¿Cuándo fue la última vez que escuchó hablar de tétanos? Personalmente, la primera vez que escuché hablar de esta enfermedad fue gracias a la noticia del niño de seis años que ingresó en grave estado a un hospital de la zona de Grey-Bruce, en Ontario, Canadá, la semana pasada.
Examinemos en profundidad las causas y los síntomas de esta afección provocada por neurotoxinas muy potentes…
1. ¿Qué es el tétanos?
El tétanos, o trismo, es causado por una infección bacteriana que afecta el sistema nervioso. Es causado por la toxina del tétanos, que provoca contracciones musculares, en especial, en la zona del cuello, del estómago y de la mandíbula.
El trismo es sumamente doloroso, ya que los espasmos musculares dificultan la respiración. Además, los calambres en los brazos y las piernas que provoca restringen los movimientos. En casos más graves, la falta de oxígeno es tan importante que pueden hasta causar paros cardiacos, fallas respiratorias, neumonía y, en el peor de los casos, la muerte.
2. ¿Qué tan común es?
El tétanos afecta a casi un millón de individuos al año, según una investigación llevada a cabo por la Clínica Mayo. Muchos de los afectados viven en países subdesarrollados en los que la vacunación es un servicio al que no todos tienen acceso. En Norteamérica, por fortuna, es muy poco común.
De hecho, ha sido erradicado casi por completo de Norteamérica y demás países desarrollados. La vacuna del tétanos se suele aplicar en combinación con otras como la tos ferina, la poliomielitis y la difteria a los 18 meses y luego a los 2, 4 y 6 años de edad.
3. ¿Cómo se contrae?
El pequeño paciente de 6 años de edad no había sido vacunado y había sufrido una herida punzante en el pie. Por desgracia, ambos factores elevan los riesgos de desarrollar la afección. El contagio no sucede por contacto de persona a persona.
La bacteria que produce el tétano, la Clostridium tetani, está en todos lados. De hecho, se encuentra en el polvo, en la tierra y hasta en las heces y en el estiércol de los animales. El ingreso al organismo se produce a través de heridas y cortes. Las esporas de las bacterias producen toxinas potentes, llamadas tetanoespaminas, que impactan en las neuronas motrices y los nervios y restringen el control muscular.
4. Otros factores de riesgo
Por supuesto, se necesita una combinación de bacterias para que la del tétanos ingrese al torrente sanguíneo. Aquellos que todavía no estén vacunados o que haga bastante que no se aplican el refuerzo, son los que más riesgos corren.
Además, los cortes y lesiones infectados, como perforaciones, tatuajes, heridas de bala, úlceras y mordidas de animales pueden convertirse en la puerta de entrada de las esporas del tétanos al torrente sanguíneo. Manténgase alerta a signos tales como inflamación y supuración y, en el caso de detectarlos, consulte a su médico de inmediato.
5. Síntomas
Una vez que la bacteria del tétanos ingresa al torrente sanguíneo a través de una herida, el periodo de incubación varía de días a semanas. Esto significa que los signos recién pueden manifestarse hasta siete días después de haber contraído la enfermedad.
Los síntomas del tétanos, sin embargo, no suelen pasar desapercibidos. Entre ellos se incluyen dificultades para tragar, rigidez en la zona de la mandíbula y el cuello y espasmos dolorosos y prolongados en la mandíbula, el cuello, el estómago, los brazos y las piernas.
6. Otros indicadores
Además de los dolorosos espasmos musculares existen otros síntomas vinculados con la presencia de la bacteria.
Según una investigación de la Clínica Mayo, ciertos síntomas como taquicardia, sudoración excesiva e hipertensión también indican la presencia de tétanos. Si sufre alguno de ellos, consulte a un especialista de inmediato.
7. ¿Tiene cura?
Por desgracia, no existe cura para el tétanos una vez que la toxina entra en contacto con las terminaciones nerviosas. El tratamiento se concentra en aplacar el dolor hasta que el organismo logre regenerar las terminaciones nerviosas. Por desgracia, este proceso puede llevar varios meses.
Mientras tanto, su doctor tratará de aliviar los espasmos para evitar que se produzcan quebraduras. Por lo general, los expertos prescriben sedantes potentes para calmarlos. Sin embargo, a largo plazo, este tipo de medicamento causa déficits mentales, parálisis cerebral y daños cerebrales, en especial en niños más pequeños.
8. Cómo prevenirlo
La mejor manera de prevenir el tétanos es vacunarse. Después de sufrir una herida, la Clínica Mayo recomienda aplicar un refuerzo si no se ha vacunado en los últimos diez años.
Para prevenir la enfermedad, se recomienda consultar a un especialista ante la presencia de cualquier accidente que haya ocurrido en una zona con suciedad, escombros o heces de animales.