La diverticulosis (la presencia de divertículos del tamaño de guisantes en el revestimiento del intestino) es común y bastante inofensiva. Afecta a alrededor del 10% de la población mundial al llegar a los 50 años de edad, y a aproximadamente el 50% al llegar a los 80 años. La buena noticia es que en la mayoría de los casos se detienen ahí y no manifiestan más síntomas.
Sin embargo, cuando los divertículos crecen y ejercen presión sobre las paredes intestinales -a través de las deposiciones, el estreñimiento, los gases, los residuos o los líquidos-, las paredes intestinales se debilitan y se desarrolla la diverticulitis, que provoca dolor y varias complicaciones digestivas, como obstrucciones, inflamación, infección bacteriana y sangrado rectal. Estos son 20 signos reveladores de que una persona ha desarrollado diverticulitis…
1. No hay síntomas
La diverticulosis suele pasar desapercibida durante bastante tiempo antes de que se produzcan complicaciones. La mayoría de las personas viven toda su vida sin saber que tienen diverticulosis hasta que un médico ordena pruebas para una afección no relacionada. Esto ocurre porque los divertículos, pequeñas bolsas abultadas, se desarrollan con bastante frecuencia en el revestimiento interno del aparato digestivo, sobre todo en la parte inferior del colon (o intestino grueso).
2. La edad es un factor que influye en los síntomas
El desarrollo de divertículos es bastante típico después de los 40 años. Sin embargo, rara vez causan dolor o problemas de salud. El dolor sólo se produce si las bolsas se inflaman o se infectan, lo que se conoce clínicamente como diverticulitis. Por ello, muchos enfermos pueden vivir durante años sin saber que tienen diverticulosis o algún problema de salud.
3. Diarrea
Una vez que se produce la inflamación de la diverticulitis, se produce diarrea. Esto suele ocurrir cuando se forman pequeñas bolsas abultadas en el revestimiento interior del colon (o intestino grueso) y los divertículos se infectan y se inflaman en extremo, lo que provoca graves cambios en las deposiciones (es decir, diarrea explosiva y dolorosa) junto con calambres estomacales, fiebre y, a menudo, náuseas y graves trastornos digestivos.
4. Estreñimiento
Si usted alterna entre una diarrea explosiva y un estreñimiento doloroso, es posible que tenga un diagnóstico de diverticulitis en su futuro. Por ejemplo, quienes no presentan signos de inflamación suelen sufrir estreñimiento antes de la diarrea. Es el estreñimiento (las deposiciones forzadas) lo que debilita las paredes intestinales y favorece la formación de bolsas diverticulares y la infección bacteriana.
5. Fiebre
A menudo, con la diverticulitis, se produce una fiebre alta que alcanza los 100,4 grados Fahrenheit o más. Los enfermos de diverticulitis pueden tener una combinación de síntomas; sin embargo, muchos sufren pocos síntomas y ni siquiera se dan cuenta de que hay un problema de salud. Aunque el dolor en la parte baja del abdomen suele ser el primer signo de la presencia de algún problema, la diverticulitis también suele provocar fiebre y náuseas similares a las de la gripe, así como diarrea.
El riesgo de padecer una enfermedad diverticular aumenta al llegar a los 40 años, y vuelve a aumentar cada 10 años. Según las estadísticas del Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales (National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases) el 50 por ciento de los adultos de entre 60 y 80 años padecen la enfermedad diverticular.
6. Escalofríos
La fiebre alta que acompaña a la diverticulitis suele ir acompañada de escalofríos en todo el cuerpo y podría indicar una peritonitis, una enfermedad que infecta la membrana que recubre la cavidad abdominal. Si tiene fiebre, escalofríos y otros múltiples síntomas, debe buscar atención médica inmediatamente.
7. Sensibilidad abdominal
El dolor abdominal puede deberse a varios orígenes de la diverticulitis. Por ejemplo, la enfermedad se manifiesta en la parte inferior del abdomen, por lo que cabe esperar problemas urinarios, rigidez, hinchazón, calambres dolorosos y distensión abdominal. Los síntomas característicos de la diverticulitis pueden incluir una combinación de dolor de estómago mezclado con otros síntomas; sin embargo, muchas personas no sienten ningún síntoma hasta que se produce un ataque de forma repentina.
El dolor abdominal es el síntoma más común de la diverticulitis. Sin embargo, su causa más frecuente es la presencia de fístulas (que se forman entre tejidos y órganos que normalmente no se conectan), obstrucciones en el sistema digestivo, hemorragia rectal, diverticulitis grave o desgarros y, en casos graves, rotura del colon (en este caso, las heces se desplazan desde el colon al abdomen).
8. Sangre en las heces
La sangre en las heces suele ser alarmante y puede ser un síntoma de diverticulitis. Encontrar sangre en las heces suele ser el resultado de que las heces se alojen durante largos periodos en un divertículo. Esto puede provocar una gran cantidad repentina de sangrado, sangre depositada en las heces o un sangrado gradual a lo largo del tiempo. En cualquier caso, cualquier signo de hemorragia rectal debe considerarse una emergencia, ya que podría causar una infección, rotura del colon o anemia.
9. Sangrado rectal
La versión más extrema de encontrar sangre en las heces es la hemorragia rectal, que a menudo se produce de la misma manera: a través de las heces que se alojan durante períodos prolongados en un divertículo. La hemorragia es un hecho común en la inflamación de bolsas y fístulas.
Normalmente, el recto expulsará sangre de color rojo brillante sobre las heces o aisladamente, y el enfermo sentirá dolor e inflamación en el recto, el cual sirve de puente entre el colon y el ano. Sin embargo, en muchos casos, la hemorragia rectal es totalmente indolora. En cualquier caso, cualquier signo de hemorragia rectal es peligroso y debe ponerse en conocimiento de un médico inmediatamente.
10. Inflamación
Según el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales, la enfermedad diverticular se caracteriza por la presencia de divertículos (o bolsas en el colon), los que pueden inflamarse e infectarse gravemente. La inflamación ataca las zonas débiles del colon (o intestino grueso) cuando éste trabaja para eliminar los residuos corporales. En estas zonas debilitadas se forman bolsas (o divertículos).
El otro problema potencial causado por los divertículos infectados es una inflamación muy dolorosa, especialmente la distensión en la región abdominal inferior izquierda. Cualquier presión en esta zona no hará sino empeorar el dolor y puede provocar náuseas, vómitos y dificultad para respirar. El malestar digestivo, la alteración del movimiento intestinal (diarrea explosiva) y las náuseas también son comunes cuando la inflamación ataca.
11. Dolor abdominal
El dolor abdominal es un signo característico de la diverticulitis, que va desde una leve molestia hasta un dolor insoportable, dependiendo de la gravedad de la inflamación en el colon.
Normalmente, los enfermos de diverticulitis experimentan una combinación de síntomas, uno de los cuales es el dolor en la parte inferior del abdomen. Sin embargo, el dolor suele ir acompañado de síntomas relacionados, como náuseas, vómitos, fiebre, escalofríos, sangrado rectal y un cambio repentino en los hábitos intestinales (es decir, diarrea).
12. Dolor abdominal que empeora con el movimiento
Otro signo al que hay que prestar atención cuando se trata de diverticulitis es si el dolor abdominal empeora con el movimiento. Normalmente, el dolor asociado a la diverticulitis se siente en el vientre, en la parte inferior izquierda y, más raramente, en el lado derecho. En ocasiones, este dolor empeora con el movimiento.
13. Dolor abdominal que empeora después de comer
Es habitual que los enfermos de diverticulitis sientan dolor en el bajo vientre después de una comida. El dolor suele sentirse poco después de la comida y se alivia rápidamente al expulsar los gases o ir al baño, por lo que la diverticulitis suele confundirse con el síndrome del intestino irritable (SII).
14. Infecciones del tracto urinario
Las infecciones persistentes del tracto urinario (ITU) son otro síntoma común cuando se desarrolla una fístula entre el colon y la vejiga. Esto ocurre con más frecuencia en los hombres, ya que en las mujeres el colon y la vejiga están bloqueados por el útero.
Según una investigación del Departamento de Urología de la Universidad de Washington (University of Washington’s Urology Department), los síntomas de la diverticulitis son irritantes, lo que significa que con frecuencia provocan infecciones del tracto urinario inferior (ITU). Según las estadísticas, las cistitis o ITU son frecuentes y recurrentes en un tercio de los pacientes con diverticulitis. Los síntomas asociados pueden incluir dolor, frecuencia urinaria (ganas de orinar), flujo vaginal y disminución de la retención y el control de la orina.
15. Hinchazón
La hinchazón persistente que dura varios días e incluso semanas puede indicar la existencia de diverticulitis. La hinchazón dolorosa se agrava si se traga un exceso de aire al comer o beber, si la digestión está alterada o si el paso de los gases está bloqueado por zonas inflamadas del intestino. La mayoría de los pacientes experimentan dolor abdominal bajo intermitente, calambres y distensión abdominal debido a la infección de los divertículos.
16. Gas
Junto con la hinchazón, los gases son otro síntoma común que se presenta en oleadas intermitentes con calambres de leves a severos. El dolor de los gases suele concentrarse en la zona de la parte inferior izquierda del abdomen. El alivio temporal del dolor y la hinchazón puede producirse después de las deposiciones (a menudo diarrea explosiva que contiene mucosidad). Sin embargo, durante los períodos de estreñimiento, los gases y la hinchazón pueden ser graves.
17. Peritonitis
La peritonitis (inflamación de grandes porciones de la cavidad abdominal) puede producirse cuando la infección e inflamación causadas por la diverticulitis no se tratan. La peritonitis provoca fiebre alta, vientre distendido y rígido, hinchazón dolorosa y la muerte en pocos días. Hace falta cirugía de urgencia para tratar la peritonitis.
Según una investigación publicada por los Institutos Nacionales de la Salud (National Institutes of Health), la peritonitis que se produce con la diverticulitis perforada suele requerir una intervención quirúrgica abierta para extraer y desviar el contenido fecal. El estudio examinó los resultados de un grupo de 100 pacientes -todos ellos con diverticulitis perforada que causaba peritonitis- quienes consintieron en someterse a una cirugía de lavado peritoneal laparoscópico. Los resultados mostraron que la intervención quirúrgica resultó en general exitosa para remediar los síntomas y el peligro, con un bajo riesgo de recurrencia de la peritonitis a corto plazo.
18. Náuseas
En general, quienes tienen divertículos experimentan síntomas o dolor mínimos. El dolor sólo se produce si los divertículos se inflaman o se infectan, lo que se conoce clínicamente como diverticulitis. Una vez que esto ocurre, los pacientes pueden experimentar múltiples síntomas, incluyendo náuseas que pueden ir de leves a graves.
19. Vómitos
Un síntoma que va unido a las náuseas son los vómitos. Como se ha mencionado anteriormente, muchos pacientes con divertículos pueden no saber que los tienen, pero estos pueden hacerse más notorios con la edad. Las náuseas y los vómitos pueden ser un síntoma de diverticulitis.
20. Pérdida de apetito
El malestar estomacal es habitual en quienes padecen diverticulitis. Además de sufrir estreñimiento, diarrea y náuseas, los pacientes también pueden experimentar disminución del apetito o del deseo de comer alimentos.