Según un artículo recientemente publicado en “USA Today”, aproximadamente la mitad de los adultos estadounidenses (entre los 18 y 50 años) no tiene un médico de cabecera. Además de esta impactante estadística, alrededor de un tercio de los adultos estadounidenses admite no haber visitado un doctor para un chequeo general ¡en más de un año!
Si carece de beneficios para la salud o de un seguro medico no es de extrañar que omita las citas anuales con GPs, odontólogos, optometristas, entre otros. Sin embargo, sacar el tiempo para los siguientes profesionales de la salud puede hacer la diferencia entre un problema menor y una importante afección o una enfermedad mortal proactiva…
1. Ginecólogo
Incluso si tiene una dama como médico general, debería ver un ginecólogo si es mayor de 18 años y está sexualmente activa. Si necesita una referencia relacionada a un ginecólogo — temas reproductivos, enfermedades de transmisión sexual, embarazo, solicite una pre-autorización de parte de su médico de cabecera. Los exámenes pélvicos y las pruebas de papiloma deben realizarse anualmente en las mujeres de 18 a 29 años de edad. Mientras que las mujeres entre los 30 – 64 años deberían realizarlos cada año (o con más frecuencia si un medico lo requiere).
2. Proctólogo
¿Movemember (noviembre es el mes de concientización sobre el cáncer de próstata) no nos ha enseñado nada? Todos los hombres mayores de 50 años edad deberían ver a un proctólogo para un examen de cáncer de próstata cada 10 años. Sin embargo, esto es sólo si no es propenso a afecciones relacionadas con el colon. Si su factor de riesgo es alto, su médico puede requerir exámenes con más frecuencia, lo cual incluye citas anuales obligatorias para los análisis de sangre, muestra fecal y citas cada 5 años para enemas de bario de doble contraste (rayos x del colon).
3. Dermatólogo
Si tiene una mancha de piel o desea tener un tratamiento exfoliante contra las arrugas, puede pedir una cita con el dermatólogo en su tiempo libre. Sin embargo, no debería posponer una cita si tiene un lunar cuestionable. Aunque los lunares típicos nunca se convierten en cáncer de piel, las personas con más de 50 lunares comunes tienen un mayor riesgo de aparición de melanoma (un tipo de cáncer de piel), según el Instituto Nacional del Cáncer. Si un lunar cambia — en su forma, tamaño, color, textura, altura o se convierte en desigual, escamoso, con bultos, picazón o con sangre— debe reservar inmediatamente una cita con un dermatólogo o consultar a su médico de cabecera
4. Odontólogo
Si es lo suficientemente afortunado como para tener buenas prestaciones médicas en el trabajo (que incluyan el cuidado dental) un chequeo y una limpieza cada seis meses deben estar en sus cuentas. Sin embargo, si no tiene estas prestaciones puede ser difícil realizar estas limpiezas y rayos x anuales. La Asociación Dental canadiense advierte a los fumadores, aquellos con mala alimentación y a las mujeres embarazadas abstenerse de perder sus chequeos anuales. Especialmente a las futuras mamás, de las cuales un 22 por ciento es propenso a la enfermedad periodontal. Estudios de la escuela de Birmingham de Odontología de la Universidad de Alabama hallaron que la limpieza dental anual y la detección de la enfermedad pueden prevenir partos prematuros, así como el aumento de riesgo de parálisis cerebral y problemas visuales en los recién nacidos.
5. Optometrista
Otra cita con el médico que a menudo se pierde debido a la falta de cobertura de beneficios es el optometrista, el cual debe visitar cada 2 ó 3 años, y más a menudo si tiene un niño (anualmente). Los adultos mayores de 40 deben tener una revisión de su visión cada dos años, si usan lentes de contacto o anteojos recetados. Si nota cambios súbitos en la visión, los optometristas prácticamente pueden detectar problemas con su corazón, arterias, cerebro y nervios a través de los ojos. No posponga una cita al optómetra si cambia su visión sin razón — los ojos son a menudo las ventanas para su salud.
6. Médico de cabecera
Sé que su médico de cabecera es la última persona que quiere ver si está enfermo o sufre de un embarazoso problema de salud (por ejemple, una disfunción sexual o una erupción cutánea). Sin embargo, este debe ser el primero en saber si su salud está en riesgo — así como debe enterarse de una congestión nasal, fiebre, dolor en las articulaciones o músculos, un extraño bulto o masa, dificultades de sueño, cambios en la dieta o peso, problemas sexuales y mucho más. Aunque se sienta bien, esos exámenes anuales, chequeos médicos, ecografías y exámenes de rutina están destinados a mantener su salud y bienestar, incluso su médico puede estar de acuerdo con que lo visite con menos frecuencia si se encuentra saludable,.
7. Tecnólogo en mamografía
Aunque las mamografías no previenen el cáncer de mama — pueden salvar vidas mediante la detección del cáncer en sus primeras etapas. Según las investigaciones de apoyo de la Asociación Médica Americana, el Colegio Americano de radiología, la Sociedad Americana contra el Cáncer, el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos y el Instituto Nacional del Cáncer, las mamografías reducen el riesgo de muertes por cáncer de mama en las mujeres de más de 50 años de edad en un 35 por ciento y a menudo localizan tumores cancerígenos lo suficientemente temprano como para evitar la mastectomía (o extirpación mamaria). Las mamografías son recomendada anualmente para las mujeres a partir de los 40 años, o antes si se le considera de alto riesgo.
8. Ginecología y Obstetricia
Muchos médicos de cabecera en América del Norte ofrecen atención prenatal a las madres hasta el tercer trimestre. Luego, una partera (para embarazos de bajo riesgo) y/o un ginecólogo deberán encargarse de las últimas semanas del embarazo y del parto, además de proporcionar asesoramiento post parto. Los exámenes de embarazo serán más frecuentes durante el tercer trimestre (cada dos semanas hasta las 36 semanas, y cada semana después de las 36 semanas hasta el parto) para las mediciones del bebé, la tasa de crecimiento, su peso, su presión arterial y su ritmo cardíaco, el perfil biofísico (prueba de esfuerzo), los ultrasonidos, los exámenes del cuerpo (por ejemplo, la preclampsia), pruebas de orina, y muestras vaginales (por ejemplo, bacterias estreptococos B) mientras de proveerán una respuesta o consejo que tenga en el camino.