Los profesionales de la salud afirman que el dolor de cadera es una de las molestias más comunes entre los pacientes. Por lo general, afecta a individuos de cualquier edad. En un estudio llevado a cabo por la Facultad de Medicina Johns Hopkins, el 14,3% de los adultos mayores de 60 años reportó haber experimentado molestias frecuentes en esa parte del cuerpo por un periodo de seis semanas.
El dolor de cadera puede atribuirse a diversos factores y entre ellos se incluyen artritis, lesiones, pinzamientos de los nervios, entre otros. Las molestias suelen localizarse en una de las tres regiones del cuerpo: en la parte frontal de la cadera y la ingle, el la zona posterior de la cadera y de la nalga o al costado de la cadera. Con ustedes, las diez causas más comunes…
1. Bursitis
La bursitis es la inflamación de unas pequeñas estructuras en forma de bolsa rellenas de fluido que se encargan de amortiguar los huesos, músculos y tendones que rodean las articulaciones. Dichas estructuras se llaman bursas y se localizan cerca de articulaciones de gran tamaño como los hombros, las rodillas, los tobillos, los codos y la cadera. Su función es reducir la fricción alrededor de la articulación. La etiología de la bursitis es una sobrecarga o un traumatismo directo en la articulación. Es una de las causas típicas del dolor de cadera.
Existen dos grandes bursas en la cadera que son propensas a inflamarse. Una se encuentra cerca del trocánter mayor del fémur, que es la parte más externa de la cadera. La inflamación de esta bursa se conoce como bursitis trocantérea. La enfermedad se caracteriza por generar dolor en la región lateral de la cadera. La bursa iliopsoas es la más grande de la cadera y se encuentra en la parte interior. La inflamación de dicha bursa se conoce como bursitis iliopsoas y es menos común que el otro caso. La afección provoca dolor en la parte frontal de la cadera y en la ingle.
2. Osteoartritis
La osteoartritis es el tipo más común de artritis y causa inflamación en los huesos y en las articulaciones. Esta inflamación genera el deterioro gradual de los cartílagos en los extremos de los huesos de las articulaciones. La osteoartritis puede dañar cualquier articulación del cuerpo, aunque afecta principalmente las manos, las rodillas, la cadera y la columna vertebral. La enfermedad es degenerativa (empeora con el tiempo) y hasta el momento no tiene cura. Es una de las causas más comunes de dolor de cadera en los pacientes de más de 65 años.
Las molestias en la cadera vinculadas con la osteoartritis suelen localizarse en la parte frontal de la cadera y en la ingle. Como el cartílago se desgasta, la cabeza del fémur (el hueso del muslo) está en contacto directo con la cavidad interior de la cadera. El roce de las superficies de los huesos es lo que provoca dolor. Los síntomas incluyen dolores constantes y profundos en la cadera al igual que rigidez que tiende a empeorar cuando se pasa mucho tiempo de pie.
3. Fractura de cadera
La fractura de cadera es una lesión severa que puede poner en riesgo la vida del paciente y es por eso que requiere de una intervención quirúrgica inmediata. El riesgo de sufrir este tipo de complicaciones empeora con la edad. Las personas mayores son más propensas debido al debilitamiento de los huesos vinculado con el paso del tiempo (osteoporosis). La osteoporosis afecta principalmente a mujeres, al igual que a hombres mayores de 65 años.
Los individuos jóvenes y muy activos también son propensos a fracturarse la cadera. Las fracturas por estrés son fisuras pequeñas e imperceptibles en la superficie del hueso que son provocadas al realizar actividades de alto impacto de forma repetitiva. La lesión suele generar dolor en la parte frontal de la cadera o ingle que empeora con los movimientos. El diagnóstico es complicado, ya que muchas fracturas por estrés no suelen visualizarse con rayos X comunes. Las tomografías óseas y las imágenes de resonancia magnética (IRM) suelen ser necesarias para efectuar un diagnóstico preciso.
4. Tendinitis
La tendinitis se caracteriza por la inflamación de los tendones. Los tendones son tejidos que unen los músculos a los huesos. La tendinitis afecta cualquier tendón del cuerpo, aunque se da principalmente alrededor de los hombros, en los codos, las muñecas, las rodillas y la cadera. Suele darse en deportistas y operarios que desempeñan tareas demandantes a nivel físico. Los tendones inflamados tienen más posibilidades de romperse y, en ese caso, se deben reparar por medio de un procedimiento quirúrgico.
La tendinitis de cadera se conoce como psoa-ilíaca o iliopsoas. Los músculos ilíaco e iliopsoas flexionan la cadera y se unen por medio de un tendón en la cabeza del fémur (el hueso del muslo). Los más afectados por este tipo de complicaciones son los bailarines, los gimnastas, las personas mayores con renguera o paso irregular y los corredores de larga distancia. La afección se caracteriza por generar dolor en la parte frontal de la cadera y en la ingle. Es posible que oiga una especie de explosión cada vez que flexione o extienda la cadera.
5. Osteonecrosis
La osteonecrosis resulta en la muerte de tejido óseo debido a la falta de irrigación sanguínea. Esto suele derivar en la pérdida total del hueso. La afección también se conoce como necrosis avascular, necrosis aséptica o necrosis isquémica. La enfermedad puede afectar uno o varios huesos. Los sitios más dañados son la cadera, las rodillas, los hombros y los tobillos. La osteonecrosis de la mandíbula es poco común y suele vincularse con el uso de medicamentos con biofosfanato, que se usan para prevenir y tratar la osteoporosis.
La cadera es la parte más afectada. La afección principalmente daña la cabeza del fémur (el hueso del muslo), que compone la articulación de la cadera. Los factores de riesgo más comunes son el uso prolongado de altas dosis de esteroides y la ingesta excesiva de alcohol. Por lo general, se desarrolla en individuos de entre 40 y 65 años y se da con mayor frecuencia en hombres que en mujeres.
6. Artritis séptica
La artritis séptica es una infección muy dolorosa en las articulaciones. Ciertos microorganismos que viajan por el torrente sanguíneo son capaces de infectar la articulación. También puede ocurrir que alguna punción o herida penetrante introduzca microorganismos dentro de una articulación. La afección puede ser provocada por agentes bacterianos, virales o fúngicos. La etiología más común de la artritis séptica es la batería estafilococo áureo o dorado. Las articulaciones más afectadas por esta enfermedad son las rodillas y la cadera.
Los factores de riesgo incluyen ser mayor de 80 años, tener diabetes o artritis reumatoidea, haber sido operado de las articulaciones y tener prótesis de cadera o de rodilla. Las molestias en la parte frontal de la cadera son el principal síntoma de la artritis séptica de cadera. Entre otros síntomas se incluyen fiebre e hinchazón, enrojecimiento y calor local. Los drenajes y el suministro de antibióticos son clave en el tratamiento de la afección. La detección y el tratamiento tempranos son necesarios para prevenir la degeneración articular y los daños permanentes.
7. Hernias
Las hernias ocurren cuando una parte de los intestinos sobresale de una región débil de las paredes de los músculos abdominales. Los tipos más comunes son la inguinal (en la parte interna de la ingle), la femoral (en la parte externa de la ingle), la incisional (por incisiones quirúrgicas) y la umbilical (en el ombligo). Estas complicaciones surgen por levantar objetos muy pesados, por hacer demasiado esfuerzo al defecar, por estar excedido de peso y por toser o estornudar de forma crónica. La mayoría de las hernias puede solucionarse por medio de procedimientos quirúrgicos.
Las inguinales y femorales suelen ser causantes del dolor en la parte frontal de la cadera y en la ingle. Este dolor es visceral, ya que proviene de los tejidos adyacentes a las articulaciones de la cadera. Las hernias más preocupantes son las de tipo deportivo o pubálgicas, que no son palpables. Estas causan dolor crónico en la parte frontal de la cadera y en la ingle en atletas. La afección es muy común en individuos que practican deportes como fútbol, hockey sobre hielo y lucha libre.
8. Ciática
La ciática consiste en la irritación del nervio ciático. Es el nervio más largo y ancho del cuerpo humano; comienza en la pelvis, va hasta la parte superior de los muslos y llega hasta la parte trasera de las piernas. La ciática no necesita un diagnóstico, ya que es un síntoma de otra enfermedad subyacente. Entre las causas principales se incluyen hernias de disco lumbar, estenosis espinal, síndrome piriforme y enfermedad degenerativa de disco.
El mayor síntoma de la ciática es el dolor en las nalgas y en la parte frontal de la cadera. Otros indicadores incluyen dolor en la parte baja de la espalda que se irradia hasta la pierna, los pies y los dedos de los pies; hormigueos y adormecimiento de las extremidades inferiores y debilidad en la pierna y el pie. Estas molestias suelen ocurrir de un solo lado. La prognosis de la ciática es excelente, ya que muchos individuos no necesitan ser sometidos a procedimientos quirúrgicos y el problema se resuelve en menos de seis semanas.
9. Deslizamiento de la cabeza de la epífisis femoral
El deslizamiento de la cabeza de la epífisis femoral es una enfermedad poco común que se manifiesta en la cadera de los adolescentes. La epífisis es un área en el extremo de un hueso largo. Por razones desconocidas, la cabeza del fémur (hueso del muslo) se desliza hacia atrás de la articulación de la cadera y se separa de la parte principal del hueso. En realidad se trata de la fractura de la placa de crecimiento. La afección impacta en ambas caderas en casi el 20% de los adolescentes. Los factores de riesgo incluyen género masculino, obesidad, hipotiroidismo, síndrome de Down, caídas y traumatismos.
El dolor de cadera es el principal indicador de la enfermedad y la cadera izquierda suele ser la más comprometida. Otros síntomas incluyen dolor de rodilla, renguera intermitente, pierna hacia afuera y disminución del rango de movilidad de la cadera. El deslizamiento de la cabeza de la epífisis femoral puede clasificarse como leve, moderada o grave. Entre las complicaciones futuras se encuentran la osteonecrosis y la osteoartritis de la cadera.
10. Meralgia parestética
La meralgia parestética, también conocida como síndrome de Bernhardt Rothes, es causada por la compresión del nervio cutáneo femoral lateral (un nervio sensorial de gran tamaño en el muslo). La compresión de dicho nervio genera cosquilleos, adormecimiento y quemazón al costado de la cadera y en el muslo. Los síntomas suelen darse de un solo lado y se intensifican al caminar o estar parado por periodos prolongados. Las molestias sólo afectan ambos lados en el 20% de los individuos.
Los movimientos repetitivos de las piernas, el embarazo, el aumento de peso u obesidad, el uso de cintos y prendas ajustados y lesiones recientes en la cadera pueden generar lesiones en el nervio, que derivan en meralgia parestética. La enfermedad es más común en los pacientes diabéticos que en el resto de la población. El objetivo de los tratamientos es deshacerse de aquello que comprime el nervio. La prognosis de la meralgia parestética es excelente y en muy pocas ocasiones es necesario llevar a cabo un procedimiento quirúrgico para descomprimir el nervio cutáneo femoral lateral.