¡Buenos días! Quizás ya es de noche donde vive pero, cualquier momento es perfecto para comer productos de desayuno. Permítame preguntarle algo serio — ¿sólo consume avena cuando hace frío? Cuando se trata de cereales de desayuno favoritos, los de caja y los copos de avena son los más elegidos. La pregunta del millón es…¿cuál es más saludable?
Echémosles un vistazo al valor nutricional, a la variedad y a la conveniencia de cada uno para ver quién se lleva el primer puesto…
1. Valor nutricional
Al hablar de avena y cereales debemos dejar algo bien claro — como hay tantos sabores y tipos de cereales, cada uno tiene su propio valor nutricional.
La mayoría sabe que los cereales están repletos de azúcar — en especial, los aros de fruta o de miel y las bolitas de chocolate (ya sabe, esos que son para niños). En este caso haré referencia a los cereales ricos en vitaminas y minerales — no los que contienen cantidades desorbitantes de chocolate, colorantes y malvaviscos.
2. Cereales integrales
Por si no sabía, los granos integrales retienen todas las partes esenciales (o nutritivas) de los granos. Esto significa que se retiene el germen de trigo, el endospermo y el salvado. Por otro lado, los granos refinados dejan de lado los nutrientes esenciales.
Por eso, si elige un cereal hecho a base de salvado, debe saber que obtendrá miles de vitaminas y minerales — tales como vitamina A, hierro, fibra y vitamina B.
3. Avena sola
La avena sola no es más que eso — no tiene mucho sabor y ofrece menos vitamina A, hierro y vitamina B que los cereales integrales. Por supuesto que puede agregarle otros ingredientes— frutas frescas o desecadas, frutos secos, yogur, leche descremada, canela o un poquito de jarabe de arce, miel o manteca de manzana.
No obstante, lo bueno de la avena es que aporta menos colesterol, grasa y azúcares refinados que otros cereales en caja. Muchas personas la prefieren porque los hace sentir llenos por más tiempo y no hay nada mejor que estar bien satisfecho en una fría mañana de invierno.
4. El factor conveniencia
Seamos honestos y hablemos de la conveniencia entre comer cereales listos o copos de avena (hasta la que no tiene cocción tarda entre 10 y 15 minutos en estar lista). Lo más probable es que por la mañana opte por comer cereales, ya que es mucho más práctico. Todo lo que necesita es un cuenco, las hojuelas, un poco de leche y ¡ya está listo para disfrutar!
Sin embargo, puede preparar una porción de avena la tarde anterior. Simplemente coloque un cuarto de avena sin cocción en un tazón, rocíe un puñado de semillas de chía o linaza, pedacitos de almendra y nueces, pasas de uvas y frambuesas desecadas. Luego agregue un poco de yogur o leche y deje remojar la preparación durante toda la noche. ¡Voilà! ¡Todo lo que necesita para empezar el día con energía!
5. Sea creativo
Por más que sus preferencias de desayuno sean diferentes a las de su pareja o de su vecino, es probable que sea el tipo de persona a la que le encanta desayunar algo distinto todos los días. Es por eso que muchos optan por los cereales de caja, que se jactan de ofrecer sabores, colores y formas diversos. Estoy segura de que encontrará muchísimos cereales nutritivos en la sección de alimentos naturales de su supermercado. Opte por las variedades sin azúcar agregada, conservantes y colorantes y siempre elija cajas con ingredientes que sea capaz de pronunciar.
Por supuesto que si come avena con los mismos agregados todas las mañanas llegará un momento en el que se hartará. Para evitar saturarse, llene su alacena de nueces, semillas, frutas desecadas y frescas, manteca de nuez y endulzantes naturales para personalizar sus desayunos.