Si alguna vez tuvo una infección de orina, sabrá que no se puede ignorar la quemazón y las molestias en la pelvis cada vez que tiene que orinar. Este tipo de infecciones son el motivo de 8,1 millones de consultas médicas de mujeres en los Estados Unidos cada año, de acuerdo con las estadísticas del Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales.
No pase por alto los siguientes factores, ya sea la primera o la quinta vez que padece una infección urinaria…
1. ¿Qué las provoca?
Los expertos en salud afirman que las infecciones de orina causan una sensación de quemazón insoportable cuando las bacterias permanecen en la uretra, el conducto que transporta la orina desde el cuerpo al exterior.
Se supone que su cuerpo debe deshacerse de los excesos de bacterias en la uretra, la vejiga, el uréter y los riñones cada vez que orina. Sin embargo, si los agentes bacterianos se multiplican, se desarrollan con rapidez infecciones en la zona. En términos simples, las mujeres tienen uretras más cortas que los hombres, por lo que es mucho más fácil que los organismos dañinos ingresen al organismo y provoquen infecciones.
2. Síntomas iniciales
Por lo general, los síntomas iniciales de las infecciones de orina suelen ser los mismos para todas las mujeres. De hecho, como las bacterias se multiplican en el tracto urinario y las infecciones se desarrollan, las pacientes suelen tener un poco de fiebre.
Sin embargo, también es común sentir dolor y sensación de quemazón al orinar. Además, al inflamarse la pelvis, es común sentir ganas constantes de orinar, por más que haya vaciado su vejiga instantes antes.
3. ¿Métodos anticonceptivos y crecimiento de bacterias?
Las infecciones urinarias recurrentes pueden ocurrir al no deshacerse correctamente de una infección. Quizás no completó su tratamiento con antibióticos o la dosis que le recetó su médico no fue suficiente para curarse por completo. Si ese no es el caso, es posible que los métodos anticonceptivos sean los culpables.
Los métodos anticonceptivos que se insertan en la vagina— como los diafragmas— irritan la piel y dejan rastros de bacterias si no se los higieniza bien después de haber sido usados. Además, si usa pesticidas, diafragmas o condones durante el acto sexual, es probable que los tejidos de la vagina y de la uretra esté irritados y eso favorezca la aparición de agentes bacterianos.
4. Relaciones sexuales
Según la Dra. Daniela Carusi, profesora asistente del área de Ginecología y Obstetricia en el Hospital Brigham y el de mujeres de Boston, Massachusetts, orinar inmediatamente después de tener relaciones sexuales previene el desarrollo de infecciones en el tracto urinario.
La orina permite limpiar todo tipo de bacterias de la vagina. Además, evita que estas se trasladen a otras zonas cercanas como la uretra y la vejiga.
5. Infecciones urinarias recurrentes
Si ya ha sido víctima de una infección urinaria en el pasado, ¡es probable que lo sea otra vez! Los obstetras y ginecólogos aseguran que las infecciones urinarias recurrentes no sólo son comunes sino también resultan de no completar un tratamiento con antibióticos.
No cumplir con las indicaciones de su médico de cabecera (por más que se sienta bien) significa que no se ha deshecho de todas las bacterias. Cualquier resto de bacterias puede multiplicarse y provocar otra infección.
6. Descargue e hidrate
Si sospecha que padece de una infección urinaria, pida una cita con su médico de confianza lo antes posible. Mientras tanto, puede ayudarse bebiendo grandes cantidades de líquido para deshacerse de las bacterias. Los líquidos diluirán la orina, limpiarán la vejiga y aliviarán considerablemente el dolor y la quemazón.
Consulte a su médico antes, pero consumir un analgésico de venta libre como el ibuprofeno puede calmar la fiebre y el dolor. El jugo de arándano también ha demostrado ser muy efectivo a la hora de eliminar las bacterias de las paredes de la vejiga.
7. Busque un doctor…¡ya!
Para curar las infecciones urinarias se necesitan antibióticos y no puede obtenerlos sin la intervención de un especialista. Entonces, apenas comience a sentir molestias al orinar y dolor pélvicos, planee una cita con su doctor para evitar que la infección se propague.
Según WebMD, las infecciones del tracto urinario mal curadas pueden expandirse a otras áreas— como la vejiga o los riñones— y hasta causar insuficiencias renales o daños permanentes en dichos órganos.