La depresión estacional, o lo que comúnmente se conoce como trastorno afectivo estacional (TAE), afecta a millones de estadounidenses cada año. La enfermedad es provocada por los cambios de estación—en especial durante el traspaso de verano a otoño e invierno.
Este trastorno impacta considerablemente en las vidas de los que lo sufren. La buena noticia es que existen muchísimas formas de prevenir y tratar el asunto, desde modificar la alimentación hasta utilizar dispositivos especiales diseñados para imitar condiciones ambientales cálidas y luminosas…
1. Panel de luz
La falta de luz solar es la principal causa de depresión estacional. Al no tener acceso a los rayos del sol (y a una fuente estable de vitamina D), el organismo es incapaz de producir las hormonas que nos hacen sentir bien. Durante el invierno, solemos ir y volver de la oficina de noche, por lo que se hace difícil ver luz natural.
Un panel de luz representa una solución interesante. Este dispositivo— también conocidos como paneles de luz terapéuticos— imitan la luz solar y engañan al cerebro haciéndole creer que estamos sentados en una playa en un día soleado. A los pacientes con TAE se les recomienda que utilicen estos paneles al menos media hora al día.
2. Simulador de amanecer
Despertarse con la irritante alarma del despertador no es nada emocionante. No obstante, existen formas más agradables de comenzar el día, como los simuladores de amanecer. Básicamente, este reloj despertador nos saca del sueño profundo imitando los rayos del sol mañanero.
Hay miles de simuladores distintos disponibles en el mercado pero lo mejores modelos son los que utilizan un espectro luminoso completo muy parecido al de la verdadera luz solar. Además, es mucho menos irritante que la alarma del despertador.
3. Terapia de diálogo
El trastorno afectivo estacional es, en esencia, un tipo de depresión, lo que significa que necesita ser tratado por un psiquiatra o psicólogo profesional. Es clave que sea diagnosticado por un profesional y que, una vez que el paciente sepa que lo sufre, asista a terapia con frecuencia para intentar superarlo.
La terapia de diálogo es muy útil a la hora de ayudar al paciente a ver todo lo bueno de su vida y le permite dejar de concentrarse en los problemas que lo agobian. En otras palabras, constituye una herramienta de escape importante para las personas afectadas, que viven o trabajan en soledad, y que no tienen con quién hablar de lo que les pasa.
4. Antidepresivos
La terapia de luz y las consultas con un trabajador social, psiquiatra o psicólogo son de gran ayuda y suelen ser los primeros pasos a seguir en el tratamiento del trastorno afectivo estacional.
Sin embargo, si estas medidas llegasen a fallar, muchos especialistas les prescriben antidepresivos a sus pacientes. Estos medicamentos varían en cuanto a dosis e impacto, por lo que debería consultar a su médico o a un farmacéutico antes de utilizar los fármacos. Muchos antidepresivos causan efectos adversos severos que pueden hasta ser más dañinos que el mismo trastorno.
5. Actividad física
La depresión estacional suele ser el resultado de la falta de luz solar y de vitamina D. Es por eso que aquellos afectados por el TAE deben aprovechar cada oportunidad que se les presente para estar en contacto con el mundo exterior. Si trabaja durante el día, tómese media hora para salir a correr o a caminar durante el almuerzo. Y no se pase el fin de semana encerrado…¡salga a conectarse con la naturaleza!
Por supuesto, hacer ejercicio bajo techo también es muy útil para prevenir y tratar la depresión estacional. Esto se debe a que la actividad física nos permite deshacernos del exceso de peso vinculado con el TAE, al igual que producir hormonas que generan sensación de bienestar.
6. Respete sus horarios
La depresión estacional suele intensificarse con los cambios de horario y la falta de sueño. Para asegurarse de que duerme bien de noche, sea consistente con su horario. En otras palabras, levántese y acuéstese exactamente a la misma hora todos los días y noches.
Además, es clave comer en intervalos regulares. Procure no dejar pasar mucho tiempo entre comida y comida, así evitará comer en exceso y subir de peso, lo que complica más las cosas a la hora de tratar la depresión estacional.
7. Elija destinos soleados para irse de vacaciones
Durante el invierno, solemos levantarnos, acostarnos, ir y volver del trabajo cuando afuera todavía es de noche. Esto nos hace sentir que vivimos en un lugar lejano y aislado y, al mismo tiempo, nos priva de la exposición solar.
Por eso es clave ir a donde esté el sol. Tómese unas buenas vacaciones en un destino cálido, que le permita huir de los cielos nublados y los climas hostiles. Viajar constituye una forma de escape crucial para mejorar el estado de ánimo y elevar los niveles de energía para así subsistir durante los largos meses de invierno.