Cuando se trata de deficiencias vitamínicas, la falta de potasio no suele ser tan común como la de las vitaminas D, C y B. Sin embargo, la primera es responsable de la función muscular, de la regulación de fluidos y de otras tantas funciones corporales vitales. Aparte de los molestos calambres, ¿cómo puede darse cuenta de que sus reservas de potasio necesitan una buena recarga?
Por supuesto, hay muchas más alternativas para obtener potasio además de comer banana o plátano. De hecho, los aguacates, las papas horneadas (con piel) o una buena porción de espinaca, acelga, brócoli o frutillas son fuentes maravillosas de esta vitamina. A continuación, le mostramos seis indicadores de falta de potasio en el organismo…
1. ¿Cuánto es suficiente?
Según los Dietary Guidelines de los Estados Unidos, los adultos norteamericanos apenas alcanzan los 4.700 miligramos de potasio diarios recomendados. Esto es preocupante, en especia si tenemos en cuenta el estudio de los Clinical Journal of the American Society of Nephrology, que vincula el potasio con la capacidad de prevenir enfermedades cardiacas y renales.
Las estadísticas de los Institutos de Medicina revelaron que la mayoría de nosotros apenas obtiene el 50% de la ingesta diaria de potasio aconsejada por los expertos. Aún peor es el hecho de que las deficiencias de potasio no pueden ser detectadas por medio de exámenes de rutina.
2. ¡Ay! ¡Un calambre!
Cada vez que me daba un calambre de pequeña, mi abuela solía decir: “¡Cómete una banana!” Y, por más gracioso que suene, muchos asociamos los dolorosos espasmos en las piernas con la falta de este nutriente.
El potasio pertenece a la categoría de los electrolitos y, si transpiramos en exceso, estos últimos se reducen considerablemente y ahí aparecen los temidos calambres. Por fortuna, si no consigue bananas, las bebidas deportivas son una buena solución.
3. Le falta energía
La fatiga inexplicable, la debilidad muscular y el cansancio extremo son indicadores de falta de potasio. Si ha estado durmiendo bien pero aún así se despierta sin energía, debería consultar a su médico de confianza para detectar deficiencias vitamínicas.
Por fortuna, los niveles de potasio pueden normalizarse con ayuda de una dieta balanceada o equilibrada, repleta de frutas y vegetales ricos en potasio. Algunas opciones para aliviar el malestar son brócoli, espinaca, acelga y papas con piel.
4. Se le acelera el corazón
Si su corazón está pasado de revoluciones y tiene palpitaciones, es probable que sus reservas de potasio sean bajas. En la mayoría de las personas, las palpitaciones ocurren sin que ellos siquiera las noten.
Sin embargo, una investigación de la Facultad de Medicina de Harvard asegura que si padece deficiencias de potasio, los latidos del corazón tienden a volverse irregulares. Un examen físico le permitirá descubrir si su corazón late de forma irregular debido a algún fallo en alguna válvula, a un problema de tiroides o a deficiencias vitamínicas.
5. Su presión arterial se eleva
La presión arterial alta puede ser causada por sobrepeso, por factores hereditarios o por el consumo excesivo de sodio— pero, para su sorpresa, también resulta de las deficiencias de potasio. De hecho, un estudio realizado con ratas de laboratorio por el equipo de nefrólogos de Brigham y del Hospital de Mujeres demostró de qué manera la falta de potasio contribuye con la hipertensión.
Durante el estudio, algunas ratas fueron alimentadas con productos con distintos niveles de potasio y las que carecían de esta vitamina acababan con presión arterial alta. Los científicos concluyeron que las personas que ingieren grandes cantidades de sal y muy pocas frutas y vegetales padecen hipertensión.
6. No consume frutas ni vegetales
Si aprendió algo de este artículo es que las dietas ricas en frutas y vegetales le aportan los niveles de potasio que necesita. De hecho, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos indica que mientras más coloridos y brillantes sean los alimentos que consume—¡mejor!
Después de todo, un menú monocromático suele consistir mayormente en almidón y carne— mientras que los más coloridos tienden a ser más equilibrados, saludables y nutritivos.