Los tumores cerebrales pueden ser benignos (no cancerosos) o malignos (cancerosos), pero en cualquiera de estos casos, el tumor en sí puede afectar al paciente de distintas maneras. Según la Clínica Mayo, “Los signos y síntomas de un tumor cerebral varían enormemente y dependen del tamaño, la ubicación y el ritmo de crecimiento del tumor”.
Sin embargo, hay algunos síntomas potencialmente debilitantes asociados a un tumor cerebral, y un médico tendrá que evaluar la mejor opción de tratamiento, ya sea cirugía, radiación u otro tratamiento. Si experimenta alguno de estos 13 síntomas característicos, lo mejor es que acuda a un profesional médico para que lo evalúe…
1. Dolores de cabeza
Si usted no es de las personas que suelen tener dolores de cabeza, y de repente se encuentra con ellos de forma regular, podría tratarse de muchas cosas, incluso de un signo temprano de un tumor cerebral, señala WebMD.
Los dolores de cabeza asociados a los tumores cerebrales no responden a los remedios de venta libre del mismo modo que otros dolores de cabeza. Sin embargo, el sitio también dice que no debe entrar en pánico si usted está teniendo dolores de cabeza, “Tenga en cuenta que la mayoría de los dolores de cabeza no están relacionados con los tumores cerebrales”, añade la fuente.
2. Convulsiones
De acuerdo con la Asociación Americana de Tumores Cerebrales (American Brain Tumor Association), los tumores cerebrales también pueden desencadenar convulsiones, que “pueden ser el primer indicio de que algo inusual está ocurriendo en el cerebro”. La fuente también señala que las convulsiones son más frecuentes en determinados tipos de tumores cerebrales, como los gliomas de crecimiento lento, los meningiomas (que afectan a las membranas del cerebro y la médula espinal) y los tumores cerebrales metastásicos (cáncer que comienza en otro lugar y se extiende al cerebro).
Las características de las convulsiones relacionadas con el tumor incluyen un inicio repentino de convulsiones, pérdida de funciones corporales, detención de la respiración (durante 30 segundos más o menos, lo que puede dar lugar a un color de piel “azul oscuro”) y debilidad o entumecimiento subsecuente. En general, todo este episodio tiene una duración breve (de 2 a 3 minutos).
3. Deterioro cognitivo
Los tumores cerebrales pueden provocar una serie de problemas en la capacidad del cerebro para procesar información. La red Centros de Tratamiento del Cáncer de América (Cancer Treatment Centers of America) señala que los tumores cerebrales pueden dificultar que el paciente recuerde cosas, se concentre en una tarea o se comunique con claridad.
La fuente también señala que algunos de los síntomas, como la confusión y la incapacidad de pensar con claridad, pueden aparecer gradualmente. Estas pueden ser las primeras señales de alarma que lleven al médico a analizar la posible causa de la enfermedad.
4. Problemas de equilibrio y coordinación
Cancer.net explica que puede haber algunos signos reveladores de un tumor cerebral que se manifiestan de forma física, a causa del propio cáncer o de los tratamientos. Como el cerebro y la médula espinal forman parte del sistema nervioso central, los pacientes con cáncer cerebral pueden experimentar una serie de efectos secundarios no deseados.
Aparte del deterioro cognitivo ya mencionado, los pacientes con tumores cerebrales pueden tener problemas para caminar y mantener el equilibrio, y pueden experimentar vértigo, que es la sensación de que la habitación da vueltas. Las funciones de coordinación (por ejemplo, algo tan sencillo como atarse los cordones de los zapatos) también pueden verse afectadas.
5. Cambios de personalidad
Los miembros de la familia y los cuidadores podrían notar un cambio en su comportamiento si está lidiando con un tumor cerebral. CureToday.com explica que los cambios de personalidad pueden suponer una carga adicional para los pacientes que están lidiando con la enfermedad.
Como el lóbulo frontal del cerebro es el “centro de mando” de la personalidad, los tumores en esta zona del cerebro tendrán un impacto más grave. Sin embargo, otras localizaciones de los tumores pueden causar desequilibrios hormonales y una gran frustración para el paciente, especialmente si su capacidad de hablar se ha visto afectada. “Un paciente con un tumor cerebral que le ha hecho perder el habla puede desear desesperadamente decirle a su nieto cuánto lo quiere, pero no ser capaz de pronunciar las palabras”, añade la fuente.
6. Pérdida de audición
Así como la capacidad de ser oído puede verse afectada por un tumor cerebral, también puede hacerlo la capacidad de oír, según la Fundación Canadiense de Tumor Cerebral (Brain Tumour Foundation of Canada). Aunque el oído es obviamente importante para la audición, es el cerebro el que en última instancia procesa el sonido. Esto significa, en teoría, que el oído y sus estructuras internas podrían estar bien, pero las vías y los receptores del cerebro podrían no estarlo.
La Fundación señala que un tipo de tumor que puede afectar la audición es el llamado “neuroma acústico”, el cual puede afectar a uno o ambos oídos. Las pruebas para detectarlo suelen mostrar una pérdida de audición en las frecuencias altas, así como un mal reconocimiento de las palabras. Los tumores pueden afectar una zona más pequeña, en la cual residen los sistemas de transmisión auditiva o por “efectos de masa”, y pueden crear presión o incluso hacer que el cerebro se mueva, dependiendo del tamaño del tumor.
7. Debilidad en un lado
Cancer.net también explica que el paciente puede experimentar debilidad en un lado del cuerpo, afectando al brazo y a la pierna del mismo lado. Además, puede experimentar confusión sobre qué lado del cuerpo es el izquierdo o el derecho, todo ello relacionado con un tumor en el lóbulo frontal o parietal del cerebro.
Otro síntoma de este tipo de tumor cerebral es una “percepción alterada” del tacto o la presión. Otras fuentes señalan que esto podría afectar a la capacidad de sentir dolor o diferentes temperaturas.
8. Cambios en la visión
La red Centros de Tratamiento del Cáncer de América señala que un tumor situado cerca del nervio óptico podría provocar una visión borrosa o doble, y algunos otros tipos de tumores pueden llegar a provocar movimientos oculares anormales.
La Asociación Americana de Tumores Cerebrales describe un panorama más sombrío en lo que respecta a la relación entre los tumores cerebrales y la visión. La fuente señala que se pueden desarrollar puntos ciegos, pérdida de la visión periférica (ver por el rabillo del ojo) o ceguera repentina, lo que podría indicar la presión del tumor sobre el cerebro. Si experimenta una ceguera repentina, busque asistencia médica inmediata.
9. Dificultades con el lenguaje
La red Centros de Tratamiento del Cáncer de América señala que, dependiendo de la ubicación del tumor cerebral, éste puede afectar a zonas que normalmente son responsables de una comunicación clara.
Dicho esto, el habla en sí puede resultar difícil para la persona afectada, o puede experimentar “dificultades de lenguaje”, añade la fuente. Esto suele significar que la persona no puede encontrar las palabras adecuadas para expresar algo o no puede comprender lo que alguien le está diciendo.
10. Tirones musculares
Cancer.net habla de un meningioma, que es un tumor que se forma en las membranas que cubren el cerebro y la médula espinal cercana. Dice que el tumor que presiona contra estas dos áreas esenciales puede provocar movimientos involuntarios de los músculos llamados convulsiones, que a veces también se denominan ataques motores.
Como hemos detallado anteriormente, mientras que esto puede presentarse como convulsiones completas con pérdida de la función corporal (conocidas como convulsiones tónico-clónicas o de gran mal), también puede darse en la forma de espasmos o sacudidas musculares simples o múltiples (conocidas como convulsiones mioclónicas).
11. Depresión
Según Reader’s Digest, además de los cambios de personalidad que podrían implicar un comportamiento arriesgado, el estado de ánimo de una persona puede decaer debido a la presencia de un cáncer cerebral. La depresión, la ansiedad y la ira irradian desde el lóbulo frontal, el cual puede quedar comprimido o irritado por la formación de un tumor.
En algunos casos, esto puede dar lugar a un diagnóstico erróneo de un problema psiquiátrico, cuando en realidad se trata de un cambio físico en el cerebro que causa la depresión u otro estado de ánimo o comportamiento inusual.
12. Infertilidad
La misma fuente afirma que el cáncer cerebral puede incluso afectar a la capacidad de concebir un hijo. Esto se debe a que el cerebro controla las hormonas, incluidas las que son esenciales para la reproducción.
La glándula pituitaria en particular, aunque es muy pequeña, es responsable de la producción de hormonas. “Los tumores que afectan a la hipófisis pueden segregar grandes cantidades de hormonas o impedir que la glándula normal funcione”, explica la fuente. Esto puede afectar la capacidad de concebir o a la capacidad de producir leche materna tras el parto.
13. Cansancio/letargo
TheBrainTumorCharity.com, con sede en el Reino Unido, habla de la fatiga relacionada con los tumores, señalando que este es “el efecto secundario más común” de los tumores cerebrales y del cáncer cerebral. Las personas con tumores cerebrales no cancerosos también pueden experimentar fatiga (definida como un cansancio que no se alivia descansando). También pueden sentir que sus extremidades pesan más y que, en general, es más difícil moverse.
Esta fatiga relacionada con el tumor puede alterar los patrones de sueño del paciente y variar en intensidad día a día o incluso durante el mismo día. Otras fuentes señalan que la fatiga también es un efecto secundario de la cirugía, la radioterapia y la quimioterapia, por lo que si el tumor en sí mismo no es el causante de que el paciente se sienta continuamente cansado, el tratamiento podría ser el culpable.