El mundo está lleno de estímulos visuales imperdibles, como los atardeceres, las playas paradisíacas, las noches de verano estrelladas y las luces del norte; sin embargo, no poder ver las marcas del horno ni distinguir las señales viales es mucho más grave que perderse estos espectáculos naturales. No quedan dudas de que la visión es un tesoro muy preciado y, a la vez, delicado.
Si bien muchas personas no videntes o con problemas severos de visión se las ingenian para tener vidas completamente independientes y normales, perder la vista implica llevar a cabo cambios radicales en su rutina. Para evitar semejante pérdida, le sugiero que tenga en cuenta los siguientes siete consejos.
1. Ejercítese
Tanto ejercitarse como mantenerse hidratado son esenciales para garantizar el bienestar general del organismo. Además, la actividad física es una forma maravillosa de prevenir la pérdida de visión. Sus ojos están formados por pequeños vasos sanguíneos y el ejercicio cardiovascular bombea sangre a través de ellos, al mismo tiempo que remueve los depósitos de grasa acumulados. Este desbloqueo tiene el mismo efecto que eliminar los embotellamientos de las calles — los vehículos circulan más rápido y llegan a destino sin complicaciones.
Por supuesto, le recomiendo que hable con su médico de cabecera antes de someterse a entrenamientos intensos. Las rutinas cardio son fáciles de incorporar a su vida y no hace falta que sean extenuantes para que aporten sus beneficios. Algunas opciones interesantes son caminar, trotar y nadar.
2. Aliméntese de forma saludable
El viejo dicho o proverbio que dice que comer zanahorias mejora la vista, no se equivoca. Al menos en parte. Alimentarse de forma saludable protege su vista de muchas maneras. En primer lugar, al mantener un peso corporal saludable, reducirá los riesgos de desarrollar diabetes. La retinopatía diabética, o ceguera asociada con las diabetes tipo 1 y 2, ocurre cuando se dañan los vasos sanguíneos de la retina del ojo.
Por otro lado, seguir una dieta equilibrada hace que los nutrientes y vitaminas reduzcan las posibilidades de padecer degeneración macular asociada a la edad (DMAE). Si bien la DMAE no provoca ceguera completa, hace que se dificulte reconocer rostros o manejar de forma segura. Una dieta rica en vitaminas A, C y E constituye un buen refuerzo contra la DMAE. Estas vitaminas están presentes en frutas y vegetales de colores brillantes, como el brócoli, las naranjas y, por supuesto, las queridas zanahorias.
3. No sólo use gafas de sol en verano
En esos días calurosos y soleados es imposible olvidarse las gafas de sol en casa. Sin embargo, los expertos recomiendan usar gafas y sombrero todo el año para protegerse del sol. Los rayos ultravioleta (UV) presentes en la luz solar pueden causar daños tanto severos como leves en sus ojos, como la fotoqueratitis o quemadura de la córnea que, a su vez, puede desencadenar en problemas oculares permanentes, como el desarrollo de las cataratas.
Lo óptimo es usar gafas oscuras que absorban del 99 al 100% los rayos UVA y UVB. Además, las lentes de contacto con filtro UV no ofrecen la protección que necesita, por lo que le hará falta algo de ayuda extra ¡los 365 días del año!
4. ¡Cuidado con las pesas!
Si bien dijimos que hacer ejercicio es clave, ciertas actividades como el levantamiento de pesas incrementan las posibilidades de dañar sus ojos. Los especialistas han demostrado que las personas que practican este tipo de deporte ejercen presión excesiva en sus ojos, en especial aquellos que mantienen la respiración al levantar las pesas.
El problema de la presión excesiva en los ojos es que lo ponen en riesgo de desarrollar glaucoma, una enfermedad que daña los nervios ópticos y provoca la pérdida parcial de la visión o, en el peor de los casos, ceguera total. Tener elevada tanto la presión ocular como la arterial también genera este tipo de complicaciones.
5. Visite con frecuencia al oculista
Los controles regulares con un experto en salud ocular le permiten detectar cualquier tipo de irregularidad. Ciertas enfermedades, como el glaucoma y la degeneración macular asociada a la edad (DMAE), no suelen manifestarse de inmediato. El glaucoma, en especial, si se detecta en fases iniciales y se trata de inmediato puede controlarse con éxito.
Si tiene antecedentes de problemas oculares en su familia, le sugiero que se realice controles de rutina con frecuencia. Además, si tiene algún tipo de diabetes, es importante estar atento, ya que la retinopatía diabética avanza rápidamente y provoca una pérdida de visión.
6. No fume
Es probable que esté harto de escuchar hablar sobre lo malo que es fumar pero, ¿sabía que también daña sus ojos? Fumar favorece el desarrollo de cataratas y de degeneración macular asociada a la edad (DMAE). Además, las mujeres que fuman durante el embarazo pueden causarles a sus niños retinopatía del prematuro, una enfermedad que hace que los vasos sanguíneos de la retina del bebé crezcan.
La buena noticia es que los peligros disminuyen considerablemente una vez que acaba con este mal hábito. La American Academy of Oftalmology afirma que, apenas deja el cigarrillo, las probabilidades de sufrir cataratas o DMAE son casi las mismas que las de una persona que nunca jamás ha fumado en su vida.
7. Beba con moderación
Consumir alcohol en exceso es otra gran amenaza para su visión, no sólo mientras está bajo los efectos de la bebida. Con el tiempo, los bebedores empedernidos aumentan los riesgos de sufrir cataratas y, si bien existen algunos métodos para tratarlas, como los lentes bifocales y los procedimientos quirúrgicos, lo más recomendable es beber con moderación.
La buena noticia es que aquellos que beben vino blanco en cantidades prudentes reducen las posibilidades de sufrir cataratas. Un estudio llevado a cabo en la Universidad de Islandia reveló que aquellos que quienes preferían el vino blanco tenían la mitad de posibilidades de sufrir cataratas que quienes bebían cualquier otro tipo de bebida de forma excesiva y que los no bebedores.