Puede que no sean visibles a simple vista, pero las bacterias están por todas partes, y su contribución a la biosfera no puede ser subestimada. En el mundo natural, las bacterias ayudan a los animales a digerir los alimentos, ayudan a los árboles a crecer y desempeñan un papel fundamental en la forma en que el medioambiente recicla los nutrientes.
Pero, a pesar de toda la ayuda que nos prestan, algunas bacterias pueden ser francamente horribles. La Clostridium difficile (o C. diff, por su abreviación) está definitivamente en el equipo contrario. Cuando se introducen en el cuerpo humano, estas molestas bacterias pueden causar estragos en el sistema digestivo, la dieta y la calidad de vida de una persona. Así que vamos a echar un vistazo más profundo a la C. diff, para dilucidar qué es, cómo se trata, y las modificaciones dietéticas que usted puede hacer.
¿Qué es C. Diff?
C. diff es un tipo de bacteria. Nada más que los Estados Unidos, aproximadamente medio millón de personas son diagnosticadas con C. diff cada año, y esa tendencia ha ido aumentando de forma constante en los últimos años. Los más vulnerables a la infección suelen ser los pacientes en centros de atención médica y que requieren antibióticos durante un periodo prolongado.
Sin embargo, en los últimos tiempos están apareciendo infecciones por C. diff en personas jóvenes y -en líneas generales- sanas, que no han estado expuestas recientemente a antibióticos. Afortunadamente, las infecciones por C. diff pueden tratarse de forma relativamente sencilla. No obstante, dichas infecciones pueden ser mortales si no se tratan, especialmente en pacientes mayores de 65 años.
Síntomas leves o moderados
Las infecciones por C. diff pueden variar en gravedad, pero incluso los síntomas más leves son desagradables.
Las infecciones leves o moderadas presentan dos síntomas principales. El primero es la diarrea acuosa tres veces al día durante un periodo superior a dos días. También puede ir acompañada de calambres abdominales leves y sensibilidad.
Síntomas graves
La infección grave por C. diff es mucho peor, y también lo es la gama de síntomas que presenta. La diarrea acuosa también está presente, pero los enfermos graves pueden padecerla hasta 15 veces al día. También se pueden sentir calambres abdominales, pero mucho más severos.
Otros síntomas de las infecciones graves por C. diff pueden ser: aceleración del ritmo cardíaco, pérdida de apetito, pérdida de peso, náuseas, deshidratación, presencia de sangre o pus en las heces, aumento del recuento de glóbulos blancos e, incluso, insuficiencia renal.
Tratamiento
En el tratamiento de la C. difficile, su médico de cabecera puede recurrir a una serie de estrategias diferentes en función de la gravedad de sus síntomas y de cómo éstos respondan al tratamiento.
Si su médico cree que su C. diff se desarrolló debido a una prescripción continua de antibióticos, puede pedirle que deje de tomarlos. El médico también puede recetarle un antibiótico diferente, como el metronidazol, para ayudar a restablecer el equilibrio de su sistema digestivo.
Cambios en la dieta
Estos tratamientos prescritos por el médico suelen ser utilizados junto con un plan de nutrición modificado. Una dieta de tratamiento de C. diff requiere que los pacientes introduzcan varios tipos de alimentación específicos en su rotación diaria.
La dieta contra la C. difficile también requiere la eliminación de los alimentos problemáticos del menú. A continuación, exploraremos ambas vías.
Alimentos a añadir en su dieta
Los síntomas de una infección por C. diff pueden mitigarse y, posiblemente, incluso eliminarse, mediante ajustes dietarios específicos. Sin embargo, tenga en cuenta que no le estamos animando a omitir la consulta del médico y, en cambio, limitarse a comer más yogur griego natural.
C. diff puede ser mortal si no se trata, o se trata de forma inadecuada. No obstante, puede ocurrir que su médico sólo le prescriba cambios en la dieta. Echemos un vistazo a los alimentos que ayudan a combatir la bacteria C. diff.
Probióticos
Los probióticos son siempre sus amigos, pero son especialmente útiles cuando se recupera de C. diff. Algunos probióticos pueden ayudar a reducir la inflamación causada por C. diff, mientras que otros pueden ayudar a evitar que la bacteria se adhiera a la superficie de su intestino.
Además, algunos probióticos pueden incluso destruir la bacteria C. diff. Por suerte, hay muchos alimentos, como los fermentados, que contienen probióticos naturales y pueden ayudar a mantener a raya la diarrea acuosa. También puede beneficiarse de tomar un suplemento probiótico.
Calcio
El calcio desempeña un papel importante en el tratamiento de la bacteria C. diff; no sólo puede ayudar a tratarla, sino que, también, puede ayudar a disminuir el riesgo de desarrollar C. diff.
La buena noticia es que hay muchas fuentes excelentes para obtener calcio, tales como los productos lácteos. Pero también hay muchos alimentos no lácteos que son ricos en calcio, tales como las verduras de hojas, el pescado en conserva, los frijoles y los alimentos enriquecidos.
Proteínas y almidones
Las proteínas son nutrientes esenciales que ayudan al cuerpo a reparar las células y a fabricar otras nuevas; también son esenciales para el crecimiento y el desarrollo. Tanto los alimentos ricos en proteínas como los almidones fáciles de digerir (por ej. las patatas y el arroz blanco), son adiciones muy recomendables para una dieta de recuperación de C. diff.
Al elegir fuentes de proteínas, asegúrese de optar por proteínas magras como el pollo, el pavo o los huevos.
Fibra soluble
Otro tipo de alimentos que usted debería tener en cuenta para su dieta contra el C. diff son los alimentos ricos en fibra soluble. De acuerdo con Oncology Nutrition: “Algunos estudios en animales mostraron que el uso de dietas que incluyen fibra soluble (salvado de avena) ayudó a eliminar la infección por C-diff con mayor eficacia que una dieta con fibra insoluble (salvado de trigo).”
Los alimentos ricos en fibra soluble son la avena, los frijoles, las zanahorias, los cítricos, las arvejas, la cebada, las fresas y la pulpa de manzana.
Verduras no crucíferas
Las verduras también son recomendables para una dieta contra el C. diff. Sin embargo, asegúrese de evitar las verduras crucíferas, ya que pueden causar estragos.
Algunas buenas opciones son la remolacha, los pepinos, el apio, los calabacines y los frijoles verdes. Estas verduras deben cocinarse bien antes de comerlas. También puede añadirlas a jugos, licuados o sopas.
Líquidos
Desafortunadamente, la diarrea crónica puede causar deshidratación. Para evitar la deshidratación, es esencial que beba mucho líquido en su dieta contra la C. difficile.
El agua es, por supuesto, una buena forma de mantenerse hidratado, pero también debería considerar la posibilidad de tomar sopas a base de caldo. Por último, asegúrese de estar atento a los signos de deshidratación.
Alimentos que hay que evitar
Aquí vienen las malas noticias. La bacteria C. diff -y sus síntomas- también pueden verse exacerbados por las cosas que decida poner en su plato. Tendrá que mantenerse alejado de cualquier cosa que cause malestar estomacal, calambres o gases. Correcto: casi todas las cosas ricas.
La comida picante, la comida frita, la comida grasienta y los alimentos con alto contenido en grasa deben desaparecer de su dieta, si desea eliminar este bicho para siempre. También deberá evitar el uso de aceites sintéticos para cocinar y no comer verduras crudas de ningún tipo.
No, sus días de alas de pollo frito no han terminado para siempre. Debería poder reintroducir algunos de sus gustos indulgentes favoritos una vez que se haya recuperado por completo.
Consejos de prevención
Si no tiene C. diff pero prefiere ser proactivo, tenemos buenas noticias para usted. Hay muchas formas de protegerse de la bacteria C. diff. Es conveniente que se mantenga alejado del uso innecesario de antibióticos, y si necesita uno, solicite uno que sólo deba ser suministrado durante un corto periodo de tiempo.
El lavado de manos, la limpieza a fondo y la adopción de precauciones en el interior de los centros sanitarios también son fundamentales para mantenerse a salvo de la bacteria C. difficile.
Cuándo acudir al médico
Si cree que puede estar sufriendo una infección por C. diff, consulte a su médico inmediatamente. No es necesario que su estado sea grave para que pueda beneficiarse de la orientación de un médico profesional.
No hay una forma segura de protegerse de esta incómoda e indecorosa condición. Afortunadamente, una visita al médico y el uso diligente de los medicamentos prescritos deberían ayudarle a volver a la normalidad antes de que se dé cuenta.