Tarde o temprano, los seres humanos se ven obligados a lidiar con malas hierbas que dañan el césped. Ya sea que provengan del jardín trasero de su vecino o que las haya plantado por error, tener que desterrarlas le quita muchísimo tiempo e implica gastar energía. No es que quiera ponerme del lado del enemigo pero debe saber que muchas de esas hierbas no son tan malas como creía. Si ya están dentro de su propiedad, no pierde nada con conocer sus propiedades medicinales y sus usos en la gastronomía.
No obstante, le recomiendo que consulte a un especialista antes de agregar algún complemento a su régimen alimenticio. Estas hierbas no sólo son ingredientes asombrosos para sus comidas, sino que están repletas de beneficios para la salud que harán que quiera correr a rescatarlas de la basura o pila de compostaje. A continuación, le presento a algunas de las “invasoras de césped” más famosas…
1. Acedera
Los que hayan conocido a Julia Child, sabrán que adoraba condimentar sus sopas con acedera. Esta hierba es un ingrediente típico de la gastronomía francesa y su sabor es una mezcla entre lo ácido y lo agrio. Además, suele ser un sustituto asombroso de la rúcula en las ensaladas. La acedera es muy popular en las regiones de Egipto, Senegal y Sudán y forma parte del plan alimenticio de la mayoría de los habitantes. Por lo general, suele dar sus primeros brotes al llegar la primavera.
Según el Consejo de Investigación Científica de Jamaica, la acedera contiene porcentajes elevados de vitamina C, riboflavina, calcio, niacina y flavonoides, antioxidantes muy potentes. Un grupo de investigadores de origen mexicano aseguran que consumirla diariamente reduce la cantidad de triglicéridos en sangre.
2. Vara de oro
La vara de oro suele considerarse el principal causante de la fiebre del heno o rinitis alérgica, aunque la culpa es compartida con la ambrosía. Cuenta la leyenda que, después del Motín del Té en 1773, los colonos optaron por la Solidaro odora, una variedad de la vara de oro, para reemplazar la famosa y, en ese momento, muy poco accesible infusión de origen inglés. La hierba brota al finalizar el verano y a principios del otoño y cuenta con tallos delgados, largos y flores amarillas. El té se prepara con las hojas y las flores. Las que tienen aroma a anís suelen ser las más sabrosas.
El Centro Médico Milton S. Hershey de la Universidad Estatal de Pensilvania asegura que la vara de oro posee propiedades antiinflamatorias por lo que, tradicionalmente, se utiliza como diurético, ya que promueve la orina. Comúnmente se usa para tratar la inflamación de los riñones y de la vejiga, al igual que para aliviar los síntomas de resfriados, artritis, ataques de gota y cálculos renales.
3. Abrótano
Antes de que el lúpulo se transformara en un saborizante y conservante natural de la cerveza en la Europa medieval, las hojas de abrótano solían ser un ingrediente popular entre los fabricantes. Al ser dulce, se complementa muy bien con la malta en ciertos tipos de cerveza. Si bien la hierba en su forma silvestre es tóxica, el proceso de fermentación se deshace de los químicos indeseados. De todos modos, le recomiendo que evite ingerir la planta cruda.
Según WebMD, el abrótano solía ser un aliado de las parteras, debido a que contiene químicos que estimulan el útero. Como si esto fuera poco, este pariente cercano del ajenjo se incorpora en almohadillas aromáticas o en baños relajantes a fines de aliviar dolores articulares y musculares.
4. Milenrama
La milenrama es súper conocida y fácil de conseguir. Se la suele plantar en jardines herbales por su capacidad de elevar la producción de aceite de las especias que lo rodean. Algunos fósiles descubiertos en yacimientos neandertales europeos demuestran que la hierba ha convivido con los seres humanos durante más de 60.000 años. También solía ser una infusión en la Europa medieval y su sabor amargo es inconfundible.
La milenrama ha sido muy utilizada en la Norteamérica precolombina como medicina para tratar miles de enfermedades. La Enciclopedia Ilustrada de Hierbas de Rodale afirma que sirve para aliviar la fiebre alta y los dolores. Esto puede deberse a que contiene derivados de ácido salicílico similares a los de las aspirinas. Como si esto fuera poco, posee un compuesto orgánico con propiedades antiinflamatorias conocido como azuleno.
5. Valeriana
La planta de valeriana no destaca por contar con un aroma agradable; de hecho, muchos herbalistas estadounidenses aseguran que huele a calcetines sucios. Incluso existe una variedad asiática que se conoce popularmente como Phu. Dejando los olores de lado, la valeriana es una hierba milenaria. La leyenda sugiere que el flautista de Hamelín, además de su música, utilizó valeriana, para deshacerse de las ratas que invadían la ciudad, ya que la planta intoxica a los gatos y atrae a las ratas.
Los tés y los medicamentos de valeriana se comercializan a lo largo y a lo ancho de Europa y no presentan ningún tipo de riesgo para la salud. El National Institute of Health de los Estados Unidos afirma que la valeriana es un ansiolítico natural y un tratamiento efectivo contra el insomnio.
6. Yerba buena (Menta piperita)
Muchos jardineros experimentados podrán contarle miles de historias de terror sobre la yerba buena. Su aroma es agradable y es capaz de llenar con rapidez los espacios vacíos del jardín. El problema es que ahoga al resto de las plantas y crece hasta de brotes pequeños que quedan en la tierra. Si bien es una hierba altamente invasiva, suele ser un ingrediente muy útil en la cocina.
En primer lugar, les aporta un toque fresco a los tés helados, los postres, caramelos y cocteles con alcohol. Además, alivia todo tipo de molestias estomacales. La Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos asegura que es un remedio natural muy efectivo para tratar los síntomas del síndrome del intestino irritable y de la acidez. Como si esto fuera poco, relaja el área del colon durante las colonoscopías, aunque espero que no la necesite para eso.
7. Sauce
Cualquiera que haya tenido que lidiar con un sauce podrá explicarle cuán problemático es. Las raíces de estos árboles destruyen los cimientos de las construcciones y, como si esto fuera poco, pueden duplicar su tamaño después de una simple poda. La variedad tortuosa destaca por contar con ramas pintorescas, que suelen usarse para hacer artesanías; sin embargo, estas bondades no compensan su habilidad de arruinar las plantas que lo rodean.
En cuanto a sus propiedades medicinales, la historia cambia bastante. De hecho, el té de corteza de sauce se conoce desde la época del médico Hipócrates. Los compuestos activos en ella son similares a los de una aspirina y sirven para aliviar molestias comunes. El Centro Médico de la Universidad de Maryland asegura que el sauce es muy efectivo para tratar dolores de cabeza y de espalda y osteoartritis.
8. Diente de león
En cualquier tienda de jardinería podrá encontrar todo tipo de herramientas útiles para deshacerse de las raíces extensas de esta hierba tan molesta. Le aseguro que es el peor enemigo de todo aquel que desee tener un césped verde y prolijo. Sin embargo, estudios recientes han demostrado que la raíz del diente de león beneficia al césped, ya que le aporta nutrientes que se localizan en el fondo de la tierra. Sus hojas amargas constituyen un ingrediente común en las ensaladas que se sirven en restaurantes gourmet.
Por otro lado, los beneficios medicinales del diente de león incluyen, principalmente, propiedades diuréticas (es decir, promueven la orina). Se utiliza en Medio Oriente desde el siglo diez. Según Agriculture and Agri Foods Canada, los dientes de león están repletos de vitamina C y estimulan el apetito.
9. Llantén mayor
Esta hierba es tan común en Norteamérica que es probable que haya pisado alguna mientras caminaba por la acera. Crecen en el césped, en las veredas y en cualquier espacio fértil. Su aspecto es muy poco llamativo, aunque aporta un sabor exquisito a las ensaladas.
Además, las hojas han sido utilizadas durante décadas como solución tópica para aliviar las picaduras de insectos, las quemaduras de sol, las ampollas y los sarpullidos causados por hiedras venenosas. Esto se debe a que contienen tanino y alantoína. Por otro lado, el Sistema de Salud de la Universidad de Michigan la considera un tratamiento útil para la bronquitis crónica gracias a sus propiedades antiinflamatorias.