El niño más grande y más intimidante de la escuela, con los puños más fuertes y la personalidad más agresiva ya no es el matón estereotipado de patio escolar. De hecho, los intimidadores actuales no roban dinero del almuerzo; más bien arruinan las reputaciones y crean rumores hirientes usando internet y los medios sociales.
Sin embargo, los efectos negativos de la victimización de un matón siguen siendo los mismos —hijos recurriendo al retraimiento social, depresión, adicción, lesiones físicas, lesiones auto infligidas e incluso suicidio.
Aquí están las diez señales que debe vigilar si cree que su hijo puede estar siendo víctima de la intimidación…
1. Lesiones Inexplicables
Busque contusiones, cortes o rasguños que no pueden ser resultado de actividades regulares de adolescentes (es decir, deportes de equipo). Una décima parte de los estudiantes intimidados admiten ser escupidos, empujados, aporreados o tropezados por otro estudiante.
2 Cambios en el Apetito
Si su hijo adolescente en crecimiento pierde su apetito derrepente o está inexplicablemente hambriento aunque lo haya mandado a la escuela con un almuerzo, puede estar sufriendo de victimización por compañeros en su escuela.
3. Días de Enfermedad Frecuentes
Los Departamentos de Justicia y Educación de Estados Unidos encontraron en una encuesta de ‘Indicadores de crimen y seguridad escolar’ del 2011 que el 5% de los niños de los 12 a los 18 años admitieron faltar a clases por intimidación por parte de otro estudiante de la escuela.
4. Falta de Objetos Personales
Si su hijo normalmente responsable está perdiendo objetos electrónicos, juguetes, joyas, dinero, o regresando a casa con objetos de valores destruidos, puede estar sufriendo intimidación.
5. Malas Calificaciones
Hay más de lo que parece a simple vista cuando un buen alumno súbitamente y sin explicación, pierde interés en rendir bien en la escuela, en grupos sociales, amigos y pasatiempos a los cuales eran apasionados.
6. Tendencia a Autolesionarse
Las víctimas de acoso escolar tienen una propensión a hacerse daño a si mismos debido a un sentimiento de despreciabilidad—es decir, cortes en los brazos y piernas, arrancarse el cabello, e incluso pueden llegar a tener intentos de suicidio.
7. Aislamiento
Si su hijo que generalmente ha sido extrovertido parece repentinamente retirado de un grupo cercano de amigos o pierde interés en las relaciones personales cercanas, podría estar sufriendo de la exclusión o de victimización entre pares.
8. Evitación
Si su niño está faltando a clases, perdiendo el autobús a propósito, pidiendo aventones a la escuela, caminando por una ruta diferente a la escuela o quiere cambiar de escuela, hay un problema. Si se niega a hablar con usted, es también un indicador.
9. Pérdida del Sueño
Si su hija adolescente particularmente energética está fatigada de repente y sin motivo, algo no va bien. La intimidación por un matón es estresante y pone a una víctima en un modo de respuesta de lucha o huida, lo que resulta en dificultad para dormir.
10. Exclusión de Actividades Sociales
El Informe de Crimen y Seguridad Escolar indica que los insultos, la propagación de rumores, los daños físicos, las amenazas personales y la exclusión de grupos sociales (actividades tanto online como grupales) son las formas más comunes de intimidación hoy en día.