Como vegetariano, puedo asegurarle que requiere de mucha organización y conducta mantenerse fiel a una dieta libre de productos de origen animal — particularmente cuando hay tantos comestibles que afirman ser puramente vegetales y, en realidad, están muy lejos de ello.
A continuación, le presentamos siete alimentos que se dan el lujo de herir los sentimientos de miles de veganos y vegetarianos por igual…
1. Ositos de goma
Rojos, anaranjados, amarillos, verdes— los ositos de goma son caramelos blandos con sabor a fruta. Seguramente no ha notado que muchos de los productos que consigue en las tiendas de dulces, como ositos de goma, piruletas y maíz dulce en realidad contienen gelatina, un ingrediente de origen animal.
La gelatina presente en muchos dulces que venden en las tiendas, como las Jello o los Marshmallows, es la que aporta esa textura “gomosa”, pero se trata de un derivado de proteína animal (una mezcla de piel de animal, tendones, huesos y ligamentos).
2. Vinos y cervezas
Puede que el nombre ictiocola en la etiqueta de su vino o cerveza favorito no signifique mucho para usted. Sin embargo, este producto deshidratado de origen animal, hecho con vejigas de peces de agua fría, es muy utilizado en el proceso de preparación de estas bebidas.
En los vinos, la ictiocola mejora la claridad de la vendimia. En algunas cervezas, particularmente en la Guinness, este ingrediente se utiliza como aditivo durante el proceso de fabricación. Funciona como una especie de colágeno que ayuda a regular la flotabilidad en agua y a su vez le aporta esa textura gruesa y cremosa tan característica.
3. Batidos de cafetería
Los vegetarianos y los batidos de alguna manera siempre van de la mano. Son un desayuno práctico y un bocadillo saludable, repleto de vitaminas y amistoso con el reino animal. Sin embargo, si es de los que compran sus batidos en cafeterías — ¡tenga cuidado con los bichitos!
Algunas cafeterías de renombre, como Starbucks, utilizan un ingrediente llamado carmín en sus batidos y en sus Frappuccinos con crema sabor frutilla. No queremos hacerlo sentir mal, pero este colorante conocido como carmín se obtiene de las cochinillas y de otros insectos. ¡Ugh!
4. Crema no láctea
Sólo porque la etiqueta dice “no lácteo” no significa que esté totalmente desvinculado del mundo animal; lo cual representa un gran problema si es estrictamente vegetariano o vegano. Desafortunadamente, la Administración de Productos Alimentarios y Farmacéuticos (FDA, por sus siglas en inglés) permite que los productos “no lácteos” contengan derivados de la leche, como el caseinato de sodio.
Si bien se trata de una práctica completamente legal, es algo muy poco ético. De verdad es un poco contradictorio que aquellos que sean intolerantes, que tengan algún tipo de alergia o que simplemente quieran productos “no lácteos” tengan que pensarlo dos veces antes de comprar comestibles “¡NO LÁCTEOS!”
5. Fideos Ramen
Si es un estudiante que anda en busca de un menú de almuerzo práctico y barato, unos fideos instantáneos Ramen siempre son buena opción. Sin embargo, no debería asumir que lo que está a punto de consumir son puros fideos y vegetales deshidratados.
Estos productos a veces tienen caldos y saborizantes de origen animal. Así que la próxima vez que compre una caja de pasta Ramen, asegúrese de repasar los ingredientes para detectar cualquier tipo de producto animal. O, para ir a lo seguro, directamente compre sopas instantáneas específicamente veganas.
6. Frijoles refritos
Los frijoles con arroz son un menú delicioso y llenador para aquellos que sigan una filosofía de vida vegana o vegetariana. Están llenos de proteínas y de fibras; si quiere, puede preparar grandes cantidades y comer lo mismo toda la semana.
Sin embargo, el arroz con frijoles que come en los restaurantes no siempre está libre de productos de origen animal. Muchas recetas utilizan manteca de cerdo, una especie de manteca de cerdo hecha con la parte grasa del animal.
7. Ciertos quesos
Muchos vegetarianos rehúsan a comer carne; sin embargo, están de acuerdo con ingerir algunos productos derivados, como la leche, por lo que asumen que el queso es una gran apuesta. No es el caso de ciertas variedades como el parmesano, el gruyere o el gorgonzola.
Estos tres contienen cuajo animal; enzimas que provienen de los estómagos de los terneros y son opciones muy poco vegetarianas para agregarles a las pizzas o a las pastas. La buena noticia es que es muy fácil encontrar sustitutos con cuajo vegetal o microbiano.