Después de los largos, oscuros y helados días de invierno que pasó acurrucado en su sillón, salir en busca de aire fresco es una especie de instinto natural cuando comienza a hacer más calor. No obstante, existen muchos beneficios para su salud detrás de pasar tiempo en contacto con la naturaleza que probablemente no conocía…¡descúbralos!
1. Mejora la salud física
Según un estudio británico llevado a cabo en 2013 y publicado por los centros de investigación National Institutes of Health, vivir cerca de espacios verdes (como parques o senderos) mejora la salud física — en especial, la cardiovascular.
Por ejemplo, una investigación demostró que los individuos que disponían de espacios verdes en sus vecindarios no sólo realizaban más actividad física, sino que eran más constantes en sus entrenamientos. Se llegó a la conclusión de que estas personas eran un 95% más activas que otras que vivían en zonas más urbanas y con menos parques y espacios recreativos al aire libre cerca.
2. Mejora la salud mental
Resulta que estar al aire libre hace más que mejorar su salud física — la naturaleza también lo beneficia a nivel psíquico y mental.
De hecho, un estudio llevado a cabo por un grupo de investigadores de la Universidad de Michigan reveló que aquellos individuos que optaban por realizar actividades recreativas al aire libre gozaban de beneficios tales como mayor sensación de bienestar emocional, menor ansiedad, riesgos más bajos de sufrir depresión y menores posibilidades de someterse a tratamientos por trastornos del estado de ánimo. Estar en contacto con la naturaleza crea vibras positivas que permanecen por mucho más tiempo en los individuos, incluso después de haber regresado a los espacios cerrados.
3. Refuerza el sistema inmunológico
Un estudio avalado por la Facultad de Medicina de Harvard vincula pasar el tiempo en espacios abiertos (como bosques) con mejoras en el sistema inmunológico. Por ejemplo, un grupo de expertos en Medicina ha asociado la exposición a la luz solar con una mejor respuesta inmunológica y un mejor estado de salud a nivel general.
No obstante, los investigadores de Harvard comprenden que la vitamina D que produce el organismo al absorber luz solar posee propiedades antimicrobianas y fomenta la respuesta natural de los glóbulos blancos ante la presencia de una amenaza; en otras palabras, mejora la actividad de las células asesinas naturales. Es por eso que estar en contacto con el mundo externo incrementa los niveles de vitamina D en el cuerpo y refuerza la habilidad del organismo de luchar contra todo tipo de enfermedades.
4. Despierta su lado creativo
Con frecuencia, los artistas se conectan con la naturaleza para despertar a las musas inspiradoras. Resulta que estar al aire libre despierta la creatividad y estimula la habilidad de resolver problemas en cualquier ser humano, se dedique o no al arte.
Según una investigación publicada 2012 por la organización sin fines de lucro PLOS, los aficionados al senderismo descubrieron que eran más creativos, que resolvían mejor ciertas dificultades y que su capacidad cognitiva mejoraba muchísimo después de haber pasado cuatro días rodeados de paisajes naturales.
5. Reduce los niveles de estrés
Muchísimos estudios han dado testimonio del impacto positivo que tiene en la salud pasar tiempo al aire libre. De hecho, una investigación llevada a cabo en 1982 por el ministro de Agricultura, Pesca y Asuntos Forestales recomienda fomentar el “shinrin-yoku”, lo que se traduce como “inmersión forestal”.
Una investigación realizada por el Departamento de Conservación Ambiental del Estado de Nueva York alienta a las personas a que se conecten con la naturaleza (o pongan en práctica el “shinrin-yoku”) a fines de reducir la presión arterial y las pulsaciones aceleradas y de disminuir la producción de cortisol (lo que se conoce como hormona del estrés).
6. Mejora la calidad de vida
Si aún no se ha puesto sus zapatillas deportivas para salir a caminar un rato, préstele atención a esta investigación realizada por la Universidad de Exeter, que descubrió que los espacios verdes (parques, jardines y senderos) en áreas urbanas mejoran considerablemente la calidad de vida de los habitantes después de haber estudiado a un grupo de familias del Reino Unido durante 17 años.
Los expertos descubrieron que, en términos generales, aquellos que vivían en áreas urbanas y tenían acceso a espacios verdes experimentaban beneficios significativos en su salud, lo que denominaron “efecto espacio verde”. Los científicos del Centro Europeo de Salud Ambiental y Humana aseguran que esto reduce el estrés psíquico y mejora la satisfacción personal — independientemente de los cambios en el estado marital de los participantes, de los ingresos, del empleo y de su salud física.