¡La dentición (la aparición de los primeros dientes del bebé) es una de las etapas más dolorosas y molestas tanto para los bebés como para los adultos! Si bien es una etapa necesaria (nos permite alimentarnos con más que leche y papilla), no tiene por qué ser sinónimo de sufrimiento ni de noches en vela. Por lo general, a su bebé le empezarán a salir los dientes a partir de los seis meses y, en algunos casos, antes. Esto puede generar cambios de humor en su hijo, así que lo mejor es estar preparado.
A continuación, seis formas novedosas de lidiar con las complicaciones de la dentición…
1. Masajee las encías del bebé
La clínica Mayo sugiere que, si su bebé está molesto por la dentición, masajee las encías— por más que crea que es lo menos indicado. Por más que considere que tocarles las encías les provocará más dolor, la clínica afirma que ocurre lo contrario.
Los expertos recomiendan que higienice bien sus manos o que use una gasa húmeda bien desinfectada y frote las encías de su pequeño para aliviar el malestar. La clínica afirma que la presión ayuda a aplacar el dolor. Además, esta es una forma efectiva de saber qué dientes están a punto de salir.
2. Apague el incendio dentro de sus bocas
El dolor de la dentición provoca una sensación de quemazón en muchos bebés, por lo que la solución perfecta es enfriar sus encías— intente usar paños humedecidos con agua fría o darle pedacitos de fruta fresca (no congelada).
Algunos expertos aseguran que debería evitar darles objetos congelados, como mordillos, ya que podría ser demasiado doloroso para las encías sensibles de un infante. Otra opción es darle un biberón con agua fresca en lugar de amamantarlo, ya que los bebés tienden a morder cuando les duele algo.
3. Cuidado con el temido eccema
Durante la dentición, su bebé tiende a babearse de forma excesiva la zona de la barbilla y esto provoca aún más molestias. El exceso de saliva provoca eccemas muy dolorosos al tacto en su pequeño.
El secreto es tratar de secar la saliva con un paño suave (evite los materiales abrasivos como las toallas de papel). Además, puede aplicarle una crema suave para aliviar la quemazón y cicatrizar la piel.
4. Cuidado al amamantar
Cuando el bebé siente la necesidad de morder al ser amamantado, puede ser una experiencia traumática para la mamá. Por más que su reacción negativa sea suficiente como para que la criatura entienda que morder el pezón no es nada agradable, puede colocar sus dedos entre su boca y su pecho para evitar la tentación de morder (no se preocupe, le tomará algo de tiempo acostumbrarse a esto).
La revista Today’s Parent nos recomienda otra táctica—cuando el bebé esté sentado, en lugar de apartarlo, presiónele suavemente el rostro contra su pecho para bloquear su nariz y así tenga que buscar oxígeno por un par de segundos. Puede sonar un poco brusco pero en la mayoría de los casos funciona y no dañará al niño (por supuesto, trate de no bloquearle la respiración por más tiempo de lo necesario).
5. Evite las anestesias locales
Lo primero que atinará a hacer es intentar aliviar lo más rápido posible las molestias de su bebé con algún gel tópico, pero los expertos aseguran que no es lo más recomendable. De hecho, la Food and Drug Administration (FDA) de los Estados Unidos explica que los consejos que brindamos anteriormente son mucho más efectivos que los medicamentos de venta libre.
En especial, la FDA está en contra del uso de productos a base de benzocaína, tales como los geles orales, en niños menores de dos años. No sólo puede adormecer sus gargantas y elevar los riesgos de asfixia, también puede provocar una enfermedad conocida como metahemoglobinemia, que reduce el flujo de oxígeno en el torrente sanguíneo del bebé.
6. Analgésicos como último recurso
La clínica Mayo ha elaborado una lista de analgésicos de venta libre no tópicos (es decir, que no se aplican directamente en un área del cuerpo) tales como el paracetamol y el ibuprofeno. Como la dentición puede generar fiebre leve, estos remedios suelen utilizarse en dosis bajas para aplacar el dolor y disminuir la hinchazón.
Asegúrese de leer con atención el prospecto y las dosis recomendadas y de comprar productos que sean indicados exclusivamente para bebés (por lo general, se comercializan fórmulas especiales para menores de dos años). No obstante, le sugiero que pruebe aplicar los demás consejos antes de recurrir a los medicamentos.