El estrés puede afectarlo de muchas maneras, no sólo mentalmente, sino físicamente y puede tener un efecto negativo significativo en su cuerpo, en su mente, en sus relaciones, en su felicidad, en su desempeño en el trabajo y hasta en salud y bienestar general. Si bien un poco de estrés puede ser saludable – ya que puede presionarlo de manera segura para que ponga más esfuerzo en su vida personal y profesional sin causarle problemas graves; estar estresado todo el tiempo o sentir grandes brotes de tensión con regularidad es muy perjudicial para su salud. Hay algunos síntomas emocionales y mentales comunes del estrés, como los ataques de pánico y los dolores de cabeza, pero también hay un montón de síntomas poco frecuentes. Ser consciente y tener en cuenta los síntomas menos conocidos y su posible conexión con el estrés es importante, así que no se preocupe, pero esté atento a estos diez sorprendentes signos y síntomas del estrés…
1. Sueños bizarros y recurrentes
Experimentar sueños vívidos y extraños o tener los mismos sueños noche tras noche puede ser un signo de estrés. Así disfrute o tolere fácilmente los sueños extraños, es importante examinar cualquier razón potencial detrás de ellos. Los sueños recurrentes pueden generar un peaje en su mente – especialmente si le generan molestias, e incluso si no. Los sueños extraños pueden hacerlo sentir cansado y nervioso, lo cual en últimas puede afectar otras áreas de su vida, de su trabajo y de su familia. Si ha empezado a soñar mucho y si sus sueños son bizarros o recurrentes, haga un balance de los cambios de vida o el estrés agregado para ver si hay algún posible desencadenante. Página siguiente…
2. Dolor de mandíbula y dientes
El estrés es algo que mucha gente esconde bajo la alfombra y pretende manejar. Pero por la noche, el subconsciente puede no ser capaz de mantenerlo en la parte trasera de la mente y podría empezar a rechinar los dientes; una vez estamos dormidos, no se puede controlar lo que el cuerpo hace. Es común “sacar la tensión”, pero puede causar daños permanentes en sus dientes, además de causar dolor en la mandíbula. También es posible que rechine los dientes durante el día, pero puede que no lo note si está estresado. Si siente dolor en su mandíbula, en sus encías o en su boca, trate de analizar cómo su cuerpo reacciona al estrés y si está o no tensando y apretando la mandíbula. Página siguiente…
3. Pérdida y cambios en el cabello
Muchos hombres y mujeres pierden un poco de cabello durante y después de las duchas o cuando se peinan con un cepillo o peineta. Pero antes de excusarse por su edad o de decir que su cuerpo es así, el estrés podría estar causándole pérdida de cabello. Según la Clínica Mayo, el estrés puede poner sus folículos pilosos en una etapa de descanso y hacer que los mechones de pelo se caigan unos meses después. La buena noticia es que su cabello puede no estar perdido para siempre si aprende a controlar su estrés. Además de la pérdida de cabello, es común llenarse de canas temprano o quizás encontrar un grupo de canas cuando se encuentre mentalmente inestable, especialmente si se trata de un factor hereditario. Página siguiente…
4. Dolores de estómago y problemas intestinales
La manera en que su estómago se siente y cómo funcionan su digestión e intestinos está estrechamente conectada y puede ser afectada por su estado emocional y mental, específicamente por su nivel de estrés. Podría simplemente sentir mariposas y malestar en el estómago, pero también puede llegar a experimentar problemas más graves, como constantes dolores de estómago, diarrea, síndrome de intestino irritable (SII), úlceras y alergias alimentarias. Podría ser la última cosa que quiera hacer cuando esté experimentando problemas estomacales, pero salir y hacer ejercicio le ayudará a aliviar su estado mental y, a su vez, su estómago. Página siguiente…
5. Fasciculaciones
Los movimientos musculares, especialmente alrededor de los ojos, son algo que podría no darse cuenta que está conectado a su nivel de estrés, pero en realidad es bastante común. Según la Clínica Mayo, el estrés puede causar espasmos del párpado. Mientras que las fasciculaciones no son dolorosas, pueden ser muy molestas, generar distracción y podrían durar sólo unos minutos o varios meses. Si sufre de espasmos y contracciones, observe cuando lo experimente – podría ver un patrón que se alinee a su nivel de estrés. La buena noticia es que, si su ojo late por estrés, al manejarlo adecuadamente desaparecerá por completo. Página siguiente…
6. Acné
¿Alguna vez ha tenido un brote de acné que aparentemente viene de la nada? Si normalmente no tiene acné, ni leve ni severo, el estrés puede empeorarlo y generar brotes regulares. El estrés causa inflamación y poros aceitosos, lo cual provoca acné en adultos. Si ha probado con cremas para el acné, o reducir el consumo de ciertos alimentos y otras curas, pero aún padece brotes en ciertas ocasiones, su acné puede ser un signo de estrés. Mientras que algunos tratamientos tópicos pueden funcionarle, si su acné está vinculado a una insalubre cantidad de estrés, debe ser tratado de inmediato, pues podría ayudar drásticamente o incluso curar totalmente su acné. Página siguiente…
7. Enfermedades regulares
El resfrío y la gripe pasan comúnmente a través de cada ciudad, oficina, escuela y familia en algún momento. Pero si se está enferma mucho y se contagia cada virus que se le cruza por el camino, el verdadero culpable puede ser un signo de estrés. Enfermarse justo antes de un evento importante en la vida – como una gran presentación en el trabajo que podría generarle un ascenso – probablemente puede ser causado por estrés. El estrés reduce su sistema inmunitario y lo vuelve más susceptible a enfermarse. Mientras que obtener la cantidad recomendada de vitaminas y nutrientes y hacer ejercicio regular ayudará a prevenir y a combatir las enfermedades, un nivel de tensión alto disminuirá su sistema inmunológico, por lo que es importante saber manejar el estrés.
8. Períodos irregulares y cólicos
Los períodos menstruales, con calambres, antojos y cambios hormonales, pueden de por sí ser desagradables e incómodos. Pero si está estresada, su periodo puede convertirse en algo más que una molestia, con cólicos tan fuertes que la vuelven incapaz de hacer otra cosa que no sea recostarse en la cama y una irregularidad que la mantiene adivinando y paranoica acerca de cuándo le va a venir su ciclo. El estrés puede incluso hacer que su período se detenga completamente; esta afección es llamada amenorrea secundaria. El desequilibrio hormonal cuando está estresada no es saludable para el cuerpo y puede incluso causarle problemas de infertilidad. Hacer ejercicio ayudará a aliviar el dolor y a reducir parte de su estrés.
9. Picazón en la piel y ronchas
Si su piel está hidratada y aún así no para de rascarse constantemente, o si un eczema que tiene bajo control hace años vuelve repentina y severamente, podría ser un síntoma de estrés. Sentirse ansioso o presionado puede hacerle sentir picazón y, si continúa por mucho tiempo, podrá sentirse incluso más tensionado debido a ello. Las erupciones son también una sorprendente pero común reacción al estrés ya que este disminuye la capacidad del sistema inmunitario y lo hace más susceptible a contraer infecciones o a sufrir irritaciones en la piel que no eran generalmente un problema en su vida. El estrés o las erupciones también pueden ocurrir y es como tener una reacción alérgica al estrés.
10. Grasa abdominal
Ya parece bastante imposible destruir esa temida grasa abdominal por medio de ejercicio y de un estilo de vida saludable y el estrés puede añadirle más dificultad. El estrés crónico puede aumentar su grasa abdominal y hacer que sea extremadamente difícil y casi imposible disminuirla o deshacerse de ella.– a menos que reduzca y maneje mejor el estrés. Cuando está estresado, su cuerpo trata de protegerse a sí mismo por medio de la liberación de adrenalina y de cortisol y lo hace sentir hambre. Y a menudo son el hambre y los antojos de carbohidratos y grasas los que van directo a su cintura. También provoca pérdida de masa muscular, lo cual añade más flacidez a su vientre.