¿Siente pena por usted mismo? ¿Cree que la vida es injusta? No, se preocupe. No es el único. Todos tenemos épocas en las que las cosas no nos salen como esperamos. Divorcios, problemas en el trabajo, ascensos que no llegan… ¡La lista es interminable! Pero las decepciones también son parte de la vida. Es difícil mantener una actitud positiva y esperanzadora después de haber tocado fondo, por lo que casi siempre terminamos sintiendo pena por nosotros mismos. Sin embargo, esta mentalidad negativa es dañina para la salud. Quedarse atrapado durante mucho tiempo puede generar un gran caos en todos los ámbitos de su vida.
Por este motivo, echémosles un vistazo a los principales peligros de la autocompasión…
1. Mentalidad de víctima
La autocompasión fomenta la mentalidad de víctima. No importa lo que haga, sabe que lo hará mal. Se ha vuelto víctima de las personas, de las circunstancias y de las cosas. El problema es que ha dejado de lado su poder y su habilidad para mejorar sus circunstancias.
Estancarse en el rol de víctima lo hace sentir impotente, indefenso e inútil. Es un pésimo estado mental y a largo plazo puede desencadenar en problemas de salud mucho más severos.
2. Depresión
La autocompasión viene de la mano de la mentalidad de víctima, que puede hacer sentir triste a cualquier persona. Si no busca ayuda profesional, esa tristeza puede derivar en un cuadro de depresión. Los pacientes con este trastorno exhiben distorsiones cognitivas, entre las que se incluye la autocompasión.
Los depresivos suelen ver el vaso medio vacío, les cuesta ver las cosas buenas y las bendiciones de sus vidas. Además, el trastorno depresivo mayor es causado por un desequilibrio químico en el cerebro y la autocompasión es un estado mental que exacerba la depresión y dificulta la recuperación.
3. Excusas para darse por vencido
La autocompasión es la excusa perfecta para darse por vencido. Después de todo, sin importar lo que haga, nada parece funcionar. Entonces, ¿qué sentido tiene intentarlo? Adoptar una mentalidad de víctima hace que sea más fácil darse por vencido. No es culpa suya el ser una víctima de las circunstancias. Por eso, ¿de qué sirve preocuparse?
Usar la autocompasión como justificativo para nuestro accionar nos permite ocultar otras emociones como miedo o ansiedad; el miedo al fracaso, al éxito o a esforzarse.
4. Seguir estancado
Junto con la mentalidad de víctima, la depresión y el hecho de darse por vencido, la autocompasión lo estanca. Evita que avance y mejore su vida. Además, atascarse es fácil, ya que es a lo que está acostumbrado. Hay cierto nivel de comodidad psicológica en quedarse en la zona de comodidad aunque sólo implique mantener el status quo.
A fines de vivir una vida significativa y gratificante tiene que salir de ese lugar. Inténtelo. La autocompasión es como un freno de mano; necesita sacarlo para llegar a donde desea ir.
5. Aleja a los demás
La autocompasión repele a los demás. Todos están demasiado ocupados viviendo sus vidas y persiguiendo sus sueños como para que alguien que siente pena por sí mismo los tire abajo. Esta es una emoción totalmente indeseada y suele atraer más negatividad. Además, la autocompasión no tiene ningún propósito. Es una pésima estrategia de adaptación que muchos suelen adoptar después de que la vida los haya decepcionado.
Al principio, la gente se compadecerá con usted pero si vive ahogándose en sus penas, con el tiempo, se dará cuenta de que todos sus amigos han desaparecido.
6. Baja autoestima
La autocompasión lo hace sentir mal consigo mismo. Toma situaciones o eventos difíciles y los empeora. Lo hace sentir impotente, indefenso e inútil. Lo alienta a darse por vencido, a quedarse estancado y a valorarse cada vez menos, lo que destruye su amor propio. Esto deriva en depresión y ansiedad. En otras palabras, la autocompasión es una amenaza para su salud.
No permita que un evento negativo lo encandile y lo ahogue en la autocompasión. En cambio, deje que las circunstancias sean un catalizador para hacer cambios positivos y para lograr lo que desea en su vida.