¿Alguna vez se puso a pensar mientras sudaba en la cinta de correr que le encantaría estar en algún lugar del mundo donde el viento soplase en su rostro y el sol quemara su espalda? Créame, trato de salir a trotar cada vez que el clima me lo permite, pero para los que vivimos en el sudoeste de Ontario, Canadá, esto puede ser toda una odisea. Me he dado cuenta que sobre gustos no hay nada escrito pero, de todos modos, decidí crear una lista personal de mis sitios ideales para salir a correr en el mundo.
Me encanta la idea de tomarme unas vacaciones familiares en las que también pueda disfrutar de uno de mis pasatiempos preferidos. Con ustedes, ocho sitios del mundo que cualquier atleta desearía explorar…
1. Saviese, Alpes Suizos, Suiza
Además de ser un sitio tranquilo y pacífico— Saviese se encuentra en el corazón de los Alpes Suizos y es el paraíso de muchos corredores.
Comience su travesía a lo largo de la cordillera montañosa natural de Saviese. Respire el aire fresco y puro y disfrute de las vistas imponentes a medida que atraviesa los bosques frondosos. A los corredores más aventureros les encantará este destino rústico lleno de vegetación y terrenos irregulares.
2. Acantilados de Moher, Irlanda
Cualquier irlandés se sentirá orgulloso de visitar los majestuosos acantilados de Moher, al oeste del país. Este estrecho extenso, situado a 214 metros por encima del océano Atlántico, sitúa a los corredores en un escenario impactante, que hasta parece haber sido sacado de una película.
Recorra la costa y disfrute de la brisa del mar, de las vistas de los acantilados repletos de vegetación y del océano azul…todo de una sola vez. Opte por los senderos más pintorescos en Hags Head, Doolin o en la bahía de Galway. No se olvide de traer un equipo deportivo apto para la lluvia, ya que las condiciones climáticas son muy cambiantes.
3. Kioto, Japón
Si sueña con respirar el delicado aroma de las cerezas cuando florecen, venga a trotar en primavera a la ribera del río Kamogawa en Kioto.
Este sendero se encuentra lejos del ajetreo que tanto caracteriza a Japón y se extiende unos 31 km. Por lo general, el otoño se caracteriza por sus temperaturas templadas, sin mencionar que encontrará muchísimas zonas con sombra para relajarse junto al río.
4. Joshua Tree, California
Con 95,94 km² de senderos, tanto los corredores principiantes como los más experimentados podrán explorar el Parque Nacional Joshua Tree, situado al sudoeste de California. Aquí podrá deleitarse con los escenarios de Joshua Tree y podrá reconectarse con la madre naturaleza.
A poca distancia de los desiertos de Mojave y Colorado, podrá caminar, escalar y acampar a lo largo del recorrido. Si estar a la intemperie no es lo suyo, puede rentar una habitación en un hotel cerca de Palm Springs. Durante el día, el clima es seco y caluroso y por la noche, tiende a refrescar bastante.
5. Bondi Beach, Sídney, Australia
¡El famoso “paraíso de los surfistas” también les da la bienvenida a los corredores! A pocos kilómetros de la imponente zona costera de Sídney, Bondi Beach ofrece caminos de cemento, de madera y hasta de roca rústica.
Además, se respira un aire metropolitano en cada rincón, por lo que puede trotar por lugares concurridos — como centros comerciales llenos de turistas, centros de deportes llenos de ciudadanos locales y muelles plagados de artistas que pintan bellísimos murales.
6. Ocean Park Boulevard, Santa Mónica, California
Si desea disfrutar de la brisa del océano y, a su vez, recrear su vista con maravillosos paisajes, póngase sus zapatillas y prepárese para recorrer la famosa costa de Santa Mónica. ¡No hay mejor sitio que este para conectarse con el océano!
Además, las superficies son ideales para cualquiera que desee explorar la zona. Desde atletas y turistas que vienen de paseo hasta corredores y fanáticos del skateboard se reúnen para disfrutar de la fusión de arena y césped. Este destino es ideal para ponerse en forma en cualquier momento del día.
7. Río Olfusá, Reykjavik, Islandia
Ahora nos trasladaremos prácticamente a otro mundo, el reino mágico de Reykjavik, Islandia. No hay mejor adjetivo que épico para describir una caminata por la costa del río Olfusá— rodeado de colinas llenas de vegetación, de montañas asombrosas y de cascadas imponentes.
No se preocupe por el frío. Las temperaturas templadas persisten hasta mitad de año aquí. Este recorrido lo transportará a un universo de glaciares gélidos, de montañas y colinas, de géiseres naturales y de fauna exótica que no encontrará en otra parte del mundo.
8. Universidad Duke, Durham, Carolina del Norte
Rodeado de historia y de impresionante arquitectura de estilo gótico, el campus de la Universidad Duke, en Durham, Carolina del Norte es un laberinto de vegetación. Desde jardines frondosos hasta bosques protegidos y canchas de golf que atraviesan senderos de piedra— las opciones para trotar son de lo más variadas.
Opte por un recorrido distinto cada mañana. De hecho, los maravillosos jardines de Sarah P. Duke cuentan con 223,000 m² de jardines botánicos y casi 8 kilómetros de caminos de tierra. Si elige explorar el campus oeste, se encontrará con 6 kilómetros de trayecto que lo conducirán a la capilla de Duke, un escenario que no se lo puede perder, en especial en el otoño.