Es casi imposible sobrevivir sin ellas hoy en día y, ni en nuestras peores pesadillas, podemos estar atrapados en un sitio sin conexión a internet. Sin embargo, las preocupaciones vinculadas con el uso excesivo del Wi-Fi parecen haberse esfumaron por completo.
Diversas fuentes han citado estudios que demuestran que la presencia de enrutadores en hogares y compañías junto con las redes de celulares o móviles, representan una amenaza para la salud, por lo que algunos líderes del mundo han intentado crear conciencia al respecto. Las redes de celulares o móviles forman parte de la categoría campos electromagnéticos de radiofrecuencia, lo que la Organización Mundial de la Salud firmemente ha clasificado como un “potencial agente cancerígeno.” A continuación, siete motivos para decir que recibe mucho más que mensajes de texto a través de su dispositivo inalámbrico…
1. El Wi-Fi tiene la misma frecuencia que un horno microondas
Un artículo publicado en la revista Best Health de Reader’s Digest cita a dos expertos en el campo electromagnético (perdón por el juego de palabras) y uno de ellos señala que las redes Wi-Fi tienen una frecuencia de 2,4 GHz, la misma que un horno microondas. Lo más preocupante de todo es que “esta es la frecuencia perfecta para hacer que las moléculas vibren (agua hervida).”
Dicho artículo explica que, si bien los campos electromagnéticos del Wi-Fi no son tan intensos como los de un microondas, sólo necesitan un poco más de tiempo para afectar la electrosensibilidad de una persona. Hasta pueden provocar “daños genéticos”, agrega la fuente.
2. La radiación es mucho más peligrosa para los niños
Un artículo de la revista Forbes publicado en 2015 señala que un estudio un tanto controvertido (es decir, que no todos están de acuerdo con lo que dice) sugiere que las señales Wi-Fi podrían ser más peligrosas de lo que creíamos para los niños.
Dicha publicación también menciona que las redes Wi-Fi pertenecen a la categoría campos electromagnéticos, al igual que los microondas y los televisores, pero agrega que los niños absorben más este tipo de radiación que los adultos. Lo más preocupante es que dicha investigación hace énfasis en las mujeres embarazadas, que no deberían estar expuestas a la radiación del microondas, ya que los fetos corren aún más riesgos.
3. Las redes Wi-Fi resecan las membranas mucosas
Si padece resequedad crónica en su nariz, garganta y ojos sin razón aparente, el sitio web Science2.0. sugiere que puede ser víctima de la sensibilidad electromagnética por medio de diversas fuentes de radiación (incluso redes de celulares).
Dicho sitio web agrega que, además de la resequedad de las membranas mucosas, los síntomas de la electrosensibilidad también incluyen la inflamación de dichas membranas “sin que haya un foco infeccioso”. Así que si su médico no logra encontrar al culpable de su resequedad crónica, podríamos sospechar de la red Wi-Fi.
4. Puede provocar una sensación de quemazón
Esto no quiere decir que la señal de su celular le dará calor, pero diversas fuentes (incluso el National Cancer Institute) explican que las redes de celulares provocan el “calentamiento de los tejidos” en los humanos (aunque los estudios realizados en animales no revelan ningún tipo de conexión entre el aumento de temperatura y los riesgos de desarrollar cáncer).
A pesar de que la evidencia entre el uso de teléfonos celulares y el desarrollo de tumores cancerosos no sea claro, el artículo hace referencia a un análisis que demostró que existe “un incremento estadístico significativo, aunque modesto, en los riesgos de sufrir gliomas (tumores cerebrales cancerosos) en los pequeños grupos de participantes que se pasaron prácticamente todo el tiempo hablando por teléfono.”
5. Puede mantenerlo despierto toda la noche
No es la primera vez que oímos hablar de los peligros de usar dispositivos electrónicos antes de dormir y algunos sistemas operativos móviles han reducido significativamente los problemas para descansar en sus usuarios al disminuir la emisión de luz azul de las pantallas (que generan insomnio al dificultar la producción de melatonina, la hormona del sueño natural del organismo).
Sin embargo, su celular no es el único culpable; algunas fuentes indican que la actividad electromagnética también interrumpe su descanso nocturno. Esto no sólo lo afecta al utilizar el dispositivo, sino al dormir cerca de él o en un sitio en el que interactúan señales múltiples.
6. Afecta la fertilidad masculina
Un artículo de Men’s Fitness confirma que usar laptops o portátiles con Wi-Fi puede ser una amenaza si planea concebir. El artículo hace referencia a un estudio de origen argentino que demostró que las muestras de espermas de 29 adultos saludables fueron afectadas de forma negativa por las señales Wi-Fi.
Los resultados indican que el 25% de las muestras de esperma colocadas debajo del laptop o portátil no tenían motilidad (dejaban de moverse), mientras que el 14% de las mismas no estuvieron en contacto con redes Wi-Fi. Lo más preocupante de todo es que el 9% de los espermas que estuvieron expuestos al Wi-Fi presentaban lesiones en el ADN (en comparación con el 3% que no estuvo expuesto). Procure no poner la computadora cerca de suyo si ser padre es una de sus prioridades.
7. Puede empeorar problemas del corazón
Según, al menos, una fuente virtual—Global Healing Center— las redes Wi-Fi podrían representar una amenaza si tiene problemas de corazón. Si se siente ansioso o tiene palpitaciones cerca de las redes inalámbricas, no es su imaginación.
Dicho sitio web menciona un estudio que involucró a 69 individuos que mostraron una reacción física significativa frente a las frecuencias electromagnéticas. La investigación reveló que los pulsos se incrementaban de la misma manera que si la persona estuviese estresada, lo que no es nada positivo si su corazón ya tiene dificultades para funcionar. HealthCentral.com agrega que la exposición a redes Wi-Fi puede provocar angina, arritmias, hipertensión y taquicardia.