Cada tipo de yoga tiene reservado un sitio especial en mi corazón. Por ejemplo, practico Astanga yoga para reforzar mi cuerpo y mi espíritu, Hot yoga para transpirar y desintoxicarme y yoga regenerativo para aliviar y estirar los músculos con contracturas y doloridos así como para armonizar mi cuerpo y mi respiración. De cualquier manera, siempre me reservo un lugar en la agenda para practicar yoga por los siguientes motivos…
1. Estilo Yin yoga
El Yin yoga es una forma pasiva y transformadora de Hatha yoga en la que los participantes deben sostener cada postura por 8 minutos. Las poses se mantienen por más tiempo para reforzar, expandir y aliviar las articulaciones, los músculos, ligamentos, fascia y demás tejidos conectivos.
Es mucho menos activo que otros tipos de yoga, ya que debe pasar la mayor parte del tiempo sobre la esterilla. La finalidad principal del yin yoga es conectarlo con la tierra. A medida que aprende a desconectarse de la rutina diaria y a escuchar a su cuerpo, descubrirá cómo hacer para entregarse por completo, en cuerpo y mente, a esta práctica.
2. ¿Por qué elegir Yin?
Tenía una instructora de yoga que solía decirme que el Yin yoga era lo último en meditación transformativa. Esto se debe a que el cuerpo y la mente interactúan en la esterilla.
Es cierto que el Yin yoga beneficia a los grandes atletas y deportistas. También es un buen complemento para los fanáticos del yoga, como yo, que practicamos con regularidad otros estilos más activos y demandantes como el Yang yoga.
3. Yin y yang
Como dijimos antes, el yin y el yang son fuerzas complementarias que trabajan en conjunto y están presentes en todos nosotros. De hecho, la medicina tradicional China nos explica que para estar completamente sanos y sentirnos bien, el yin y el yang deben sostenerse y estar totalmente equilibrados.
Debido a que nuestra vida está llena de elementos yang (calor, exceso de estimulación, movimiento, velocidad), el equilibrio es más fácil de lograr si nos concentramos en las energías yin (frescura, relajación, quietud y lentitud).
4. Reconéctese e intente abrirse
Mientras que las asanas (poses) del estilo yang apuntan a energizar y mejorar el estado físico, al mismo tiempo que fortalecen el cuerpo y la mente— las posturas yin se hacen sobre una esterilla concentrándose en ganar espacio, flexibilidad, reconexión y en liberar la energía o la negatividad acumuladas.
El Yin yoga tiende a centrarse en los tejidos conectivos más propensos a sufrir bloqueos. Al abrir y purificar el espacio alrededor de los órganos vitales, de los músculos y articulaciones más exigidos, podemos prevenir el desarrollo de lesiones y enfermedades.
5. Posturas yin
Las posturas del Yin yoga se centran o focalizan en la parte inferior del cuerpo (el yang, en la superior). Así que prepárese para hacer muchos ejercicios de estiramiento lento en los tejidos conectivos profundos de la cadera, la pelvis, las piernas y los pies. Las poses purificadoras suelen incluir muchos giros, inclinaciones y aperturas de cadera.
Le repito, el yin es más tranquilo pero cuenta con muchos momentos de meditación en los que el cuerpo y la mente trabajan al máximo. Muchos principiantes aseguran sentir incomodidad (moderada) tanto a nivel físico como psíquico. Después de todo, tener que mantener cada postura por 8 minutos sin poder moverse puede generar molestias e inseguridad.