¿Le cuesta irse a dormir por la noche? No es el único. Ciertos estudios, entre los que se incluyen los de la American Sleep Foundation, demuestran que alrededor de la mitad de los estadounidenses afirma haber tenido problemas para conciliar el sueño en algún momento de su vida y que más de uno de cada cinco sufre de insomnio crónico.
En términos simples, el insomnio es producto del estrés, la ansiedad, la depresión, los problemas médicos severos, el dolor o el abuso de sustancias. Para superar los trastornos de sueño necesita determinar qué tipo de insomnio está aquejándolo…
1. Insomnio general
El insomnio general es el término que engloba todos los problemas de sueño y afecta a cualquier individuo que tenga inconvenientes para dormir por la noche (aunque también incluye a los que se despiertan en medio de la noche o muy temprano en la mañana). En términos generales, se define simplemente como la falta de sueño generalizada o la mala calidad de descanso.
Es más, si ocasionalmente le cuesta dormir, lo más probable es que su doctor le diagnostique insomnio. Sin embargo, si la falta de sueño es el resultado de algo más específico, su tratamiento requerirá un enfoque distinto.
2. Insomnio agudo o por ajuste
Como su nombre lo indica, el insomnio por ajuste es un trastorno de sueño que surge por algún cambio significativo en la vida del paciente. También se lo conoce como insomnio agudo o a corto plazo y entre las situaciones que lo provocan se incluyen el final de una relación (o divorcio), la muerte de un ser querido, la pérdida de un trabajo o la aparición de una enfermedad, entre otros factores.
Esta afección puede tratarse con medicamentos pero debe combinarse con sesiones de terapia conductista cognitiva para ayudar al paciente a liberar las tensiones y así retomar su rutina de descanso normal.
3. insomnio infantil
Los adultos no son los únicos que pueden padecer insomnio; los niños también tienen problemas severos para dormir, que impactan en su desempeño escolar y en su vida en general. El insomnio infantil es una afección grave que impacta en el desarrollo natural de una criatura.
Por lo general, los expertos prefieren no medicar a los niños con insomnio. El enfoque preferido es conversar con el pequeño para descubrir qué le genera temor o molestias. Con frecuencia, los inconvenientes están asociados con estrés o irregularidades en sus patrones de sueño.
4. Insomnio idiopático
El insomnio idiopático es uno de los trastornos de sueño más severos que existen. Afecta de por vida al paciente; se desarrolla en los primeros años de la niñez y permanece en la adultez. Por lo general, el problema no están asociados con estrés, medicamentos o dolores.
En términos generales, es el resultado de algún tipo de desequilibrio en el organismo. Por ejemplo, ocurre porque aumenta el descanso superficial y el sueño paradójico (fase MOR) y disminuye el sueño profundo. Lo que sí queda claro es que aquellos con este tipo de inconvenientes necesitan tratamientos específicos.
5. Insomnio por abuso de sustancias
Existen muchísimas sustancias que afectan de forma negativa la capacidad de sueño, como ciertos fármacos, la cafeína, el alcohol y algunos alimentos. Algunos medicamentos bloquean el sueño (lo que significa que tendrá que tomarlos más temprano). La cafeína, por ejemplo, evita que la mente se relaje por completo.
Si bien el alcohol puede ayudarlo a dormir, aumenta las probabilidades de que se despierte en medio de la noche mientras que ciertos alimentos (como la comida picante) generan indigestión y dificultan el descanso placentero. Su desafío será encontrar una forma de eliminar las sustancias problemáticas de su dieta para volver a descansar como corresponde. Este cambio de estilo de vida puede requerir la ayuda de un experto.
6. Insomnio por un problema médico
A veces, el insomnio es un trastorno psicológico severo que puede estar asociado con el estrés y la ansiedad. Este puede ser el caso de personas que deben someterse a tratamientos invasivos por alguna enfermedad grave.
Pero el dolor es otro síntoma significativo de alguna enfermedad y puede tener un impacto dramático en el descanso nocturno. Los medicamentos que apuntan a reducir o eliminar el dolor son útiles pero pueden alterar la agenda de descanso de un paciente. Si debe tratarse por algún trastorno médico, asegúrese de consultar a su doctor acerca de un posible problema de descanso para que le brinde una solución lo antes posible.
7. Insomnio paradójico
El insomnio paradójico se caracteriza por promover un descanso ligero en el que se hace más difícil despertar al individuo mediante estímulos que en cualquier otro momento del sueño nocturno. Además, los afectados se quejan de haber dormido mucho menos de lo que en realidad han dormido.
Existen diversas explicaciones para el insomnio paradójico pero, en términos generales, se trata de un problema psicológico. Si cree que algún conocido puede estar lidiando con este tipo de insomnio, aliéntelo a que hable del tema con su médico de confianza.
8. Insomnio psicofisiológico
Por más complejo que parezca, el insomnio psicofisiológico es común y simple: básicamente es causado por preocupaciones excesivas acerca de no poder dormir. En efecto, es un círculo vicioso: al no dormir, la persona se preocupa y, por esta razón, le cuesta conciliar el sueño por la noche.
En muchos casos, los individuos con este tipo de inconvenientes se obsesionan con que están demasiado cansados al día siguiente por no haber descansado bien la noche anterior. Para superar sus problemas, necesitan tratar la ansiedad y la depresión y tomar sesiones de terapia cognitiva conductual.
