¿Por qué cuando nos sentimos particularmente estresados tendemos a buscar alimentos que exacerbarán más nuestra ansiedad?
Está comprobado que, cuando hace calor, el cuerpo tiene antojos implacables de alimentos altos en grasa, azúcar y sal. ¿Por qué?
Bueno, puede culpar a la comunicación entre el cerebro y el cuerpo por su tendencia a obtener los tentempiés que, en última instancia, aumentarán sus niveles de cortisol en la escala de estrés. Esa oleada llega al cuerpo gracias a la respuesta de “lucha o huida” que nos causa euforia temporal pero que, a la larga, resultará en un miserable montón de irritabilidad, agotamiento y dolores de cabeza.
Así que antes de ir a la máquina expendedora o de ir por una donut para calmar las tensiones de la jornada laboral, conozca los diez peores alimentos para comer cuando se siente estresado…
1. Dulces
A menudo soy culpable de entregarme al chocolate después de un día particularmente complicado. Sin embargo, los alimentos y las golosinas altos en azúcar refinada solo aumentan las hormonas del estrés (es decir, el cortisol) y elevan tanto la glicemia que es inevitable no poco después hacer un aterrizaje de emergencia.
2. Café
No existe tal cosa como una relajante taza de café. Aunque se sienta en paz canalizando su estrés en un macchiato de caramelo doble extra grande, este solo aumentará su estrés. La trifecta asesina de cafeína, azúcar y grasa solo aumentará los nervios por la cafeína y lo dejarán sintiéndose arrepentido por su desplome de azúcar.
3. Carnes rojas
Claro, la carne roja es conocida por su alto contenido de hierro. Pero antes de que se sumerja en ese filete grueso y jugoso, deguste una porción de sabiduría nutricional — estudios vinculan las dietas ricas en proteínas con el aumento de los niveles de dopamina (el centro de recompensas y placeres del cerebro) que puede aumentarle las señales de estrés al cerebro.
4. Patatas fritas
Comerse un montón de papas fritas crujientes y grasosas, chips, o incluso papas dulces fritas (siguen siendo fritas) puede darle un impulso de energía. Sin embargo, su elección de golosina con alto grado de grasas, altas en sodio y vacías en carbohidratos lo dejarán desprovisto de cualquier energía real más adelante.
5. Bebidas energéticas
Se podría pensar que está tomando una lata de aligeramiento cuando en realidad todo lo que está bebiendo es un golpe inevitable de azúcar. Las bebidas energéticas son algunas de las peores bebidas que puede tomar si lo que quiere es lidiar con el estrés. Una sola lata de una bebida energética, como Red Bull, ¡lo dejará sintiéndose tan ansioso que no será capaz de concentrarse en otra cosa que en su nerviosismo causado por la cafeína!
6. Alcohol
Un buen vaso de vino puede parecer la recompensa perfecta después de pasar por un día estresante. Sin embargo, el alcohol no lo calmará— en realidad estimula la respuesta de estrés natural del cuerpo. De hecho, estudios demuestran que los bebedores empedernidos tienen niveles de cortisol naturalmente más altos que los bebedores moderados y que las personas que no toman licor.
7. Galletas o papas fritas
Su paquete favorito de patatas fritas o galletas en caja para las meriendas prometen muy poco valor nutricional. De hecho, toda la bolsa no es más que un montón de grasa procesada, aditivos artificiales y una cantidad espantosa de sodio. Claro, puede parecer tener algo de consuelo a primera vista — pero realmente, no tiene ninguna recompensa real cuando se trata de reducir el estrés y de aumentar su estado de ánimo.
8. Lácteos altos en grasa
La crema, la leche alta en grasa y los quesos ricos son conocidos por ser bastante difíciles de digerir. Inevitablemente, los problemas de digestión generarán estrés en el cuerpo, particularmente si los consume por la noche y altera sus patrones de sueño.
9. Comidas picantes
A menudo, cuando nuestros cuerpos están estresados, sentimos las consecuencias en nuestro sistema digestivo en forma de gases, distensión y dolor abdominal. Eso significa que una comida picante solo agravará el malestar digestivo y lo dejará con un desagradable caso de ardor estomacal o reflujo ácido.
10. Aceite vegetal vs. margarina
No todos los aceites comestibles ni de esparcir son creados de la misma manera. Por ejemplo, la margarina y el aceite de canola contienen altos niveles de grasas trans que no solo contribuyen al colesterol alto y a la presión arterial alta, sino que también aumentan su riesgo de sufrir una enfermedad cardíaca.