Una hemorragia nasal repentina puede ser bastante aterradora. Muchos de nosotros nos hemos encontrado algunas gotitas de sangre en nuestro pañuelo después de habernos sonado con fuerza la nariz, aunque los sangrados frecuentes pueden indicar la presencia de un problema de salud más severo que requiere la atención de un profesional.
A continuación, algunas de las posibles razones y algunos tips para evitar las hemorragias nasales…
1. Resfriados y alergias
Si es propenso a sufrir alergias estacionales, es decir, aquellas que son provocadas por el césped, el polen o el moho, es probable que viva sonándose la nariz, incluso con más frecuencia de lo normal. Las personas alérgicas aseguran que al comienzo de la primavera todos los síntomas molestos aparecen.
Una investigación del Sinus Institute de la Universidad de Washington vincula las hemorragias nasales con la congestión y el sonarse demasiado la nariz por culpa de los síntomas alérgicos. A esto súmele la irritación, el enrojecimiento y la inflamación de los tejidos nasales y tendrá como resultado un terrible sangrado.
2. Lesiones nasales
Todos lo hemos hecho alguna vez, por más que lo neguemos a muerte. A veces en el baño, a veces en el auto o durante una caminata desde o hasta la oficina…vamos en busca de oro verde (por si no entendió el chiste, hablo de picarnos o hurgarnos en la nariz).
Frotar los delicados tejidos dentro de la nariz o rasgarlos al tratar de aliviar una incesante comezón puede acabar en un accidente ocasional o, peor aún, en una hemorragia. Además, la lesión de un vaso sanguíneo en el interior de la nariz puede provocar sangrados nasales frecuentes. En este caso, el vaso sanguíneo dañado deberá ser cauterizado (con corriente eléctrica láser o con nitrato de plata).
3. Anticoagulantes
Según una investigación de la clínica Mayo, diversos medicamentos anticoagulantes aumentan el riesgo de sufrir sangrados nasales. Tanto las aspirinas como los fármacos para evitar la formación de coágulos sanguíneos (Warfarin/Coumadin, Plavix y Jantoven) pueden desencadenar hemorragias frecuentes debido a que afectan la coagulación natural del cuerpo.
Si debe usar anticoagulantes por riesgo a tener coágulos sanguíneos, ataques al corazón o ACV y sufre sangrados nasales regulares NO deje de usar la medicación sin antes haber hablar con su médico. Con frecuencia, las hemorragias nasales son un efecto adverso en pacientes que requieren el uso de este tipo de medicamentos para tratar enfermedades severas.
4. Aire seco o calefacción/aire acondicionado
El sitio web Healthline.com afirma que el aire seco es el causante más común de los sangrados nasales. Aquellos que frecuentan lugares ventilados o calefaccionados, suelen experimentar resequedad, comezón e irritación en las membranas nasales junto con hemorragias regulares.
Si vive o trabaja en lugares de baja humedad, utilice aerosoles nasales salinos para rehidratar los tejidos internos de la nariz. Un humidificador es otra solución útil y efectiva.
5. Enfermedades asociadas
Según la American Heart Association, los pacientes con hipertensión (presión arterial elevada) también experimentan hemorragias nasales. De hecho, diversas afecciones cardiovasculares (como las insuficiencias cardiacas, por ejemplo) pueden derivar en una crisis hipertensa, que se caracteriza por la presencia de ansiedad, dolores de cabeza, dificultades para respirar y aumentos bruscos en la presión arterial.
Recuerde que las hemorragias nasales junto con los síntomas mencionados anteriormente aparecen cuando la presión arterial elevada ya alcanzó un estado crítico. Algunos factores de riesgo de los coágulos (como el alcoholismo y ciertas enfermedades hepáticas y renales) también resultan en hemorragias nasales frecuentes y repentinas. Si sospecha que padece alguna de las afecciones mencionadas previamente, consulte a su médico de inmediato.
6. Qué hacer para frenar una hemorragia nasal
Una hemorragia nasal repentina puede ser bastante aterradora y engorrosa. Para frenar el flujo sanguíneo siéntese e incline levemente la cabeza hacia adelante.
A medida que lo haga, presione las fosas nasales durante 5 minutos para sellar cualquier vaso sanguíneo que pueda haber quedado abierto. Una vez que pasen los 5 minutos, destápese las fosas nasales para corroborar si sigue sangrando. Si es así, repita el procedimiento anterior.
7. Intervención médica para las hemorragias nasales
La mayoría de las hemorragias se debe a casos simples de resequedad nasal o a alguna herida pequeña en las membranas internas de la nariz. Estas pueden solucionarse con técnicas caseras como la que mencionamos en la diapositiva anterior. Sin embargo, los casos severos y crónicos pueden requerir intervención médica.
Si experimenta múltiples sangrados nasales a la semana, realícese un chequeo médico para descartar cualquier afección subyacente. Si utiliza anticoagulantes y constantemente le sangra la nariz, visite el hospital más cercano de inmediato.