Es normal experimentar sed después de comer algo salado o picante, cuando hace calor afuera o después de realizar actividad física. De acuerdo a WebMD, es la forma que tiene el cuerpo de “decirte que se está quedando sin agua, la cual necesita para funcionar bien”.
Si la sensación es persistente y continúa incluso después de beber algo, o se acompaña de visión borrosa o fatiga, puede ser una indicación de sed excesiva. Médicamente conocida como polidipsia, la sed excesiva es a menudo una indicación de condiciones de salud subyacentes más graves, como las siguientes seis.
1. Deshidratación
La deshidratación ocurre cuando el cuerpo carece de la cantidad necesaria de agua para funcionar correctamente. La sed es el síntoma principal de la deshidratación, la cual puede ocurrir por una variedad de razones, tales como enfermedades, sudoración excesiva, ejercicios, diarreas o vómitos.
Más allá de la necesidad de agua, WebMD señala que los síntomas adicionales de deshidratación pueden incluir orina de color oscuro, micción poco frecuente, boca seca, piel seca, sensación de cansancio o mareo y dolor de cabeza.
2. Diabetes
Una sed insaciable se considera uno de los primeros síntomas de la diabetes. En conversaciones con Prevention, Heather Rosen, MD, directora médica del UPMC Urgent Care North Huntingdon en Pensilvania, explica que esto ocurre porque la diabetes provoca una acumulación de azúcar en la sangre que luego “presiona a los riñones a que produzcan más orina con el fin de eliminar el exceso de glucosa.” De esa forma, para prevenir que la pérdida constante de líquidos causada por la micción frecuente provoque deshidratación, el cuerpo activará la sed.
Además, si la sed excesiva va acompañada de otros síntomas, como pérdida de peso inexplicable, fatiga o irritabilidad, la fuente aconseja visitar a tu médico para hacerte una prueba de glucosa en sangre y así determinar si tienes diabetes.
3. Diabetes insípida
A pesar de su nombre, la diabetes insípida no está relacionada con la diabetes mellitus, la condición común mencionada anteriormente. Según la NHS, la diabetes insípida es causada por “problemas con una hormona que regula la cantidad de líquido en el cuerpo”.
Este desequilibrio hormonal conduce a una producción excesiva de orina, lo cual significa viajes más frecuentes al baño. Para compensar esta pérdida constante de agua en el cuerpo, a menudo se produce una sed excesiva.
4. Anemia
La Clínica Mayo define a la anemia como “una afección en la que no se tienen suficientes glóbulos rojos sanos para transportar una adecuada cantidad de oxígeno a los tejidos del cuerpo”. Ya sea debido a la pérdida continua de sangre (como una úlcera sangrante) o a la pérdida repentina de sangre (ciclo menstrual intenso), la anemia suele causar sed excesiva.
Esta sed excesiva ocurre cuando el cuerpo intenta compensar la pérdida de líquidos tras una caída en la cantidad de glóbulos rojos más rápida de lo que puede ser recuperada. Si la afección es leve, es posible que no desencadene la polidipsia, pero a medida que se vuelve más severa, la sed excesiva puede presentarse junto con otros síntomas como mareos, fatiga o debilidad y sudoración.
5. Boca Seca
Aunque no es una causa de polidipsia, la boca seca a menudo se confunde con sed excesiva, ya que una persona consumirá más líquidos en un intento de aliviar las molestias causadas por esta afección. También conocida como xerostomía, la boca seca ocurre cuando las glándulas de la boca producen una cantidad insuficiente de saliva.
De acuerdo a WebMD, esto puede ocurrir debido “al consumo de algunos medicamentos, a los tratamientos para otras afecciones como el cáncer, a enfermedades como el síndrome de Sjogren, a daños en los nervios de la cabeza y el cuello o al consumo de tabaco”. La fuente agrega que otros síntomas de la boca seca pueden incluir mal aliento, irritación de las encías, dificultad para masticar o saliva espesa y fibrosa.
6. Otras causas posibles
Existen muchas otras razones posibles para experimentar sed excesiva. MedlinePlus indica que una de ellas podría ser la “pérdida de fluidos corporales del torrente sanguíneo hacia los tejidos”, lo cual puede ocurrir debido a ciertas condiciones como la sepsis o la insuficiencia cardíaca, hepática o renal. La presión arterial baja puede ser otro culpable. Prevention apunta que el cuerpo podría desencadenar una sed extrema con el fin de que agreguemos más agua a la sangre, en un intento por elevar la presión arterial.
Una necesidad constante de beber también puede deberse a un problema psicológico conocido como polidipsia psicogénica. Según la NHS, esta situación ocurre cuando “una persona con una condición de salud mental, como la esquizofrenia, bebe cantidades excesivas de agua que los riñones no pueden excretar (eliminar)”.