Créame que no es el único que ha estado todo el invierno resfriado o con gripe. De todos modos, si es propenso a enfermarse una y otra vez casi sin respiro entre medio, es probable que muchos de sus hábitos sean los culpables.
Los expertos sospechan que el estrés, los medicamentos, la alimentación y, para sorpresa de unos pocos, la falta de sueño reducen la inmunidad y hacen que el organismo se vuelva incapaz de luchar contra todo tipo de virus e infecciones. Dígame la verdad, ¿alguno de los siguientes seis hábitos le resulta conocido?
1. Jugos desintoxicantes y dietas extremas
Muchos de los que prueban por primera vez los jugos desintoxicantes lo hacen con la mejor de las intenciones. Sin embargo, acostumbrarse a recurrir a este tipo de prácticas extremas para estar en forma (cualquiera que implique limitar al máximo la ingesta de calorías) causa desastres en su salud general. El Dr. Michael D. Gershon, profesor de Patologías y Biología Celular en la Universidad de Columbia, afirma que las bebidas desintoxicantes “están basadas en la charlatanería, ya que lo único que reducen es la cantidad de líquidos en el cuerpo, [lo que] puede traerle consecuencias severas a su organismo.”
Según los investigadores, cualquier dieta restrictiva (Paleo y Atkins, etc.) lo hará enfermarse con mayor frecuencia debido a la falta de minerales y vitaminas esenciales en el sistema. Lo ideal es tratar de seguir tener una alimentación equilibrada y saludable que le permita incorporar magnesio, cinc, grasas saludables, proteínas magras y selenio y reforzar el sistema inmunológico.
2. Consumo excesivo de alcohol
Si le cuesta resistirse a una botella de cerveza durante la semana y se pasa de copas los sábados y domingos, lo más probable es que el exceso de bebidas esté haciendo que se enferme más seguido. Según la Canadian Cancer Society, el alcohol en grandes cantidades suprime la producción de glóbulos rojos y blancos en la médula ósea y debilita el sistema inmunológico a largo plazo.
Esto no quiere decir que deba dejar de beber por completo. Sin embargo, los hombres y mujeres que tienden a embriagarse con mayor rapidez (4 a 6 tragos en el transcurso de unas pocas horas) dañan la capacidad del organismo de luchar contra enfermedades. Una solución es suavizar los cócteles con agua o soda.
3. Vive a antibióticos
Todos sabemos lo riesgoso que es consumir antibióticos con tanta frecuencia. Llegará un momento en el que el organismo creará una barrera de resistencia a los mismos y será incapaz de combatir enfermedades e infecciones de manera natural. Una investigación llevada a cabo por la Facultad de Medicina de Harvard asegura que las bacterias beneficiosas de los intestinos (conocidas como probióticos) juegan un rol esencial al promover la salud del sistema inmunológico.
Al usar antibióticos con tanta frecuencia (más de una vez al mes), daña los tejidos del intestino y erradica gran parte de esos organismos beneficiosos. La falta de bacterias saludables debilita las membranas protectoras del intestino y lo vuelven propenso al ataque de toxinas e infecciones crónicas (como las del tracto urinario).
4. Viaja con demasiada frecuencia
La Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés) advierte que los viajeros frecuentes deben estar atentos más atentos que cualquier otra persona a la salud de su sistema inmunológico. El problema es que, en especial las mujeres, no sólo están expuestos a gérmenes y agentes contaminantes en aviones, trenes y hoteles…el cuerpo también está más débil y estresado por la falta de sueño, de ejercicio y de alimentación saludable.
Si debe viajar regularmente, trate de hacer al menos 20 o 30 minutos de actividad física (aunque sea caminar) al día y procure consumir menús y snacks nutritivos para mantener elevados los niveles de energía y reducir el estrés.
5. Demasiados analgésicos
Al igual que excederse en el uso de antibióticos, consumir tantos analgésicos, en especial antiinflamatorios no esteroides, afecta los tejidos intestinales y lo vuelve propenso a sufrir problemas de salud. Los fármacos para aliviar el dolor desgastan la barrera protectora del tejido intestinal y erradican tanto las bacterias buenas como las malas.
Según la Dra. Susan Blum, directora y fundadora de Blum Center for Health de Nueva York, los esteroides y antiinflamatorios no esteroides “aumentan la permeabilidad del intestino,” lo que eleva los riesgos de sufrir infecciones a causa de partículas de alimentos mal digeridas que perjudican el sistema inmunológico.
6. Usa antiácidos cada vez que se indigesta
Todos sabemos que para la indigestión, el mejor remedio es el Tums®. Por más inofensivo que parezca, el reflujo gastroesofágico o indigestión crónica que requiere antiácidos recetados más potentes (por ejemplo, inhibidores de la bomba de protones o IBP), debilita su inmunidad y lo vuelve propenso a sufrir todo tipo de enfermedades.
Según la clínica Mayo, alrededor del 70% de la inmunidad proviene de los tejidos linfoides del tracto digestivo. Sin embargo, si el sistema inmunológico se daña por exceso de antiácidos, acabará con un pH intestinal demasiado ácido y tendrá mayores riesgos de contraer enfermedades tales como neumonía.