El cáncer puede presentarse con muchos síntomas, y si usted tiene algún que otro síntoma de los que vamos a enumerar, no significa que tenga cáncer; sólo un médico puede confirmarlo. Sin embargo, hay signos específicos en las mujeres que no deben ser ignorados, ya que un tratamiento temprano podría marcar la diferencia.
Reader’s Digest dice que muchos de los síntomas que describiremos a continuación suelen atribuirse a otros problemas de salud y es “fácil desestimarlos”, pero es clave conocer su estado de salud normal y distinguirlo de lo que es inusual. Aquí hay 14 posibles síntomas de cáncer que las mujeres no deben ignorar…
Cambios en los senos
Reader’s Digest señala que, cuando se trata de la autoexploración para detectar el cáncer de mama, la atención suele centrarse en la búsqueda de un bulto. Sin embargo, hay otras rarezas que pueden aparecer en los pechos y que pueden darle una pista de que hay un problema.
Por ejemplo, una piel con hoyuelos en el pecho, un pezón invertido, así como la hinchazón y la sensibilidad podrían ser una bandera roja, señala la fuente. Incluso puede notar “un ligero enrojecimiento de la piel, hacia un rojo o rosa más intenso”, lo que también podría indicar problemas, añade la fuente.
Sensación de hinchazón
Las mujeres se quejan a menudo de sentirse hinchadas, especialmente en la época de su ciclo menstrual, debido a los cambios hormonales. WebMD explica que “las mujeres tienden a hincharse por naturaleza” y, por ello, es aceptable esperar 1 o 2 semanas para ver si la hinchazón desaparece.
Sin embargo, si la hinchazón persiste, o si hay sangrado o pérdida de peso, entonces es el momento de recurrir a los profesionales médicos, dice la fuente. “La hinchazón constante puede ser un signo de cáncer, ya sea de mama, de colon, gastrointestinal, de ovarios, de páncreas o de útero”, señala WebMD. En ese caso, se puede recurrir a escáneres para detectar el problema.
Sangrado inoportuno
WebMD también explica que, si bien las mujeres esperan sangrar durante su periodo, el sangrado entre periodos es otra historia. Este sangrado puede presentarse solo en forma de “manchado”, en lugar de una pérdida abundante. Cualquier sangrado después de la menopausia debe ser evaluado. (Para más información, consulte este artículo sobre factores que alteran la menstruación).
“El sangrado que no forma parte de su ciclo mensual habitual puede tener muchas causas, pero su médico querrá descartar el cáncer de endometrio”, dice WebMD, y añade que esto podría ser un signo revelador de cáncer de endometrio (el cual afecta el revestimiento del útero).
Irregularidades de la piel
AWomansHealth.com explica que no hay ninguna rutina recomendada de detección de cáncer de piel ni de autoexámenes de la piel, pero sí hay algunos cambios en la piel que deben tenerse en cuenta y que pueden estar relacionados con el cáncer, en particular con el cáncer de piel.
“Los signos más comunes del cáncer (no-melanómico) de piel incluyen cambios en la piel tales como un nuevo crecimiento, cambios en un viejo crecimiento, o una llaga que no se cura”, explica la fuente. Un lunar en la piel puede hacer saltar la alarma si tiene una forma, o borde, irregular, es de más de un color, o cambia rápidamente, añade la fuente. Los cambios sospechosos en la piel deben comunicarse al médico.
Sangre en la orina
La Sociedad Americana de Cáncer (American Cancer Society) señala que la presencia de sangre en la orina puede ser un signo de cáncer de vejiga, pero la buena noticia es que este síntoma suele ayudar a los médicos a detectar el cáncer a tiempo.
La sangre en la orina, llamada hematuria, suele ser el primer signo de esta forma de cáncer, añade la fuente. “A veces, hay suficiente sangre como para cambiar el color de la orina a naranja, rosa o -con menos frecuencia- a un rojo más oscuro”, señala la fuente. Además, la fuente añade que, a veces, sólo hay pequeñas gotas que aparecen en un análisis de orina durante un chequeo médico rutinario.
Sangre en las heces
Puede que tenga, o no, la costumbre de inspeccionar su propia caca después de hacer sus necesidades, pero, si no la inspecciona, puede que no sea una mala idea empezar a hacerlo. La Clínica Cleveland (Cleveland Clinic) señala que la sangre “sobre las heces -o dentro de ellas-” puede estar asociada al cáncer colorrectal, pero también a otros problemas menores (como las hemorroides y los desgarros anales).
En algunos casos, los tumores de colon sólo sangran un poco, lo que puede pasar desapercibido. Por ello, en estos casos, “la evidencia de sangre sólo se encuentra durante el análisis químico de las heces, el cual se denomina ‘prueba de sangre oculta en heces’”, añade la fuente.
Ganglios linfáticos inflamados
Sus ganglios linfáticos pueden estar tratando de decirle algo, si empiezan a hincharse o a sentirse sensibles, dice WebMD. En algunos casos, podría ser un signo de leucemia (cáncer de sangre) o linfoma, añade la fuente.
Entre los lugares más comunes del cuerpo para comprobar los ganglios linfáticos se encuentran el cuello, cerca de la línea de la mandíbula, por encima de la clavícula o en las axilas. Si no está segura, puede pedirle a su médico que le revise los ganglios linfáticos para detectar cualquier irregularidad.
Problemas para tragar
La misma fuente afirma que esto no siempre es un problema grave (si ocurre ocasionalmente), pero puede hacer que comer sea un poco más desalentador. Sin embargo, si le cuesta mucho pasar la comida por la garganta, quizá deba consultar a su médico (sobre todo si también experimenta vómitos o pérdida de peso).
La fuente añade que estos pueden ser signos de cáncer de estómago (el cáncer de pulmón y de tiroides también pueden presentar signos similares). El médico puede querer confirmarlo mediante una endoscopia (la cual consiste en el desplazamiento de un tubo iluminado a través de la garganta). El médico también puede recurrir a una tomografía computarizada del cuello, el pecho o el abdomen.
Pérdida de peso inesperada
La gente invierte mucho tiempo, esfuerzo y dinero en perder peso, a través de dietas y membresías en gimnasios. Si perder peso es su objetivo y se esfuerza por conseguirlo, entonces genial. Pero, si sigue una rutina regular y se encuentras con que baja de peso sin una razón obvia, entonces no es tan genial.
“La pérdida de peso o los cambios inusuales en el apetito pueden ser un signo de muchos cánceres -como el de esófago, páncreas, hígado y colon-, pero es un síntoma especialmente común de la leucemia o el linfoma”, explica el artículo de Reader’s Digest. Aunque perder 10 o 20 libras sin proponérselo parece un sueño hecho realidad, puede resultar más bien una pesadilla.
Acidez estomacal
Según la BBC, el ardor estomacal -que, en realidad, es la sensación de quemazón en el pecho o el esófago por el reflujo ácido- podría ser un signo de cáncer de estómago o esófago. Si tiene acidez de estómago persistente (o problemas para tragar) durante tres semanas o más, acuda a su médico.
La BBC señala que, en el Reino Unido, se registran altos índices de estos dos tipos de cáncer en mujeres y hombres, lo que puede atribuirse al tabaquismo, la obesidad y el consumo habitual de alcohol. Otros signos son la indigestión durante 3 o más semanas, la pérdida de peso sin causa, los eructos frecuentes, la sensación de saciedad rápida, las náuseas/vómitos o el dolor o las molestias cerca de la zona superior del estómago, añade la fuente.
Llagas la boca
Todos nos mordemos accidentalmente la lengua o la mejilla de vez en cuando -lo cual es tan molesto como doloroso-, y nos causamos llagas temporales. Sin embargo, a veces pueden aparecer llagas en la boca que no parecen tener ninguna causa, pero que pueden ser motivo de preocupación.
Por ejemplo, un herpes labial que no se cura, unas manchas blancas o rojas inexplicables en las encías o la lengua, y la hinchazón o el entumecimiento de la mandíbula pueden apuntar a un cáncer de boca, dice Reader’s Digest. Si las llagas persisten durante más de dos semanas, acuda a un profesional médico.
Tos crónica
El tabaquismo -y la inhalación pasiva de humo- pueden provocar ataques de tos, pero incluso si usted fuma, la tos persistente no es normal. Healthline afirma que una “tos que no cesa” -en contraposición a la tos de una infección respiratoria que suele desaparecer en dos semanas- puede ser uno de los primeros signos de cáncer de pulmón.
Si ya padece tos de fumador, preste atención a cualquier cambio en la tos (como un aumento de la tos, o una tos más profunda y ronca), añade la fuente. Si tose con sangre o mucosidad excesiva, no tarde en pedir una cita con el médico.
Sensación de fiebre
La Sociedad Americana de Cáncer explica que las fiebres se asocian comúnmente con los cánceres, a veces como un signo temprano de los cánceres de la sangre, pero especialmente después de que el cáncer se ha extendido desde su ubicación original. “Casi todas las personas con cáncer tendrán fiebre en algún momento, especialmente si el cáncer -o su tratamiento- afectan el sistema inmunitario”, añade la fuente.
Si el sistema inmunitario se ha visto comprometido, su cuerpo tendrá más dificultades para combatir las infecciones, dice la fuente. La finalidad de la fiebre es que el organismo eleve su temperatura central lo suficiente para destruir determinados virus y bacterias. Sin embargo, la fiebre por sí sola no indica la existencia de cáncer (pero hay que vigilarla).
Fatiga general
Sentirse cansada y apática todo el tiempo puede ser el resultado de los tratamientos contra el cáncer, pero también puede ser el resultado del propio cáncer, explica la Clínica Mayo (Mayo Clinic). “Por ejemplo, algunos cánceres liberan unas proteínas llamadas “citoquinas”, que se cree que causan fatiga”, añade la fuente.
El dolor causado por el cáncer puede privarla de un sueño de calidad, y el impacto emocional de padecer una enfermedad potencialmente mortal también puede dejarla agotada, añade la fuente. Otro problema del cáncer es la falta de actividad y de una nutrición adecuada, lo que disminuye los niveles generales de energía.