir que tenemos errores y que nadie es perfecto.
6. Identifique cualquier problema social o emocional
Por más que haga todo lo que esté a su alcance para fomentar comportamientos sociales positivos en su hijo, puede ocurrir que siga portándose mal o que no se lleve bien con los demás. Si este patrón persiste, su hijo deberá visitar a un pediatra para determinar si tiene algún trastorno social.
Una afección muy común en los más pequeños es el déficit de atención e hiperactividad, que puede influir en la manera en que tratan a los demás y en sus niveles de concentración al realizar distintas tareas. Según AboutKidsHealth (un hospital infantil de Toronto, Ontario) es mejor tratar dicho comportamiento en el mismo ambiente donde se origina el problema. Por ejemplo, si su hijo se comporta de manera indeseada en clases, entonces trate de hacer que esté más involucrado en las actividades áulicas (con ayuda de los docentes).