La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad debilitante. Provoca la inflamación de las articulaciones y los músculos, lo que da lugar a una multitud de síntomas. Muchas personas que padecen AR sólo la atribuyen al “dolor de la vejez”, pero es algo más que un simple dolor articular. La AR puede dañar sistemas corporales, como los ojos, los pulmones, el corazón y los vasos sanguíneos. En casos graves puede incluso provocar la erosión de los huesos y la deformación de las articulaciones
Muchos enfermos no saben que hay muchos medicamentos y tratamientos diferentes para la enfermedad, o incluso remedios naturales que pueden ayudar a proporcionar algún alivio.
Doce de los síntomas más comunes de la AR son…
1. Rigidez
Uno de los síntomas más conocidos de la AR es la “rigidez matutina”. Esto ocurre cuando las articulaciones y los músculos están más rígidos por la mañana, a veces hasta el punto de que puede ser imposible caminar o levantarse de la cama. Las personas con AR pueden tardar horas en poder moverse cómodamente.
2. Hinchazón
En el caso de las personas con AR, puede producirse una hinchazón en las articulaciones afectadas. Los signos de ello son la retención de líquidos y la hinchazón de los músculos. La piel se sentirá tensa, como un globo. El líquido puede estar en la propia articulación o en los músculos que la rodean.
3. Dolor
El dolor es uno de los síntomas más notables de la artritis reumatoide. La inflamación que se produce con la AR puede hacer que la articulación sea muy sensible. Con el tiempo, el dolor y la inflamación pueden causar daños permanentes, lo que a su vez provoca más dolor.
4. Enrojecimiento
Las articulaciones inflamadas pueden provocar el enrojecimiento de la piel sobre las articulaciones. Esto se debe al aumento del flujo sanguíneo en el lugar afectado. Las articulaciones doloridas también tendrán una sensación de calor. Aplicar hielo a las articulaciones cuando presenten estos síntomas es una buena idea.
5. Fatiga
Este es un síntoma general de la AR. Cuando una persona padece AR, se pasa todo el día tratando de no sentir dolor. Esto puede ser agotador tanto física como mentalmente.
6. Malestar
El malestar, o la sensación general de estar “enfermo”, es un síntoma de la AR que puede aparecer con la inflamación. El cuerpo reacciona de forma exagerada al dolor, dejando una sensación general de “malestar”.
7. Pérdida de apetito
La pérdida de apetito y la pérdida de peso son síntomas de la AR. Cuando una persona tiene un dolor constante, puede tener náuseas y perder el apetito. Es importante mantener una nutrición adecuada para estar lo más sano posible.
8. Dolores musculares
La sobrecompensación a causa de las articulaciones doloridas puede provocar dolores musculares. Los músculos que rodean las articulaciones pueden tensarse y doler. Los músculos del lado opuesto del cuerpo pueden sobrecargarse y doler también.
9. Nódulos reumatoides
Los nódulos reumatoides son pequeñas protuberancias dolorosas bajo la piel alrededor de las articulaciones afectadas. Son firmes al tacto y su tamaño puede variar entre el de un guisante y el de una naranja. Pueden encontrarse alrededor de los huesos, pero también en todo el cuerpo.
10. Dificultad para respirar
Los pulmones también pueden verse afectados por la AR. Puede causar daños en los propios pulmones o en el revestimiento que los rodea. Es posible que no haya síntomas, pero se puede experimentar dificultad para respirar.
11. Inflamación alrededor del corazón
Al igual que los pulmones, la inflamación puede producirse alrededor de otros órganos. Esto puede ser mortal cuando ocurre alrededor del corazón. De nuevo, no hay síntomas físicos para este efecto. Las personas con AR tienen un mayor riesgo de que se obstruyan las arterias, lo que podría provocar un ataque al corazón.
12. Ojos secos y rojos y dolor de garganta
En menos del 5 por ciento de los enfermos de AR, la sequedad ocular puede ser un síntoma. Esto se presenta mediante el enrojecimiento, la picazón y/o la sequedad de los ojos. También puede afectar a la articulación cricoaritenoidea de la garganta, lo que puede provocar dolor de garganta y ronquera.