¿Abusó del picante durante los días festivos? ¿Bebió demasiado champagne burbujeante en el año nuevo?
Eso está perfectamente bien — según expertos médicos, beber con moderación no suele hacer daño a largo plazo, mientras que no se vuelva un hábito regular. Sin embargo, el consumo excesivo de alcohol y bebida puede afectar negativamente al cuerpo en estas siete maneras…
1. El hígado y el alcohol
Probablemente ya sabe que el consumo excesivo de alcohol puede tener un impacto negativo sobre el hígado. Por ejemplo, los episodios regulares de consumo excesivo de alcohol pueden causar inflamación del hígado, cirrosis (o una etapa tardía de cicatrización o fibrosis debido a hepatitis alcohólica) y el hígado graso (o esteatosis).
El hígado es responsable de filtrar las toxinas corporales, lo que significa que al ingerir demasiado alcohol, azúcar y comida chatarra, se puede hacer que los contaminantes se acumulen y no permitan que el órgano realice sus deberes de purificación.
2. Su sistema inmunológico y el alcohol
Cuando su médico le aconseja no beber alcohol cuando está enfermo, sepa que le está haciendo un favor a su sistema inmunológico. Beber demasiado cuando está saludable puede disminuir la resistencia inmune en la capacidad de protegerse de los gérmenes, virus y enfermedades.
Sin embargo, cuando su inmunidad ya es baja (por ejemplo, si está luchando contra la gripe) puede dejar su cuerpo vulnerable. Por ejemplo, un brote de gripe estacional leve puede convertirse rápidamente en una neumonía si debilita aún más su sistema inmune bebiendo aproximadamente 24 horas después de que esté borracho, según las estadísticas del Instituto Nacional de Abuso del Alcohol y Alcoholismo.
3. Su cerebro y el alcohol
En lugar de la famosa imagen de un huevo de frito para simbolizar el cerebro y las drogas — cuando su cerebro está bajo la influencia del alcohol puede verse similar a un montón de cables dañados y enredados. Esto es porque el consumo de bebidas alcohólicas bloquea los conductos comunicativos del cerebro (donde viajan los mensajes desde el cerebro a otras partes del cuerpo y viceversa) y además bloquea los neurotransmisores (como el glutamato y el GABA).
Entre más cantidad se bebe; menos control tendrá sobre su función física, estado de ánimo y control de los impulsos, lo que puede ocasionar confusión, pérdida de la coordinación, falta de habilidades para tomar decisiones y la tendencia a buscar más cócteles o cerveza.
4. El páncreas y el alcohol
Bueno, los científicos de los Institutos Nacionales de Salud afirman que una noche de juerga y borrachera no causará un daño irreparable— sin embargo el abuso del alcohol a largo plazo tendrá como objetivo el páncreas (el órgano responsable de convertir los alimentos en combustible celular durante la digestión y de regular los niveles de azúcar en la sangre) y causar la emisión de sustancias nocivas.
Con el tiempo, las toxinas emitidas por el páncreas causarán una inflamación peligrosa y llevará más adelante a una pancreatitis (inflamación crónica de los vasos sanguíneos en el páncreas) causando un dolor severo y trastornos digestivos.
5. La piel y el alcohol
Su piel es un reflejo directo de lo que pone en su cuerpo — incluyendo demasiado alcohol. Los investigadores médicos de la Universidad de Missouri, afirman que el abuso del alcohol pasará factura en su rostro, dañando la piel y evitando su regeneración celular.
Además, si usted tiene tendencia a saltarse las comidas adecuadas o ingerir comida chatarra cuando bebe, esta falta de nutrientes esenciales hará que las glándulas sebáceas produzcan exceso de aceites, lo cual obstruye los poros y causar acné crónico.
6. Su sistema digestivo y el alcohol
Claro, mientras que un buen vaso de vino puede hacer una comida más agradable, los gastroenterólogos del Centro Nottingham de Enfermedades Digestivas del Reino Unido, han descubierto que beber durante las comidas ralentiza drásticamente el proceso digestivo.
El estudio supervisó a comensales durante la misma comida — la mitad de los participantes bebieron vino blanco o licor con la comida mientras que la otra mitad tomó té o agua. Los resultados demostraron que aquellos que bebieron agua o té hicieron la digestión completamente dentro de 6 horas. Aquellos que bebieron alcohol tardaron 9 horas o más para digerir completamente la comida.
7. Su corazón y el alcohol
Según los investigadores del Centro Médico de la Universidad de Chicago, el abuso del alcohol está destinado a causar problemas crónicos a su corazón con el tiempo. El consumo excesivo de alcohol lo pone en riesgo de arritmias cardíacas (latidos cardíacos anormales), hipertensión arterial, miocardiopatía (daño en el músculo cardíaco) y accidentes cerebrovasculares.
Y al añadir la tendencia a devorar alimentos llenos de grasas saturadas junto con las jarras de cerveza, vinos y dulces cócteles — ya podrá imaginar la cantidad de estrés que eso le pone a su corazón, específicamente a las arterias.