Con frecuencia oímos decir que el cáncer de próstata es el mayor causante de muertes en los hombres. Sin embargo, según la Testicular Cancer Awareness Foundation, el de testículo es el tipo que más afecta a individuos de entre 15 y 35 años.
A pesar de ser tan común, no se suele hablar mucho del tema. Es una lástima, ya que informarnos nos permite salvar vidas. Por si no lo sabía, la tasa de supervivencia de los pacientes es superior al 95% cuando la enfermedad se detecta en una etapa temprana. Por esta razón, dicha organización considera que abril el mes de la concienciación. A continuación, le presentamos seis datos que debería conocer acerca de este asesino precoz…
1. Puede desarrollarse a cualquier edad
Si bien la mitad de los casos se da en personas de entre 20 y 34 años, la American Cancer Society afirma que la enfermedad puede manifestarse a cualquier edad, incluso en adultos mayores e infantes.
La forma más común de este cáncer en los más pequeños es el carcinoma del saco vitelino, que se denomina así porque los tumores se asemejan al saco vitelino del embrión humano. La misma organización asegura que el carcinoma responde muy bien a la quimioterapia y puede tratarse con éxito.
2. Genera la aparición de protuberancias en otras partes del cuerpo
Si bien el principal signo de que la afección está presente son las protuberancias en el testículo (generalmente son del tamaño de un guisante o un poco más grandes), el sitio web CancerResearchUK.org afirma que las células cancerosas también pueden trasladarse a otras glándulas linfáticas del cuerpo.
De hecho, algunos casos de cáncer de testículo se han detectado gracias a la presencia de bultos en el cuello y en otras partes. De todos modos, recuerde que las protuberancias en el testículo no siempre son sinónimo de cáncer. Una clínica del Reino Unido descubrió que apenas 76 de 2.000 pacientes con protuberancias testiculares en realidad tenían cáncer de testículo. Su doctor podrá brindarle un diagnóstico preciso con ayuda de pruebas no invasivas.
3. Existen factores de riesgo específicos
La American Cancer Society señala que, además de la edad, existen otros factores de riesgo a tener en cuenta a la hora de hablar de cáncer de testículo. Uno de ellos es el descenso incompleto de un testículo (un trastorno conocido como criptorquidia). La enfermedad se da 3 de cada 4 veces en los testículos afectados y 1 de cada 4 en los testículos normales.
Otros factores de riesgo son la genética (es decir, tener algún familiar cercano con este tipo de cáncer), las infecciones por VIH y el grupo étnico. Para ser más precisos, en los Estados Unidos, los hombres blancos son más propensos a desarrollar cáncer de testículo que cualquier otro grupo étnico. Si es alto, los riesgos se incrementan aún más.
4. El cáncer de testículo puede avanzar rápido o despacio
Existen dos tipos de cáncer de testículo, que se clasifican como seminomas y no seminomas. Según CancerResearchUK, alrededor del 45% de los casos se define como “seminoma puro.”
Ambos se desarrollan en las células germinativas (que producen espermas) de los testículos. Los seminomas tienden a tardar más en crecer y afectan a hombres de entre 30 y 40 años, mientras que los no seminomas son más comunes y avanzan con mayor rapidez.
5. La enfermedad aumenta los niveles de estrógeno en los hombres
Todos los hombres tienen testosterona y estrógeno en sus cuerpos (aunque este último aumenta a medida que envejecen). No obstante, la presencia de tumores en el testículo incrementa los niveles de estrógeno, la hormona sexual vinculada con las mujeres.
El resultado es la ginecomastia, lo que en términos no científicos se conoce como “senos masculinos.” Sin embargo, tener senos no significa que padece cáncer de testículo. Para aprender más acerca de este trastorno, consulte uno de nuestros artículos más recientes acerca de la ginecomastia.
6. Puede tener una vida normal después del tratamiento
Según Planned Parenthood, el 99% del total de los casos de cáncer sólo afecta a un testículo. Esto implica que el otro debe encargarse de producir hormonas y de contribuir con ciertas funciones como el crecimiento de la barba o el mantenimiento de una libido saludable.
Dicha organización asegura que los hombres no deben preocuparse por perder la “masculinidad” durante el tratamiento. Si le preocupa la apariencia del escroto (que alberga los testículos), puede utilizar una prótesis sintética.