¿Alguna vez se puso a comparar los precios de los alimentos orgánicos con los de los mismos pero de tipo no orgánico? A veces la diferencia es abrumadora, en especial cuando se trata de frutas y vegetales. Para muchos Norteamericanos, comprar productos orgánicos es un privilegio al que no pueden acceder. Con un promedio de $215 dólares en gastos de supermercado para una familia tipo, ¡no los culpo!
Sin embargo, están los que prefieren gastar dinero adicional en productos orgánicos para asegurarse de que ingerirán menos químicos y pesticidas. No obstante, ¿realmente vale la pena gastar tanto dinero? Si busca disminuir la exposición a sustancias dañinas y alimentarse de forma saludable sin descuidar su bolsillo, a continuación le presento diez productos orgánicos en los que sí le conviene invertir esos dólares extras…
1. Lácteos
Ciertos productos lácteos como la leche, el yogur y el queso se elaboran con leche de vacas a las que se les han suministrado antibióticos u hormonas de crecimiento. Por esta razón, vale la pena gastar un poco más en productos orgánicos certificados cada vez que pueda para evitar ingerir estos aditivos dañinos para su propia salud.
Si aún no está satisfecho, puede optar por productos lácteos que sean orgánicos y que, además, hayan sido elaborados con leche de ganado que ha sido alimentado sólo con pasto. Esto significa que las vacas no han consumido granos y han pastado por su cuenta. Esto también es importante si le preocupa el bienestar de los animales, ya que así las criaturas disfrutan de mucha más libertad y de una mejor calidad de vida que al ser criadas en tambos comerciales.
2. Tomates
Los tomates son tan versátiles que pueden disfrutarse en ensaladas y sándwiches o incorporarse a salsas, guisados y otros platillos sabrosos. Sin embargo, la próxima vez que vaya de compras, opte por los orgánicos. Estos frutos ocupan el puesto número 10 de productos más contaminados según Environmental Working Group, ya que se ha descubierto que contienen alrededor de 70 tipos distintos de pesticidas de acuerdo con el Programa de Pesticidas del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos.
Muy pocas veces pelamos los tomates, por lo que también ingerimos los restos de pesticidas que quedan en la piel de la fruta. Por más que compre tomates orgánicos, siempre lávelos bien antes de cocinarlos o comerlos.
3. Soja
La soja se consigue en distintas variedades: tofu, salsa de edamame, leche, tempeh y hasta en forma de aceite. Cabe aclarar que, según los estudios del Servicio de Investigación Económica del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, aproximadamente el 94% de los granos de soja producidos en 2015 en los Estados Unidos son transgénicos.
Así que si le preocupa consumir productos con ingredientes genéticamente modificados, busque variedades orgánicas de tofu, leche, edamame y tempeh. Además, es clave leer las etiquetas de cualquier alimento, ya que muchos granos de soja transgénicos se convierten en aceite que luego se incorpora en productos envasados. La triste realidad es que puede estar dañando su organismo sin siquiera darse cuenta.
4. Apio
El apio es una buena fuente de fibra alimentaria y de vitaminas esenciales B y C. No obstante, si forma parte de su lista de compras, le recomiendo que gaste un poco más en los de tipo orgánico que hayan sido certificados. Este vegetal ocupa el puesto número 6 de productos más contaminados según Environmental Working Group, ya que se ha descubierto que contiene alrededor de 64 tipos distintos de pesticidas.
Además, al no tener piel, ingiere todos los residuos que quedan en los tallos por más que los lave una y otra vez. Si no consigue apios orgánicos, le sugiero que evite este alimento y opte por otros con menos pesticidas como los espárragos, que también son muy sabrosos y se pueden disfrutar crudos.
5. Pepinos
Jamás se hubiese imaginado que los pepinos contuvieran semejante cantidad de pesticidas, en especial si considera que crecen con tanta facilidad en los jardines traseros. Sin embargo, el Programa de Pesticidas del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos asegura que estas delicias naturales esconden nada más y nada menos que 86 tipos distintos de pesticidas.
Además, ocupan el puesto número nueve en la lista de productos contaminados de Environmental Working Group. Por estas razones, lo más recomendable es optar por pepinos orgánicos cada vez que pueda. Si esto no está a su alcance, lave bien el vegetal y quítele la piel antes de consumir.
6. Vegetales de hojas verdes
Ciertos vegetales de hojas verdes como la espinaca, la col rizada y la lechuga tienen algunas características poco agradables que las vuelven propensas a contener químicos y pesticidas. Sus hojas amplias y carnosas facilitan la absorción de pesticidas y, por naturaleza, son más difíciles de limpiar. Además, solemos comer la planta entera, lo que implica que no se puede remover la piel para deshacernos de algunos residuos.
Por estas razones, lo orgánico es lo más recomendable, a menos que lave bien sus verduras con un desinfectante especial para vegetales, luego las deje secar y las guarde. Pero, como dijimos, es mejor optar por la primera opción y ahorrarse el esfuerzo adicional cada vez que vaya de compras.
7. Carne
Como sucede con los productos lácteos, las carnes de pollo, cerdo y res pueden contener antibióticos y hormonas de crecimiento. Como si esto fuera poco, la carne no orgánica también contiene pesticidas químicos que los animales ingieren por medio de sus alimentos. Estos granos utilizados para alimentar animales se cosechan con herbicidas y fertilizantes sintéticos que se traspasan a nuestro organismo por medio de la carne.
Optar por carnes orgánicas certificadas y elaboradas con animales alimentados con pasto evitará todos esos pesticidas, antibióticos y hormonas, junto con todos los gastos asociados. Al igual que con los lácteos, sus elecciones pueden impactar en el bienestar de los animales y del ambiente, ya que la crianza de ganado comercial se ha vuelto un tema muy controversial en estos últimos tiempos.
8. Uvas
Las uvas siempre han sido consideradas un bocadillo saludable aunque le sorprenderá saber que esconden más de 15 tipos distintos de pesticidas. Si bien aportan muchas vitaminas y minerales, estos efectos positivos se ven opacados por su contenido químico.
Le sugiero que opte por las uvas orgánicas por dos motivos: en primer lugar, porque siempre comemos las uvas enteras, con hollejo y todo, lo que significa que no nos deshacemos de los residuos por más que lavemos bien el fruto. En segundo lugar, ¿quiénes son los fanáticos número uno de las uvas? Los niños. Las consecuencias de la exposición prolongada a los químicos pesticidas a temprana edad continúan siendo estudiados y son un tema muy controversial. Si no quiere poner en riesgo a los más pequeñitos, pague un poco más por las uvas orgánicas.
9. Maíz
Con el maíz ocurre lo mismo que con la soja, ya que ambos son granos comerciales que se convierten en alimento para animales y en aceites para elaborar productos envasados. Alrededor del 90% de las cosechas de maíz en los Estados Unidos son transgénicas. Así que si evitar este tipo de alimentos es una de sus prioridades, opte por maíz orgánico.
Y esto también se aplica a los derivados de maíz como las papas, las tortillas, las palomitas de maíz, la harina de maíz, el almidón de maíz y los cereales de hojuelas de maíz. Procure leer siempre las etiquetas de los productos envasados para no tener que llevarse una sorpresa desagradable. Compre alimentos que tengan certificaciones y etiquetas que le garanticen que no han sido genéticamente modificados para así asegurarse de que no está consumiendo pesticidas e ingredientes dañinos para su salud.
10. Manzanas
Si es fanático de las frutas, las manzanas seguro aparecen en su lista de compras, ya que aportan enormes cantidades de fibra, vitaminas y minerales (recuerde el viejo dicho “una manzana al día…”). Sin embargo, si su presupuesto sólo le permite comprar algunos pocos alimentos orgánicos, las manzanas deben ser uno de ellos. Esto se debe a que el snack favorito de todos ocupa el puesto más alto de la lista de productos contaminados de Environmental Working Group y el 99% de las muestras analizadas han dado positivo en la prueba de residuos de pesticidas.
Lavar bien y pelar las frutas siempre es buena idea pero por más que algunos de los pesticidas desaparezcan, se perderán todos los beneficios que aporta la cáscara. Para sacar máximo provecho de las manzanas (sin contar con cantidades desorbitantes de químicos), dígale sí a las orgánicas la próxima vez que vaya de compras. Recuerde: la salud no tiene precio.