La Tos ferina (o Pertusis, su término médico) es causada por una infección bacteriana de las vías respiratorias. Los síntomas tempranos imitan el resfriado común, pero la tos grave y una respiración áspera que genera un sonido ¨ululante¨ son los síntomas más frecuentes de esta enfermedad.
La Tos ferina es la responsable de la muerte de aproximadamente 10.000 niños cada año. Afortunadamente, hoy en día existe una vacuna y los niños pueden ser vacunados a partir de los 2 meses de edad y hasta que tengan unos 5 ó 6 años. Sin embargo, los niños mayores y adolescentes pueden estar en riesgo si sus vacunas pierden efecto.
Aquí están las ocho señales de que tu hijo puede tener tos ferina…
1. Síntomas de resfriado
El signo más temprano de tos ferina comienza aproximadamente 10 días después de la contaminación con síntomas típicos de un resfriado como estornudos, ojos llorosos, fatiga, rigidez muscular y pérdida del apetito.
2. Tos Severa
En unos 10 o 14 días, la víctima contaminada desarrollará una tos más severa con sonido “ululante” que sigue a cada episodio de tos con cada respiración profunda.
3. Fiebre
La fiebre leve se desarrolla normalmente junto con los otros síntomas de tos ferina durante la primera semana de la infección. En este momento, el paciente infectado está en el punto más contagioso.
4. Congestión
Junto con una persistente y dolorosa tos; la tos ferina causa grandes cantidades de flema espesa de color claro, en el pecho y las fosas nasales. Si un bebé o un niño se lo traga, o si se congestiona demasiado, pueden ocurrir episodios de vómitos o asfixias durante el esfuerzo realizado para despejar las vías respiratorias.
5. Piel Enrojecida
Los ataques de tos severa junto con la tos ferina pueden causar enrojecimiento de las mejillas, o una tez pálida y azulada debido a la falta de oxígeno y a la congestión.
6. Ojos Lagrimosos
La infección respiratoria que causa la tos ferina a menudo resulta en una congestión nasal severa, así como congestión en el pecho, acompañada de estornudos, ojos irritados y llorosos.
7. Agotamiento
Es muy común que los bebés y niños pequeños estén físicamente exhaustos por el esfuerzo que se necesita para toser. Una ronda de tos ferina puede ser tan agotadora físicamente que un niño enfermo queda completamente sin energía después de experimentarla.
8. Apnea
Uno de los síntomas más aterradores de la tos ferina es la apnea; donde la respiración se detiene por cortos períodos de tiempo durante los episodios de tos, pero vuelve a la normalidad después. Esto puede ser particularmente aterrador en los bebés.