El dolor pélvico agudo puede definirse como un dolor inferior debajo del ombligo y superior arriba de las piernas que dura menos de tres meses. Se puede asociar con una amplia gama de condiciones que involucran los sistemas reproductivo,el urinario, el gastrointestinal o el musculoesquelético. Como resultado, el dolor pélvico agudo puede presentar un desafío clínico para los profesionales médicos. El dolor pélvico agudo puede tener muchas características: agudo o sordo, intermitente o constante, leve, moderado o intenso. También puede irradiarse a los muslos, la parte inferior de la espalda o las nalgas. Algunas causas de dolor pélvico agudo pueden amenazar la vida o la fertilidad de la mujer.
Doce causas de dolor pélvico agudo en las mujeres son..
1. Apendicitis
La apendicitis es la inflamación del apéndice, que es una estructura parecida a un gusano que se proyecta desde el lado inferior derecho del colon. El apéndice no tiene una función conocida. Lo más probable es que la apendicitis sea causada por una obstrucción del apéndice que conduce a una infección. Los síntomas de la afección pueden incluir dolor en el lado inferior derecho del abdomen, náuseas, vómitos, fiebre, pérdida de apetito y diarrea o estreñimiento.
El tratamiento de la apendicitis generalmente implica una apendicectomía, que es la extirpación quirúrgica del apéndice. La cirugía se puede realizar de forma abierta (lo que implica una incisión abdominal larga) o mediante laparoscopia (lo que implica varias incisiones abdominales pequeñas que permiten la inserción de herramientas quirúrgicas y una cámara). Se ha demostrado que la cirugía por laparoscopia conduce a una recuperación más rápida con menos cicatrices y dolor. Las complicaciones de la condición pueden incluir la ruptura del apéndice que conduce a la peritonitis (infección en todo el abdomen).
2. Torsión Ovárica
La torsión ovárica se refiere a la torsión del ovario. Representa una emergencia quirúrgica, ya que puede provocar inflamación de los ovarios, isquemia (suministro inadecuado de sangre) y necrosis (muerte de las células). La torsión ovárica puede ocurrir espontáneamente o como resultado del embarazo o de tumores ováricos. Los síntomas pueden incluir dolor abdominal inferior derecho o izquierdo, náuseas, vómitos y fiebre. El dolor abdominal es más común en el lado derecho, lo que causa confusión diagnóstica entre este y la apendicitis.
El tratamiento de la torsión ovárica generalmente implica cirugía por laparoscopia para destorcer el ovario afectado. Las complicaciones de la torsión ovárica pueden incluir peritonitis, infertilidad, adherencias (una unión anormal de superficies membranosas en el cuerpo), sepsis (una infección bacteriana de la sangre) y dolor pélvico crónico. Con un diagnóstico y tratamiento tempranos, el pronóstico para la torsión ovárica es excelente.
3. Embarazo Ectópico
Un embarazo ectópico ocurre cuando un óvulo fertilizado se implanta fuera del útero. Normalmente, el óvulo fertilizado se implanta en el revestimiento interno del útero, que se llama endometrio. Aproximadamente el 95 por ciento de los embarazos ectópicos ocurren en las trompas de Falopio, razón por la cual la condición también se conoce como embarazo tubárico. Los síntomas clásicos del embarazo ectópico incluyen dolor abdominal/pélvico, amenorrea (ausencia de ciclo menstrual) y sangrado vaginal. Otros síntomas pueden incluir mareos, fiebre, náuseas, vómitos y desmayos.
El embarazo ectópico se puede tratar médica o quirúrgicamente. El tratamiento médico es útil en pacientes específicos y consiste en la administración de una o varias inyecciones de un medicamento llamado metotrexato. Da como resultado el cese del crecimiento de las células fetales y provoca la desintegración de las células fetales existentes. El tratamiento quirúrgico se puede lograr creando una abertura en la trompa de Falopio y evacuando las células fetales o extirpando completamente la trompa de Falopio. Sin tratamiento, un embarazo ectópico puede provocar la ruptura de una trompa de Falopio y un sangrado potencialmente mortal.
4. Quistes Ováricos
Los quistes ováricos son bolsas llenas de líquido que existen dentro o sobre la superficie de un ovario. Muchas mujeres tienen quistes de ovario en algún momento de su vida. La mayoría de los quistes ováricos son producto del funcionamiento normal del ciclo menstrual de la mujer. La mayoría de los quistes ováricos no producen síntomas y desaparecen en unos pocos meses sin tratamiento. Si son sintomáticos, los quistes ováricos pueden causar dolor pélvico, náuseas, vómitos, dolor durante las relaciones sexuales (dispareunia), distensión abdominal, dificultad para defecar, acidez estomacal y polaquiuria.
Las opciones para el tratamiento de los quistes ováricos incluyen conducta expectante, píldoras anticonceptivas o cirugía. La conducta expectante es una opción razonable, ya que se descubre que muchos quistes ováricos se resuelven después de un nuevo examen en dos o tres meses. Las complicaciones de los quistes ováricos pueden incluir ruptura o torsión, las cuales son emergencias quirúrgicas. El pronóstico para los quistes ováricos benignos (no cancerosos) es excelente.
5. Endometriosis
La endometriosis se refiere a la presencia anormal de tejido endometrial fuera del útero. El tejido endometrial normalmente se encuentra solo recubriendo el útero. La causa exacta de la endometriosis no es segura. Los factores de riesgo para el desarrollo de la afección incluyen antecedentes familiares, nunca dar a luz, infecciones pélvicas previas y anomalías del útero. Los síntomas de la endometriosis pueden incluir dolor pélvico, períodos dolorosos (dismenorrea), dolor durante las relaciones sexuales (dispareunia), períodos abundantes (menorragia), náuseas e hinchazón abdominal.
El tratamiento para la endometriosis puede ser médico o quirúrgico. El tratamiento médico suele ser terapia hormonal con píldoras anticonceptivas, medroxiprogesterona, análogos de la hormona liberadora de gonadotropina (GnRH) o danazol. El tratamiento quirúrgico puede ser conservador para preservar la fertilidad. En casos severos, se realiza la extirpación quirúrgica de todo el útero (histerectomía total) y de ambos ovarios. La cirugía radical suele ser el último recurso, ya que las mujeres no pueden tener hijos después de una histerectomía total. La principal complicación de la endometriosis es la alteración de la fertilidad.
6. Enfermedad Inflamatoria Pélvica
La enfermedad inflamatoria pélvica (EIP) es una infección del aparato reproductor femenino. Se puede propagar desde la vagina hasta el útero, las trompas de Falopio o los ovarios. La enfermedad es causada con mayor frecuencia por infecciones de transmisión sexual (ITS) como la clamidia o la gonorrea, que a menudo no producen síntomas iniciales en las mujeres. El principal factor de riesgo para el desarrollo de EIP es el sexo sin protección. Los síntomas de la EIP pueden incluir dolor pélvico, flujo vaginal, fiebre, sangrado menstrual irregular, dolor durante las relaciones sexuales (dispareunia) y dolor al orinar (disuria).
El tratamiento de la EIP requiere antibióticos y, en casos graves, hospitalización. Todas las parejas sexuales deben recibir tratamiento para prevenir la reinfección y también deben evitarse las relaciones sexuales durante el tratamiento. La EIP es la principal causa prevenible de infertilidad en las mujeres. Otras complicaciones pueden incluir absceso tubo-ovárico (ATO), embarazo ectópico y dolor pélvico crónico.
7. Fibromas Uterinos
Los fibromas uterinos son tumores benignos (no cancerosos) del útero. Los tumores pueden ocurrir en o sobre la capa muscular del útero llamada miometrio. Son la neoplasia (crecimiento anormal de tejido) más común que se encuentra en el sistema reproductivo femenino. Se desconoce la causa exacta de los fibromas uterinos. Los síntomas de los fibromas uterinos pueden incluir dolor pélvico, períodos abundantes (menorragia), períodos dolorosos (dismenorrea), frecuencia urinaria y estreñimiento.
Existen varias opciones de tratamiento para los fibromas uterinos sintomáticos: miomectomía, embolización de la arteria uterina e histerectomía. La miomectomía implica la extirpación quirúrgica de los fibromas. La embolización de la arteria uterina consiste en inyectar partículas que cortan el suministro de sangre a los fibromas, lo que hace que mueran y se encojan. Una histerectomía implica la extirpación del útero. Las complicaciones de los fibromas pueden incluir anemia por deficiencia de hierro debido a la gran pérdida de sangre. Las complicaciones raras pueden incluir la pérdida del embarazo o la infertilidad.
8. Mittelschmerz o Dolor Intermenstrual
Mittelschmerz se refiere al dolor asociado con la ovulación. Vocablo alemán que traduce “dolor en el medio”. La ovulación es cuando los ovarios liberan un óvulo, lo que generalmente ocurre alrededor del día 14 o 15 del ciclo menstrual. Se desconoce la causa exacta de Mittelschmerz. Los síntomas de Mittelschmerz pueden incluir dolor unilateral (en un solo lado) en la parte inferior del abdomen o la pelvis y sangrado vaginal. El dolor suele ser sordo y tipo cólico y rara vez intenso. Los síntomas pueden ocurrir mensualmente u ocasionalmente.
El tratamiento de Mittelschmerz puede requerir analgésicos de venta libre como aspirina, ibuprofeno (Advil, Motrin) o naproxeno (Aleve). Para síntomas severos, se pueden recetar anticonceptivos orales para prevenir la ovulación y la aparición de dolor. Aproximadamente el 20 por ciento de las mujeres sufren de la condición. Si se requiere tratamiento, el pronóstico para Mittelschmerz es excelente.
9. Síndrome del Intestino Irritable
El síndrome del intestino irritable (SII) es una condición común que afecta el colon o intestino grueso. Tiene el doble de probabilidades de afectar a las mujeres. Se desconoce la causa exacta de la afección. Los desencadenantes comunes del SII pueden incluir alimentos, estrés, hormonas u otras enfermedades. Los alimentos implicados incluyen chocolate, alcohol, especias, leche y bebidas carbonatadas. Los síntomas del SII pueden incluir dolor abdominal o pélvico, hinchazón, gases, calambres abdominales y diarrea o estreñimiento. Los factores de riesgo para el SII incluyen la edad joven, ser mujer, antecedentes familiares de SII y trastornos mentales.
El tratamiento del SII puede incluir cambios en la dieta y medicamentos. Los cambios en la dieta consisten principalmente en la eliminación de alimentos. Por ejemplo, eliminando el gluten y la lactosa de la dieta. Los medicamentos pueden incluir suplementos de fibra, antibióticos y agentes para combatir la diarrea y los calambres asociados con el SII. Se pueden recomendar medicamentos antidepresivos y asesoramiento a los candidatos apropiados. Actualmente, dos medicamentos están aprobados para el tratamiento específico del SII: alosetrón (Lotronex) y lubiprostona (Amitiza). Las complicaciones del SII pueden incluir hemorroides y deficiencias nutricionales.
10. Infección del Tracto Urinario
Una infección del tracto urinario (ITU) se refiere a una infección en algún lugar del sistema urinario. El sistema urinario consta de riñones, uréteres (tubos que llevan la orina desde el riñón hasta la vejiga), vejiga y uretra (tubo que va desde la vejiga hasta el exterior del cuerpo). La causa más común de ITU es la bacteria E. coli, que se encuentra comúnmente en los intestinos. Las mujeres contraen infecciones urinarias a un ritmo mayor que los hombres, debido a que la corta distancia entre el ano y la uretra se presta a la contaminación bacteriana.
Los síntomas de una ITU pueden incluir dolor al orinar (disuria), dolor pélvico, polaquiuria, sangre en la orina (hematuria) y orina con mal olor. Los antibióticos son el tratamiento principal para las infecciones urinarias. Para las mujeres con infecciones frecuentes, la prevención puede proporcionarse con dosis bajas de antibióticos durante 6 meses o más. Se deben considerar los antibióticos intravenosos para las infecciones urinarias graves. Las complicaciones de las ITU pueden incluir infecciones recurrentes, daño renal, estrechamiento de la uretra y sepsis (una infección sanguínea bacteriana). En las mujeres embarazadas, las infecciones urinarias aumentan la probabilidad de tener un bebé con bajo peso al nacer.
11. Diverticulitis
La diverticulitis se refiere a la inflamación de uno o más divertículos, que son bolsas en forma de sacos que se desarrollan en el colon o intestino grueso. Los divertículos parecen estar asociados con una dieta baja en fibra, obesidad y estreñimiento. Cuando uno o más divertículos en el colon se rompen, se produce inflamación, infección o ambas (lo que se denomina diverticulitis). Los síntomas de la diverticulitis pueden incluir dolor abdominal inferior izquierdo, náuseas, vómitos, fiebre y diarrea o estreñimiento.
El tratamiento de la diverticulitis no complicada implica antibióticos orales y cambios en la dieta. La diverticulitis complicada puede requerir antibióticos intravenosos y, en raras ocasiones, cirugía. Las complicaciones de la diverticulitis pueden incluir absceso, obstrucción intestinal, ruptura intestinal o fístula (un pasaje anormal entre un órgano y la superficie del cuerpo o entre dos órganos. Una fístula generalmente es el resultado de la resolución de un absceso. La ruptura intestinal puede provocar peritonitis, que es una inflamación de la membrana que recubre los órganos del abdomen y se considera una emergencia médica.
12. Obstrucción Intestinal
La obstrucción intestinal se refiere a la obstrucción del paso de líquidos o alimentos a través del intestino delgado o grueso. Las dos causas más comunes de obstrucción intestinal son el cáncer de colon. y adherencias (bandas de tejido cicatricial que se forman después de una cirugía abdominal o pélvica). Otras causas pueden incluir diverticulitis, enfermedad inflamatoria intestinal (enfermedad de Crohn o colitis ulcerosa), hernias y torsión del colon (vólvulo). Los síntomas de obstrucción intestinal pueden incluir cólicos abdominales/pélvicos, náuseas, vómitos, estreñimiento, hinchazón e incapacidad para expulsar gases.
La obstrucción intestinal con frecuencia requiere hospitalización y puede implicar líneas intravenosas (IV) para líquidos, una sonda nasogástrica para aliviar la hinchazón abdominal y la inserción de un catéter en la vejiga para drenar la orina. El tratamiento también se dirigiría hacia la causa subyacente de la obstrucción intestinal. Las complicaciones de la obstrucción intestinal pueden incluir deshidratación, absceso, ruptura intestinal, peritonitis, neumonía, sepsis (una infección bacteriana de la sangre) y la muerte.