El asma es una enfermedad respiratoria muy común en los Estados Unidos. Alrededor de 17,7 millones de personas la padecen, según las estadísticas de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).
Que sea tan común no significa que sea fácil de sobrellevar. Si bien no se conoce ninguna cura definitiva, existen ciertos desencadenantes de los “ataques de asma” que pueden ser evitados y, en honor del mes de la concientización sobre la enfermedad, le presentamos seis de ellos…
1. Mantenga limpias las superficies de la casa
Las mesas y las mesadas son los lugares perfectos para que se acumulen el polvo y el cabello de nuestras mascotas, señala GetSmartAboutAsma.com. Incluso las paredes y las lámparas acumulan agentes desencadenantes a pesar de ser superficies verticales.
El sitio web recomienda que use productos de limpieza elaborados a base de ingredientes naturales para no agravar los problemas respiratorios. Esto también le garantiza seguridad al limpiar zonas donde se preparan alimentos. Eso sí, lea con detenimiento los envases antes de utilizar cualquier producto.
2. Póngale un freno al moho
Las esporas de moho son un gran desencadenante de los ataques de asma y de alergias, así que reducirlas o eliminarlas es clave. El moho puede crecer sin que lo note y se libera en el aire si es perturbado.
Sin exagerar, está en todos lados, pero puede tomar ciertos recaudos para promover la seguridad dentro de su casa. Una solución, según la Asthma and Allergy Foundation of America (AAFA), es conseguir un filtro de aire de alta eficiencia para su aire acondicionado para que bloquee el paso de las esporas de moho. Además, procure presarle atención a las zonas húmedas de la casa como los baños y los sótanos, ya que son las áreas de desarrollo preferidas.
3. Use cobertores o protectores de colchón y de almohadas
Los ácaros de polvo son pequeñas criaturas que pueden generar un caos en su salud respiratoria y, lo peor de todo, es que les encanta entrar a las habitaciones. Para mantenerlos alejados mientras duerme, use cobertores o protectores plastificados de colchones y almohadas para “crear una barrera entre los ácaros de polvo y sus vías respiratorias,” sugieren los CDC.
La misma fuente sugiere que evite tener almohadones y edredones rellenos, al igual que animales de peluche, dentro de las áreas de descanso, ya que acumulan muchísimo polvo. Los CDC también aconsejan que utilice agua muy caliente para lavar la ropa de cama.
4. Lleve al veterinario a sus mascotas
Puede que tenga un par de amigos peludos en casa que compliquen sus problemas respiratorios sin que lo note debido a la descamación. Si nota que le cuesta menos respirar cuando no tiene animales cerca, entonces sus mascotas son las culpables de su malestar.
Esta no es una noticia muy agradable para los amantes de los animales aunque, si ha descubierto que son factores desencadenantes de sus ataques de asma o alergia, es hora de buscarles un buen hogar. Si no desea llegar a esos extremos, los CDC aconsejan que no permita que las mascotas ingresen a las habitaciones del asmático y que aspire con frecuencia esas áreas.
5. Evite el humo de cigarrillo en la casa
Está de más decir que el humo de cigarrillo es un agente dañino y puede ser muy peligroso para aquellos que tienen problemas respiratorios. No sólo los fumadores deberían prestarle a tención a este factor, los no fumadores con asma que aspiran el humo ajeno también corren riesgos.
De hecho, WebMD señala, “inhalar el humo de otras personas, lo que también se conoce como “fumador pasivo” o “humo de tabaco ambiental,” puede hasta llegar a ser más dañino que fumar en sí. Esto se debe a que los derivados dañinos al quemar tabaco (alquitrán y monóxido de carbono, por ejemplo) se producen en el extremo final del cigarrillo o habano (en lugar de la boquilla).
6. Controle los índices de contaminación
Si bien es más fácil modificar las condiciones internas que las externas, hay ciertas medidas que puede tener en cuenta. Los contaminantes en el aire como el polen pueden activar un ataque de asma (el polen es mucho más frecuente en primavera y otoño). Lo mismo ocurre con la contaminación producida por los productos industriales y los vehículos.
El polen está en su punto más alto entre las 5 y las 10 de la mañana y, luego, al atardecer, asegura WebMD. También puede consultar el índice de calidad del aire (ICA) de su ciudad para asegurarse de que las condiciones sean propicias para dar una caminata. Por ejemplo, aquí está el ICA de la región de Chicago.