El autismo es un trastorno psicológico de espectro amplio del que se habla con frecuencia en los debates sobre salud, aunque muy pocos realmente saben de qué se trata. Las investigaciones siguen en proceso a fines de conocer todas las posibles causas del autismo (que hace que muchos pacientes tengan dificultades para comunicarse de manera verbal). Además, algunas representan todo un desafío clínico, debido a que no hay manera de tratarlas.
Abril es el mes de concientización sobre el autismo y la Autism Society, junto con otras organizaciones, se han propuesto compartir su mensaje con la sociedad por medio de eventos y demás tipos de campañas. Para concienciar sobre esta enfermedad, le mostramos siete factores sobre el autismo que quizás no conocía…
1. Es más común en los varones
Los varones son cuatro veces más propensos a tener autismo que las mujeres, por más que no exista una explicación clara de por qué sea así. De todos modos, esto no ha impedido que las organizaciones elaboren teorías.
Por ejemplo, The National Autistic Society (con sede en Reino Unido) señala que es mucho más difícil diagnosticar autismo en las niñas, ya que “son más capaces de esconder sus problemas para poder vincularse con sus pares” y, en términos generales, tienen más aptitudes sociales que los varones. Se especula que, como resultado, los trastornos de autismo en las mujeres en algunas ocasiones no llegan a detectarse.
2. Es un trastorno cada vez más común
La Autism Science Foundation asegura que, en 2014, uno de cada sesenta y ocho niños estadounidenses tenía algún trastorno asociado con el autismo. El trastorno en sí no se ha vuelto más común, aunque en 2012 la cifra aumentó a 1 de cada 88 niños.
El contraste es aún mayor con los registros de 1980, que aseguran que apenas 1 de cada 10.000 niños tenía autismo. El criterio de diagnóstico ha cambiado y, por ende, las estadísticas también. Por ejemplo, el síndrome de asperger ahora forma parte del espectro del autismo a diferencia de hace 30 años.
3. Existen distintos tipos de autismo
Si seguimos la misma línea de razonamiento, ahora existen distintos diagnósticos que encajan en el trastorno del espectro autista (TEA): el síndrome de asperger (que se caracteriza por presentar dificultades en la interacción social); el trastorno general de desarrollo (TGD) no especificado, donde se incluyen todos los niños que están dentro del espectro autista pero no cumplen con todos los criterios estándar; y el trastorno autista per se.
Por esta razón, los niños con autismo presentan un rango de síntomas más amplio y hasta otros no parecen autistas (lo que se conoce como autismo de alto funcionamiento). A algunos el trastorno no les genera impactos tan significativos (presentan comportamientos más “normales” y CI más altos), aunque tienen la cantidad de síntomas necesaria como para ser incluidos en el espectro.
4. No existe una causa única
The Autism Society afirma que no existe una causa precisa (a pesar de que algunas personas, entre ellas celebridades, se atrevan a decir que el autismo es provocado por vacunas).
Se sabe, gracias a dicha organización, que existen diferencias notorias en las tomografías cerebrales de los pacientes con TEA. Algunos investigadores se atreven a pensar que existen vínculos entre el autismo y ciertos factores genéticos.
5. El autismo podría considerarse una forma de “neurodiversidad”
Autism Speaks señala que la neurodiversidad “se refiere a que las diferencias neurológicas como el autismo y el trastorno por déficit de atención con hiperactividad son el resultado de variaciones normales y naturales en el genoma humano.” ¿Esto qué significa? Podría indicar que aquellos con autismo tienen formas de pensar distintas a las de los demás.
Esto también sugiere que el autismo no es una enfermedad o algún tipo de lesión cerebral. En el campo de la neurodiversidad, el autismo no es algo que necesite ser “curado,” más bien es algo que necesita ajustarse para mejorar la calidad de vida del individuo.
6. Los pacientes autistas son sumamente creativos
Puede que aquellos con TEA no actúen o se comuniquen como la mayoría de las personas, pero las investigaciones han demostrado que presentan un grado de creatividad superior al de los demás. The Guardian del Reino Unido señala que “los científicos han descubierto que las personas con trastorno de desarrollo son mucho más capaces de encontrar respuestas únicas para problemas creativos.”
A pesar de tener niveles elevados de creatividad, el trastorno hace que sea difícil para los autistas encontrar un trabajo estable (por sus inconvenientes de socialización). Dicho artículo también menciona que quienes proponen esta idea intentan alentar a los empleadores a que consideren darles empleo a aquellos con “dificultades de aprendizaje.”
7. Suele haber problemas de salud asociados
The National Autism Association indica que aquellos con TEA suelen lidiar con problemas de salud como alergias y trastornos gastrointestinales u otras afecciones más severas como trastorno bipolar, epilepsia y neuroinflamación.
Entre otras afecciones comunes vinculadas con el TEA se incluyen trastorno de déficit de atención con hiperactividad, enfermedades autoinmunes, dislexia, enfermedad de Crohn, trastorno hipercinético (movimientos motrices excesivos), síndrome de tourette (tics motrices y vocales), entre otros, según la lista de Research Autism.