En el mundo actual nos bombardean con imágenes de cuerpos “perfectos” sin tener en cuenta las repercusiones que esto puede tener en la salud de las personas.
La realidad es que todos tenemos cuerpos distintos. Así que perder un par de kilogramos para mejorar su aspecto a veces puede ser contraproducente. Los expertos en salud nos aconsejan que nos concentremos más en sentirnos bien y aumentar la energía que en controlar nuestro peso por motivos estéticos. A continuación, le presento siete signos de que está obsesionado con su peso…
1. Se pesa varias veces al día
Health.com señala que si visita la balanza más de una vez al día, es probable que esté prestándole muchísima atención a su peso. Lo cierto es que su peso corporal fluctúa naturalmente a lo largo del día y entre medio de las comidas, así que pesarse varias veces no le dará un panorama general claro.
La misma fuente asegura que pesarse una vez a la semana es más que suficiente. Cuando se acostumbra a consultar la balanza cada dos horas o se vuelve loco tratando de encontrar maneras de bajar de peso, los problemas de autoestima entran en juego.
2. Contar calorías
Diet Doctor va un poco más allá y denomina este comportamiento “trastorno alimenticio”, que solemos asociar con problemas más severos como la bulimia (purgarse después de comer) o la anorexia. Las calorías se acumulan, pero debe saber que no todas son iguales (hay calorías “vacías” y calorías buenas).
Dicha fuente virtual enfatiza el hecho de que tener sobrepeso no es producto de contar mal las calorías. Puede deberse a un trastorno que afecta los sistemas regulatorios naturales de su cuerpo. Por ejemplo, el exceso de insulina en el organismo lo lleva a comer demasiados azúcares.
3. Piensa que bajo peso equivale a calidad de vida
Health.com afirma que muchos tienen la idea falsa de que lograr el peso ideal hará que su carrera y sus relaciones personales salgan a flote. Este tipo de pensamiento puede ser bastante engañoso…
¿Por qué? Si cree que su peso resolverá todos sus problemas, entonces se olvidará de trabajar otras áreas de su vida que de verdad necesitan atención, explica Health.com. Es muy poco probable que alguien llame a su puerta y le ofrezca el trabajo de sus sueños sólo porque perdió un par de kilogramos.
4. Se salta comidas
Pensará que le ha ganado al sistema al evitar consumir calorías pero la revista Women’s Health advierte que saltarse comidas puede tener efectos severos en su organismo.
No comer hace que sus niveles de azúcar se reduzcan de forma brusca, lo que impacta en las funciones orgánicas, ya que estas dependen del azúcar para obtener energía, explica la fuente. Además, (y esto es preocupante) su cuerpo detecta la falta de calorías e ingresa en un “estado de hambruna”, que ralentiza el proceso de metabolización de los alimentos que ingiera.
5. El ejercicio se ha apoderado de su vida
Si bien hacer ejercicio es una decisión muy sensata y saludable, también puede volverse una obsesión, señala Livestrong. Al igual que contar calorías y saltearse comidas, uno puede volverse adicto a quemar calorías con entrenamientos de alto impacto.
Dicha fuente asegura que es adicto al ejercicio si comienza a prolongar sus entrenamientos (más de 30 minutos, que es lo necesario para estar saludable), lo que a su vez aumenta las probabilidades de sufrir lesiones. Suspender reuniones sociales por ir al gimnasio es otro indicador de que algo anda mal.
6. Piensa que aumentar la masa muscular es importante
Esto es muy común entre los hombres y la idea de aumentar la masa muscular tiene que ver con el estereotipo de hombre ideal. La versión virtual de The Guardian publicó una encuesta realizada por la YMCA y por UWE Bristol y esta establecía que los hombres están más obsesionados con su aspecto que las mujeres.
La encuesta reveló que el 18% de los participantes de sexo masculino confesaron seguir un régimen alto en proteínas para aumentar la masa muscular. Esta cifra no incluye a aquellos que usan esteroides y hormonas de crecimiento (ambos muy dañinos) para incrementar su tamaño y lograr su figura ideal para verse (o al menos sentirse) más atractivos.
7. Se compara con los demás
Como asegura Oprah.com, “la vida no es un concurso de belleza” aunque muchos lo vean así. Esto significa que se vive fijando en cada persona con la que se cruza (no de forma sugestiva) para ver si su cuerpo se parece o no al suyo.
En especial, si es mujer, se fija en mujeres jóvenes y delgadas y se siente avergonzada por no lucir como ellas, explica el sitio web. Sin embargo, puede estar saludable y tener confianza en usted misma sin lucir como una modelo. Trate de mirar hacia afuera en busca de inspiración en lugar de pasarse los días tratando de encontrarse fallas e imperfecciones.
