El concepto de “buen baño” difiere muchísimo entre adultos y recién nacidos. Mientras los más grandes disfrutamos los baños calientes y llenos de burbujas y los aprovechamos para relajarnos y ponernos al día con nuestra lectura, los más pequeños necesitan ciertos cuidados especiales…
Desde la temperatura del agua hasta la frecuencia y el tipo de productos de higiene que utiliza, su bebé lucirá una piel maravillosa si aprende qué debe hacer y qué no. A continuación, le presento seis consejos para beneficiar al máximo a su bebé a la hora del baño…
1. No lo bañe todas las noches
HealthyChildren.org afirma que un recién nacido no debe entrar a la bañadera más de 3 veces por semana. Por supuesto que hace falta lavar bien la zona del pañal después de cada cambio para evitar sarpullidos y molestias.
El sitio web explica que bañar al bebé con mucha frecuencia reseca su piel y aumenta las posibilidades de que aparezcan erupciones tales como eczema. HealthyChildren recomienda que le aplique una loción hipoalergénica después de secarlo con delicadeza para mantener la zona hidratada y suave.
2. Evite usar jabones para adultos
BabyCenter aconseja que evite usar jabones que hagan espuma al menos hasta que el bebé cumpla un año. En cambio, busque productos que hayan sido fabricados exclusivamente para bebés.
Esta página de internet también señala que el jabón convencional ha sido elaborado para eliminar la oleosidad y el olor corporal, algo que su pequeño todavía no necesita. De hecho, ni siquiera tendrá que usar jabón (excepto para limpiar las áreas íntimas) hasta que su bebé cumpla un año.
3. Limítese a usar agua
No hace falta que agregue fragancias o cualquier otro producto para hacer burbujas (por más que a su bebé le encante explotarlas). BabyCenter también señala que el agua jabonosa puede irritar la uretra (el tracto urinario) y elevar las probabilidades de que la criatura desarrolle infecciones dolorosas (en especial las niñas).
Limítese a usar agua de la canilla o del grifo sin ningún aditivo. Puede que su hijo sea alérgico a ciertos productos de higiene y es preferible no correr el riesgo. Además, un recién nacido no necesita burbujas para relajarse, así que dejemos estos detalles para más adelante.
4. Use agua tibia
Los bebés se sienten más a gusto en el agua tibia, explica la clínica Mayo. Por eso aconseja que coloque la temperatura de su calentador de agua por debajo de los 40 grados Celsius; además, así evita escaldar la piel delicada del bebé.
Siempre es bueno controlar la temperatura del agua de la canilla y de la bañera con la mano, para asegurarse de que el agua no esté ni muy fría ni muy caliente al sumergir al bebé. También se recomienda que la habitación esté cálida, para que así el bebé no tenga frío al salir de la bañera.
5. No use cepillos duros
La piel de un bebé es muy delicada, por lo que le sugiero que no utilice esponjas ásperas ni cepillos duros durante el baño. De hecho, la Academia Estadounidense de Pediatría aconseja que bañe al bebé con esponjas una vez que el cordón umbilical se haya caído.
Si opta por darle un baño de esponja a su bebé, no hace falta llenar de agua la bañera. Sólo necesita una superficie plana y cálida. Asegúrese de contar con una mano libre para sujetar al bebé y evitar que se resbale. Cúbralo con una toalla y sólo deje descubiertas las áreas que desea limpiar.
6. ¿Día o noche?
Ahora, depende pura y exclusivamente de cada padre bañar al niño por la mañana o por la noche. La principal prioridad suele ser el momento del día.
Algunos prefieren que el baño forme parte del ritual previo al descanso nocturno, para que el bebé esté más relajado y tranquilo, mientras que otros consideran que un baño matutino llena de energía al pequeño. Muchos prefieren bañar a sus bebés en la mañana porque el niño está más atento y juguetón.