Atravesar un divorcio es una experiencia traumática a nivel emocional para cualquiera de las partes involucradas y, muchas veces, sin darnos cuenta, terminamos convirtiendo a nuestros hijos en un objeto de negociación de la pareja. Planear los detalles de una separación es un proceso caótico y estresante que puede hacerle descuidar la salud psíquica de sus hijos.
Sin embargo, por más diferencias irreconciliables que tenga con su ex, sus hijos no tienen por qué pagar los platos rotos. Al contrario, debería estar más cerca de ellos que nunca, ya que este cambio radical en sus vidas los afecta tanto como a usted. A continuación, le presento siete consejos a tener en cuenta a la hora de transitar una separación matrimonial…
1. Recuerde que sus hijos no tienen la culpa
Muchos niños, en especial los que ya están en edad de comprender lo que está ocurriendo, lo primero que piensan es que ellos han causado la separación. Por eso, es muy importante tomarse un momento para explicarles que no tienen nada que ver con este caos y que tanto su expareja como usted los aman y siempre estarán con ellos.
La revista Parents señala que la falta de demostraciones afectivas en este proceso traumático puede dañar seriamente la autoestima de los hijos. El artículo aconseja que les repita a sus hijos cuánto los quiere cada vez que pueda, ya que necesitarán más palabras de aliento que nunca.
2. Evite pelear frente a sus hijos
Lamento decirle que discutir a gritos con su pareja frente a sus hijos en pleno proceso de separación, cuando la sensibilidad está a flor de piel, en la mayoría de los casos tiene consecuencias severas en el desarrollo psíquico de los niños.
Psychology Today explica que el divorcio en sí ya es motivo suficiente para que los hijos sientan dolor, así que imagínese lo duro que de debe ser para ellos ver cómo la relación de sus padres se desmorona frente a sus ojos. Esto aumenta los niveles de estrés y de ansiedad y hasta los lleva a pensar que papá y mamá están todo el tiempo discutiendo. Esta misma fuente agrega que no hace falta que la pelea sea intensa para tenga algún impacto en la salud emocional de los niños.
3. Busque pasar tiempo de calidad con ellos
Si con su pareja ya disponen de un acuerdo de custodia, debería aprovechar al máximo el tiempo que pasa con sus hijos – ya sean dos, tres o cuatro días a la semana. Seguramente los ama con locura y querrá poner todo su esfuerzo en hacerlos pasar un momento agradable cuando estén con usted. ¡Hágalos sentir importantes!
La revista Parents asegura que el acuerdo de custodia debe favorecer a sus hijos, no a ustedes. “Lo más difícil para las parejas que se separan es recordar que el tiempo que pasarán con su hijo no es un trofeo que deben ganar, si no un tesoro que deben apreciar,” explica el artículo. Disfrute al máximo ese tiempo y busque actividades que sepa que a los niños les encantan.
4. No critique a su expareja frente a sus hijos
En algunos casos, a los padres divorciados les encanta usar a sus hijos como munición y los aprovechan para hacer catarsis acerca de todas las cosas que les molestan de sus exparejas. Decirles a los niños que la otra parte no se interesa por ellos o que no se esfuerza lo suficiente por hacerlos felices puede hacerles muchísimo daño.
Si tiene asuntos pendientes con su exmarido o mujer, arréglelos personalmente o por teléfono, de manera civilizada – no ponga a sus hijos en papel de mensajeros. Esa no es una forma saludable de enseñarles a resolver conflictos y, al fin de cuentas, la situación terminará corrompiendo la autoestima de los pequeños.
5. Trate de no interferir demasiado en la rutina de los niños
Si el divorcio trae consigo mudanzas, ya sea porque una o ambas partes deciden irse del antiguo hogar, intente planear su nueva vida de forma tal que el niño pueda seguir en la misma escuela y mantener las mismas amistades.
Cambiarlos de escuela o contratar una niñera puede generar gastos significativos, en especial si necesita resolver otros temas como los detalles financieros de la separación. Además, los niños aman su entorno y a sus amigos; alejarlos de todo lo conocido sin motivo alguno puede causarles resentimiento en el futuro.
6. Permítales a sus hijos expresar sus emociones
Es probable que se encuentre en modo “control de daños” e intente suavizar al máximo la situación, pero también debe aprender a aceptar reacciones no tan agradables por parte de sus hijos. No subestime ni ignore la ira y la confusión en ellos; concéntrese en responder preguntas y en darles cariño.
KidsHealth.org explica que debe permitirles a sus niños exteriorizar sus sentimientos y aconseja que esté preparado para responder una gran variedad de preguntas sobre la situación. Una forma de solucionar la situación es preguntarles a sus hijos si hay algo que les gustaría hacer o decir para sentirse mejor. La página web también agrega que no todos los niños reaccionan de la misma manera ante un conflicto, así que puede que los note deprimidos, enojados o indiferentes durante unas cuantas semanas.
7. Nunca es tarde para pedir perdón
WebMD señala que, si bien un divorcio es una situación traumática para los niños, puede ayudarlos a salir adelante con un poco de apoyo. Así que, por más que no esté listo para pedirle perdón a su expareja, puede disculparse con ellos por haberles causado dolor y prometerles que intentará hacer las cosas lo mejor posible la próxima vez.
Sí, la parte complicada es realmente comprometerse a hacer las cosas bien. Por más que les saque una sonrisa, evite hablar de su pareja frente a ellos o simplemente déjelos ser niños. Esto es más difícil de procesar en el caso de los adolescentes, señala la fuente, pero decirles a sus hijos que lo siente y convertirlos en su prioridad es muy importante para evitar muchas amarguras y resentimiento en el futuro.