El mieloma múltiple se forma en los glóbulos blancos conocidos como células plasmáticas y provoca la aparición de células cancerosas en la médula ósea. Con el tiempo, estas células cancerosas empiezan a expulsar a las células plasmáticas sanas -las cuales son las responsables de combatir las infecciones y producir los anticuerpos necesarios para liderar la lucha contra los gérmenes y las infecciones-. En cambio, las células cancerosas producidas por el mieloma múltiple dan lugar a la producción de proteínas anormales que acaban causando importantes problemas de salud, sobre todo en los riñones de los afectados.
Dado que el mieloma múltiple se dirige a las células sanas de la médula ósea, suele denominarse “cáncer de médula ósea”. Al igual que con cualquier forma de cáncer, la clave está en ser capaz de identificar los signos y síntomas de la enfermedad y tomar medidas antes de que sea demasiado grave. Entonces, ¿cuáles son exactamente los síntomas del mieloma múltiple?
1. Agotamiento/fatiga
Uno de los primeros signos del mieloma múltiple es una sensación general de agotamiento que no desaparece, incluso cuando se descansa mucho y se sigue una dieta saludable. Esta sensación de fatiga suele estar relacionada con la forma en que el mieloma múltiple ataca las células sanas de la médula ósea, lo que, en muchos casos, puede provocar anemia.
Dado que la sensación de fatiga es bastante común, este síntoma debe considerarse en combinación con otros signos de mieloma múltiple de esta lista. Por ejemplo, una persona con antecedentes familiares de cáncer, especialmente de médula ósea, querrá someterse a una prueba de detección de mieloma múltiple si, de repente, experimenta una oleada de cansancio prolongada -y generalmente ininterrumpida- que dura varios días o semanas.
2. Anemia
La anemia -que se produce cuando el número de glóbulos rojos alcanza niveles críticamente bajos- es consecuencia del mieloma múltiple, porque este provoca la supresión o el aglomeramiento de los glóbulos rojos sanos. El efecto secundario más común de la anemia es una sensación de fatiga abrumadora que puede no desaparecer, aunque se siga una dieta saludable, se tome amplio descanso, o se consuman líquidos o estimulantes (como la cafeína). Esta sensación de agotamiento general puede durar días o, incluso, semanas.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que la anemia no sólo está relacionada con el mieloma múltiple. También puede ser el resultado de otras condiciones de salud, desde el embarazo y la menstruación hasta la deficiencia de hierro y vitaminas. El simple hecho de no consumir suficiente hierro en la dieta puede provocar anemia.
3. Dolor de huesos
Uno de los signos más evidentes y distintivos del mieloma múltiple es el dolor de huesos. Esto se debe a que el mieloma múltiple se forma en la médula ósea y, con el paso del tiempo, la supresión de los glóbulos rojos sanos puede hacer que el hueso se adelgace y se debilite, dando lugar a la osteoporosis. Una vez alcanzado este estadio, las posibilidades de fracturar (o romper completamente) el hueso afectado, aumentan considerablemente.
También provoca un dolor -de leve a moderado- en el hueso y sus alrededores. Este dolor puede ser más perceptible si el problema afecta a huesos especialmente críticos (como la columna vertebral), que son responsables de sostener múltiples partes del cuerpo. Este dolor tiende a aumentar con el movimiento y puede ser considerablemente más perceptible durante la noche y las primeras horas de la mañana. Si la columna vertebral está afectada, el paciente puede sufrir fracturas por compresión y sufrir un desplome; con el tiempo, esto podría incluso hacer que el paciente pierda algunos centímetros de su estatura.
4. Entumecimiento
Dado que el mieloma múltiple ataca los glóbulos rojos sanos de la médula ósea, con el tiempo puede provocar el debilitamiento de los huesos del paciente. Si bien esto suele dar lugar a que los huesos afectados se vuelvan más frágiles y dolorosos, también puede provocar una sensación general de entumecimiento.
Esta sensación de entumecimiento es más pronunciada cuando el mieloma múltiple invade las vértebras de la columna vertebral. A medida que el problema se extiende por la columna vertebral, provoca el debilitamiento de los huesos, lo que hace que las vértebras entren en contacto entre sí y los nervios espinales adyacentes resulten comprimidos. Al afectar a estos nervios tan sensibles, el mieloma múltiple desordena la señal que viaja entre el cerebro y la columna vertebral, dejando la zona adormecida.
5. Problemas renales
Si no se detecta a tiempo, el mieloma múltiple puede acabar provocando importantes problemas en el riñón. Esto se debe a que el desarrollo del mieloma múltiple da lugar a la aparición de ciertas proteínas que, cuando son producidas en exceso (como suele ocurrir cuando aparece el mieloma múltiple), pueden sobrecargar los riñones, lo que provoca daños o, incluso, insuficiencia renal.
Lo ideal sería que el paciente reconociera otros signos y síntomas del mieloma múltiple (como la fatiga excesiva o el dolor de huesos) y pudiera tomar medidas antes de llegar a la fase en la que surgen los problemas renales. Sin embargo, si esos signos no levantan sospechas, la aparición de problemas renales debería identificarse como un posible signo de mieloma múltiple.
6. Hipercalcemia
Con el paso del tiempo, el mieloma múltiple da lugar a la producción de células cancerosas que expulsan a las células sanas de la médula ósea. Esto hace que el hueso se sienta débil, doloroso y potencialmente entumecido. Con el tiempo, puede provocar la fractura del hueso.
Este desgaste de los huesos por el mieloma múltiple también da lugar a una condición conocida como “hipercalcemia”, que surge cuando hay una cantidad excesiva de calcio en la sangre. La hipercalcemia es frecuente en las personas con mieloma múltiple, ya que sus huesos (que contienen calcio) están, de hecho, descomponiéndose. A su vez, la hipercalcemia introduce sus propios problemas de salud (bastante importantes), desde el agotamiento hasta el estreñimiento y los problemas renales.
7. Pérdida de peso
Muchas personas luchan con su peso, sobre todo si no son físicamente activas o si tienen dietas poco saludables basadas en el consumo excesivo de carbohidratos, grasas y proteínas. Por regla general, la mayoría de las personas tendrán dificultades para perder peso, a menos que tomen medidas concretas para ser más activos y comer bien.
Pero la pérdida de peso puede producirse rápidamente si alguien está luchando contra el mieloma múltiple. Esto se debe a que la enfermedad provoca muchos síntomas que pueden suprimir el apetito, desde el agotamiento hasta el dolor excesivo. La enfermedad también puede dificultar la práctica de ejercicio físico (el cual suele acelerar el metabolismo y aumentar el apetito). En resumen, si un individuo no ha cambiado su dieta y no es excesivamente activo, pero, aun así, pierde peso, puede haber un problema de salud subyacente e importante.
8. Confusión mental
La sensación de confusión general puede ser consecuencia de muchos de los síntomas asociados al mieloma múltiple, como la hipercalcemia y el daño renal. En esencia, a medida que el cuerpo lucha con la descomposición de la médula ósea, puede enviar señales confusas al cerebro.
Por esta razón, la confusión mental rara vez surge durante las primeras fases del mieloma múltiple, cuando el cuerpo aún está generalmente sano. En cambio, los sentimientos de confusión se hacen mucho más evidentes más adelante, cuando la enfermedad ha provocado la aparición de varios efectos secundarios graves.
9. Enfermedades frecuentes
Al invadir la médula ósea y sustituir las células sanas por células cancerosas, el mieloma múltiple provoca el deterioro de los huesos. Esto no sólo presenta graves problemas para el paciente a nivel óseo, sino que también reduce el número de células sanas capaces de ayudar a combatir las infecciones (como los resfriados y las neumonías).
Con el tiempo, el mieloma múltiple puede debilitar el sistema inmunitario del paciente, haciéndolo más susceptible a las infecciones. En efecto, esto puede hacer que el paciente se sienta como si estuviera luchando constantemente contra enfermedades. No sólo eso, sino que el mieloma múltiple puede dificultar que el organismo venza y se recupere de las infecciones (sobre todo de las que afectan las vías respiratorias y los pulmones).