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Signos y síntomas de un ataque al corazón: cómo saber si está sufriendo un ataque al corazón

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By ActiveBeat Español

Las enfermedades del corazón son la primera causa de muerte (tanto de hombres como de mujeres) en los Estados Unidos, con aproximadamente 460,000 muertes relacionadas a un ataque cardíaco repentino e imprevisto. En casi la mitad de los casos que culminan en muerte, los enfermos sufren un ataque tan repentino que no tienen tiempo de llamar a una ambulancia o de llegar a un hospital.

Cuando pensamos en un ataque al corazón, la mayoría de nosotros nos imaginamos a alguien agarrándose el pecho y cayendo al suelo. Aunque así es como se produce un ataque al corazón en la gran pantalla, no es necesariamente una representación exacta de cómo se produce un ataque al corazón en la realidad. Hay muchos otros signos y síntomas que las personas (especialmente las mujeres) pueden experimentar. He aquí 15 signos de alerta temprana a los que hay que prestar atención…

1. Sudoración

En los momentos previos a un infarto, muchos pacientes notan una sudoración fría y profusa, sin que hayan realizado ningún esfuerzo y sin ninguna otra razón aparente. La ropa y la piel pueden empaparse de sudor frío y la cara puede ponerse pálida o blanca como una sábana. Cuando las arterias están obstruidas, al corazón le puede costar más esfuerzo bombear la sangre a través de ellas. Como resultado, su cuerpo tratará de mantener una temperatura segura, haciendo que usted sude debido al esfuerzo extra de su corazón.

La sudoración excesiva también puede ser un signo de otros problemas cardíacos (no sólo de un ataque al corazón). Puede ocurrir tanto de día como de noche. Si está sudando mucho y no está haciendo ejercicio u otra actividad que requiera esfuerzo mientras sucede, podría deberse a su corazón. Aunque no esté sufriendo un ataque al corazón, este síntoma debe tomarse en serio. Acuda a su médico para que le haga pruebas que puedan descartar, o confirmar, la causa de la sudoración.

2. Sensación de restricción

Todos sabemos que es habitual que una persona que sufre un infarto sienta dolor y entumecimiento en el brazo izquierdo. Pero lo que mucha gente no sabe es que el dolor y el malestar pueden desplazarse a otras zonas del cuerpo. Algunos supervivientes de ataques al corazón han dicho que han experimentado sensaciones de asfixia antes de un ataque al corazón. Sentirán una sensación de restricción u opresión alrededor de la parte superior de la espalda y el torso, a medida que aumenta la presión. Es casi como si una cuerda se apretara alrededor del cuerpo y se tensara. Usted también podría experimentar esta sensación en la mandíbula y la garganta.

La sensación de restricción también puede ser un signo de angina de pecho, una afección extremadamente dolorosa que provoca síntomas similares a los de un infarto. La angina puede ser el preludio de un ataque al corazón, por lo que, si estos síntomas no desaparecen en 15 minutos, o si tiene episodios de este tipo con regularidad, debe acudir al médico. En algunos casos, puede ser mejor ir directamente a urgencias o llamar a una ambulancia.

3. Fatiga

A menudo, durante las semanas previas a un ataque al corazón, las personas tendrán una sensación gradual de fatiga, la cual comienza como un lento drenaje de energía y se convierte en un completo agotamiento unos días antes del ataque al corazón (por ejemplo, nada más que agacharse para atarse los zapatos puede resultar demasiado agotador). Es fácil atribuir la fatiga a la falta de sueño, a las interrupciones del sueño, a una agenda muy apretada o, incluso, al estrés, por lo que la mayoría de las personas no la consideran una señal de advertencia de un problema cardíaco y de un futuro infarto.

Según la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association, o AHA por sus siglas en inglés), la fatiga al realizar actividades cotidianas (como ir de compras o caminar) puede ser un síntoma de insuficiencia cardíaca (esto es, de la incapacidad del corazón de bombear suficiente sangre a donde la necesita). En estos casos, el cuerpo envía menos sangre a zonas como los músculos, lo que acaba provocando debilidad muscular y fatiga.

4. Falta de aliento

Muchas personas (sobre todo mujeres) describen una sensación de falta de aire en los días o momentos previos a un infarto. Este síntoma puede ser tan grave que impida a la persona mantener, incluso, una conversación normal sin sentir falta de aire. Aunque la AHA explica que la falta de aire suele producirse cuando se realiza algún tipo de actividad, también puede ocurrir cuando se está descansando o durmiendo. Incluso – si la falta de aire es grave- puede despertarlo/a del sueño.

En pocas palabras, la causa de este síntoma está relacionada con el proceso de retorno de la sangre a los pulmones desde el corazón. Cuando este proceso no funciona correctamente, el líquido puede filtrarse a los pulmones y provocar falta de aire. Puede ser muy aterrador experimentar una falta de aire repentina, y, si no hay ninguna razón lógica para su dificultad respiratoria (por ejemplo, correr 8 kilómetros), debe acudir al hospital lo antes posible.

5. Síntomas parecidos a los de la gripe

Muchas personas que sufren un ataque al corazón dicen que pensaron que tenían gripe debido a que sufrieron síntomas parecidos a los de la gripe antes de su ataque, incluyendo indigestión, náuseas, hinchazón, tos y diarrea (esto es, síntomas que pueden ser fácilmente desestimado como una “simple gripe”). Estos son otros síntomas peligrosos que, si se reconocen a tiempo como un posible problema relacionado con el corazón, podrían ayudar a mejorar sus posibilidades de recuperación y supervivencia.

Hay una serie de razones por las que podría experimentar síntomas parecidos a los de la gripe cuando está sufriendo un ataque al corazón. Algunos de ellos son que su sistema digestivo no está recibiendo suficiente de lo que necesita para funcionar correctamente (sangre), así como la acumulación de líquido en los pulmones. Conocer estos signos (en particular los menos comunes) es la mejor manera de protegerse a sí mismo/a y a los que lo/a rodean. No se limite a desechar su preocupación y a excusar sus síntomas, sean los que sean, considerarlos podría salvarle la vida.

6. Mareos

Antes de un ataque al corazón, los pacientes también se quejan, a menudo, de aturdimiento. Las personas se sienten mareadas, como si estuvieran a punto de desmayarse, y algunas, incluso, se desmayan del todo. Este síntoma puede ser peligroso para algo más que para el corazón, ya que un desmayo puede hacer que se golpee la cabeza al caer o, incluso, que se rompa algún hueso.

Cuando esté muy mareado/a (lo suficiente como para sentir que no puede caminar correctamente), siéntese y pida ayuda a alguien. Aunque el mareo acabe pasando, no hay que ignorarlo, y hay que tenerlo en cuenta si, además, usted está mostrando otros signos o experimentando cualquier otro síntoma de un ataque al corazón. Y recuerde que no es necesario que sienta todos los síntomas más comunes y conocidos (como el dolor en el brazo izquierdo) para estar sufriendo un infarto o problemas cardíacos. Acuda a su médico o al servicio de urgencias si los mareos son intensos, si se ha desmayado o si experimenta otros síntomas.

7. Ansiedad

La aparición repentina de un estrés tan intenso que provoca un ataque de ansiedad es habitual en los enfermos de infarto. Algunos incluso lo explican como una sensación de fatalidad inminente que se instala sin ninguna razón aparente (lo que no es otra cosa que el cuerpo tratando de llamar su atención sobre que algo está mal). Uno de los problemas de considerar la ansiedad como un síntoma de ataque al corazón es que puede imitar un ataque al corazón, y cualquiera que haya experimentado un ataque de ansiedad sabe que el dolor y el estrés severo son muy reales. Como el corazón late más rápido debido a la ansiedad, es normal experimentar palpitaciones.

Los ataques al corazón y los ataques de ansiedad suelen distinguirse por el dolor (grave y común en los ataques al corazón) y los rápidos latidos del corazón (presente en los ataques de ansiedad). Se puede experimentar algo de dolor, pero la ansiedad se manifiesta, principalmente, en los latidos del corazón. Dicho esto, distinguir entre los dos puede ser casi imposible para la persona que sufre la ansiedad o el ataque al corazón, porque la experiencia puede sobrecogerlo/a, haciendo que no pueda enfocarse o concentrarse en lo que le ocurre a su cuerpo.

8. Insomnio

Casi el 50 por ciento de los pacientes que sufren un infarto (sobre todo mujeres) se quejan de su incapacidad para conciliar el sueño en los días previos a sufrir un infarto. Otros síntomas del insomnio son despertarse a menudo y tener una mala calidad de sueño. El insomnio puede aparecer semanas antes de un ataque.

Además de que el insomnio es un precursor de un ataque al corazón, las investigaciones sugieren que las personas insomnes tienen un riesgo mucho mayor de sufrir un ataque al corazón que los que normalmente no tienen problemas para dormir. Según un estudio publicado en Psych Central, el riesgo de sufrir un fallo cardíaco se triplica cuando las personas experimentan al menos tres síntomas de insomnio simultáneamente. Estos síntomas graves incluyen: problemas para conciliar el sueño, problemas para mantenerlo, o no sentirse fresco por la mañana. En este momento no está claro cómo se relaciona el insomnio con la insuficiencia cardíaca, pero los investigadores están seguros de que existe una fuerte relación.

9. Dolor en el pecho

El dolor torácico que precede a un infarto puede ser de leve a intenso (sensación de peso en el pecho). Sin embargo, la mayoría de las veces se experimenta en el esternón, en uno o ambos hombros o en la parte superior de la espalda -pero no siempre en la zona específica del corazón-. La Clínica Mayo (Mayo Clinic) explica que este dolor puede variar y normalmente se siente como una de las siguientes cosas: dolor apretado, presión, sensación de llenura, u opresión en el pecho. El dolor puede irradiarse a otras zonas del cuerpo.

El dolor torácico es el síntoma más reconocible y probablemente el síntoma en el que piensa la mayoría de la gente cuando piensa en los infartos. Aunque se trata de un síntoma común, no todas las personas que sufren ataques cardíacos lo experimentan. A veces es difícil distinguir si el dolor de pecho es un signo de ataque al corazón o de acidez, porque pueden sentirse muy similares. Pero es mejor estar seguro (y someterse a una revisión médica), que suponer que sólo se tiene acidez. Si usted, o alguien de su entorno, se queja de un fuerte dolor en el pecho u otra forma de molestia en el pecho, llame al 9-1-1.

10. Dolor en otras áreas

El malestar o la sensación de un leve hormigueo en zonas como el estómago, la espalda, el cuello, la mandíbula y, sobre todo, en uno o ambos brazos (en la zona superior del hombro) es muy común antes de un infarto. Incluso puede experimentar dolor en los dientes. Aunque la mayoría de las personas reconocen el dolor en el pecho como síntoma de un ataque al corazón, generalmente no saben que el dolor en otras zonas también puede ser una señal.

Sobrevivir y recuperarse de un infarto de miocardio depende de diversos factores (como los antecedentes médicos, la edad, el sexo y la genética). Y en muchos casos, la rapidez con la que reciba tratamiento, o se someta a una intervención quirúrgica para desobstruir las arterias, puede influir en gran medida en el resultado de su infarto. Conocer los signos y síntomas (especialmente las señales de alerta temprana que pueden comenzar días antes de un ataque) es su mejor protección, y este conocimiento podría incluso salvar la vida de alguien.

11. Náuseas

Aunque el dolor torácico sigue siendo el síntoma más común de un ataque al corazón, la AHA enumera otros que también son probables, especialmente en las mujeres. Las náuseas son uno de los más importantes, junto con los vómitos, el aturdimiento, los desmayos o los mareos.

Por desgracia, como las náuseas son un efecto secundario común de muchas otras enfermedades (la mayoría de las cuales son menos amenazantes que un ataque al corazón), las mujeres tienden a barrerlas bajo la alfombra o a atribuirlas a otra cosa, especialmente si no sienten ese dolor de pecho característico junto con las náuseas. “A pesar de que las enfermedades del corazón son la primera causa de muerte entre las mujeres de Estados Unidos, estas suelen atribuir los síntomas a afecciones menos peligrosas para la vida, como el reflujo ácido, la gripe o el envejecimiento normal”, afirma la Asociación Americana del Corazón.

12. Acidez y/o indigestión

Al igual que las náuseas, el ardor de estómago y la indigestión son algunos de los síntomas que la gente generalmente no asocia con un ataque al corazón (lo que hace que desestimen las señales). Como señala MedicineNet.com, estos síntomas -junto con los eructos- pueden presentarse durante un ataque al corazón.

De nuevo, las mujeres son las más propensas a sufrir este confuso síntoma asociado a los infartos. “A veces, las náuseas pueden ir acompañadas de eructos, y algunos pacientes han descrito una sensación de indigestión asociada al infarto. Las mujeres son más propensas que los hombres a reportar estos síntomas menos típicos de un ataque al corazón, y algunos pacientes han descrito sentirse como si estuvieran desarrollando una gripe”, dice MedicineNet.com.

13. Síntomas silenciosos

Lo único más aterrador que experimentar los síntomas de un ataque al corazón, es tener un ataque al corazón sin que ninguno de los síntomas lo/a alerte de que algo va mal. Según Go Red for Women, cuando un ataque al corazón se produce sin ningún síntoma, “se denomina ataque al corazón silencioso o, médicamente, ‘isquemia silenciosa’ (falta de oxígeno) en el músculo cardíaco”. El doctor Richard A. Stein, MD, cardiólogo que trabaja en el Centro Médico Langone (Langone Medical Center) de la Universidad de Nueva York (New York University), explicó a WebMD que “casi el 15% de los pacientes no presentan síntomas, por lo que nunca saben que están sufriendo un infarto. Esto es más común en personas mayores y en quienes padecen diabetes”.

Go Red for Women amplía esta información con la aportación de la doctora Deborah Ekery, MD, cardióloga clínica del Hospital del Corazón de Austin (Heart Hospital of Austin) y de Austin Heart, en Austin (Texas), quien afirma que las personas que dicen no experimentar ningún síntoma, probablemente estén experimentando síntomas muy sutiles o inespecíficos, como indigestión, tensión muscular, fatiga prolongada o síntomas parecidos a los de la gripe, por lo que es comprensible que afirmen no tener ningún síntoma. “Estos son algunos de los síntomas menos específicos de un ataque al corazón, por lo que la gente los puede ignorar o atribuir a otra cosa”, dijo Ekery.

14. Dolor de mandíbula o de dientes

Cuando pensamos en un ataque al corazón, solemos pensar en un dolor en el pecho. Pero lo que la mayoría de la gente no sabe es que, una vez que se presenta ese dolor en el pecho, puede extenderse y afectar a otras zonas del cuerpo (como el cuello, la mandíbula, el hombro, los brazos y la espalda).

Las personas que han sufrido un ataque al corazón se han quejado de dolor en la mandíbula, e incluso han informado sobre dolor de dientes. Una vez más, según la AHA, este tipo de dolor relacionado con el infarto es más frecuente en las mujeres.

15. Malestar general

El doctor Shikhar Saxena, MD, cardiólogo que imparte clases en el Centro Médico de la Universidad de Nebraska (University of Nebraska Medical Center), explica a WebMD que los infartos no sólo pueden producirse sin síntomas, sino también con “síntomas extremadamente vagos e inespecíficos, como en el caso del paciente que dice ‘no sentirse muy bien’ o tener una ‘sensación de fatalidad inminente’”.

A diferencia de casi todos los demás síntomas de esta lista, éste no es físico, es más bien mental (pero, no obstante, es igual de importante). Como cualquier otro síntoma de esta lista, se trata de una señal de alerta del cuerpo de que algo va mal. MedicineNet.com lo describe como una “vaga sensación de enfermedad”. También afirma que alguien que lo experimenta puede tener una sensación general de malestar, o como si se hubiera contagiado algo. “Algunas personas experimentan ansiedad o pánico severo durante el ataque al corazón. Esto se ha descrito como una sensación de fatalidad, como la que se experimenta con un ataque de pánico”, dice MedicineNet.com.

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