Si es propenso a sufrir hemorroides, conocerá esa picazón y ese ardor tan peculiares y molestos que se sienten al sentarse sobre cualquier superficie. Las hemorroides son pequeñas tumoraciones en las venas, que se desarrollan debajo de las membranas mucosas tanto del ano como del recto y se mantienen latentes (sin causar grandes inconvenientes) hasta que se les aplica presión y se inflaman.
Para evitar el dolor en el trasero, en el sentido más literal de la expresión, no se pierda los siguientes cinco consejos…
1. Manténgase hidratado
Ciertos estudios han demostrado que las hemorroides se suelen desarrollar como consecuencia del estreñimiento. Y la mejor forma de prevenir el estreñimiento es mantenerse bien hidratado. De hecho, una investigación publicada por los National Institutes of Health (NIH) descubrió que los pacientes con hemorroides trombosadas agudas externas son más propensos a experimentar “bloqueos del flujo sanguíneo y lesiones en los vasos sanguíneos del ano debido al esfuerzo excesivo” al tratar de defecar.
Según los resultados de dicha investigación, lo más sensato para prevenir las hemorroides es eliminar la tensión causada por el estreñimiento. Esto se logra al beber mucha agua para que las heces sean blandas y los movimientos intestinales ocurran con normalidad.
2. ¡No se aguante las ganas si de verdad necesita ir al baño!
Muchos nos aguantamos las ganas de defecar— bien porque nos encontremos en un atasco de tráfico, porque necesitamos terminar con urgencia un proyecto o porque simplemente no es el mejor momento. Sin embargo, si es urgente, no intente luchar contra la gravedad, ¡busque un retrete y déjelo salir!
Una investigación llevada a cabo por la Cleveland Clinic ha demostrado que reprimir los movimientos intestinales por mucho tiempo hace que las heces se resequen y se endurezcan a medida que los intestinos absorben toda el agua.
3. ¡Sí a la fibra!
Según la revista Prevention, lo mejor que puede hacer para evitar las hemorroides es incorporar muchísima fibra a su dieta. Después de todo, ciertos estudios indican que los individuos, que por lo general, consumen poca fibra tienden a sufrir de estreñimiento con frecuencia— y, por lo tanto, tienen más riesgos de sufrir lesiones en los vasos sanguíneos del ano.
Es probable que su médico le haya advertido, en especial a medida que envejece, que la fibra es la clave para ir bien de cuerpo. De hecho, los Dietary Guidelines de los Estados Unidos sugieren que ingiera, como mínimo, 30 gramos de fibra al día por medio de distintos alimentos. Las fuentes más comunes son los granos integrales, las frutas (con cáscara), los frijoles o alubias, las legumbres y los vegetales.
4. No se quede quieto
Un estudio llevado a cabo por Harvard Health demostró que existe una relación directa entre llevar un estilo de vida activo y la disminución de los riesgos de sufrir hemorroides. De hecho, hacer ejercicio es clave para lograr controlar la función intestinal, sin mencionar que previene todo tipo de enfermedades crónicas, como las de tipo cardiovascular.
Los expertos de Harvard recomiendan realizar aproximadamente 30 minutos de ejercicio cardiovascular para que su sistema digestivo funcione de manera apropiada. No hace falta correr una maratón. Dé una pequeña caminata después de cenar o vaya a la oficina en bicicleta para obtener su dosis diaria de actividad aeróbica.
5. Cuidado con los ejercicios de glúteos…
Bien, si es propenso a sufrir hemorroides— le sugiero que sea cuidadoso al realizar actividad física. No se sobreexija y siempre esté atento a las señales que su cuerpo le envía. Recuerde que hacer mucha fuerza al levantar pesas puede ser contraproducente.
Opte por actividades más suaves y recuerde respirar bien cada vez que trabaje con pesas. El yoga, las caminatas y la natación son formas maravillosas de acostumbrarse a incorporar la actividad física a su rutina diaria.