El acaparador acumula grandes cantidades de cosas de forma compulsiva y es incapaz de deshacerse de todas ellas. Este tipo de comportamiento deteriora muchos aspectos de su vida, lo que provoca inconvenientes físicos, sociales, emocionales, financieros y legales severos. Entre los elementos que más se acumulan se incluyen periódicos, alimentos, prendas de vestir, cajas, fotografías, bolsas de plástico, artículos de uso hogareño, revistas y hasta animales.
Echémosle un vistazo a los detalles sobre este trastorno psicológico tan complejo…
1. Estadísticas
El síndrome de acaparador compulsivo afecta al 4% de la población. Se estima que el 40% de los pacientes, además de objetos, recolecta animales. En los Estados Unidos, se reportan unos 3.500 acumuladores de animales al año, lo que afecta al menos a 250.000 seres vivos de diferentes especies.
Se estima que más del 80% de los acumuladores de animales tiene alguna enfermedad transmitida por perros, gatos y demás criaturas, que en muchas ocasiones deben vivir en condiciones muy precarias. Alrededor del 70% de los afectados son mujeres solteras, divorciadas, viudas o que han atravesado una situación traumática en sus vidas. A menos que la persona reciba tratamiento médico, tiene un 100% de probabilidades de recaer en el hábito compulsivo en el futuro.
2. Síntomas
Uno de los factores más llamativos del acaparador compulsivo es el grado de ansiedad que experimenta cuando alguien intenta deshacerse de sus pertenencias. Además, tiene serios problemas para organizar todo lo que ha acumulado y se siente inseguro, abrumado y avergonzado por haber juntado tantas cosas. Lo peor de todo es que desconfía de cualquiera que desea ayudarlo.
Estas personas tienen una relación obsesivo-compulsiva con sus pertenencias. Temen necesitarlas en el futuro y no tenerlas a su disposición. A medida que los objetos se acumulan, las habitaciones y los pasillos de sus hogares se vuelven intransitables, lo que genera problemas sociales y maritales, complicaciones de salud y dificultades financieras.
3. Principales causas
El acaparamiento está asociado con la depresión, la hiperactividad y el trastorno obsesivo compulsivo. En algunos pocos casos puede estar relacionado con trastornos alimenticios como la pica (que consiste en ingerir productos no comestibles) o con la psicosis.
Muchas veces, los acaparadores viven experiencias traumáticas, como abusos, divorcios o la pérdida de un ser querido, que los marcan para siempre. Los que acumulan animales tienden a reemplazar los vínculos humanos por el amor que los animales supuestamente les transmiten.
4. Impacto en la calidad de vida
Los acumuladores suelen vivir en entornos peligrosos e insalubres. Sus hogares están repletos de objetos y de suciedad, lo que puede ocasionar enfermedades o accidentes caseros tales como incendios.
Los peligros son aún mayores en el caso de los que acumulan animales, ya que estos pueden transmitirles todo tipo de enfermedades a través del excremento o de pulgas y garrapatas. A su vez, el trastorno de acumulación compulsiva provoca ira y resentimiento hacia los demás miembros del hogar, por lo que puede impactar de forma negativa el desarrollo emocional y físico de los niños pequeños en el caso de que hubiera alguno en la familia.
5. Acaparar vs. Coleccionar
Las personas que coleccionan objetos suelen ser más organizadas y hasta se sienten orgullosos de sus pertenencias. De hecho, cuidan su presupuesto y tratan de no excederse en sus gastos.
En cambio, los acaparadores tienden a avergonzarse por su mal hábito, son desorganizados, inseguros y tratan de ocultar todo lo que tienen. También son reservados y se sienten tristes, desesperanzados y abrumados. Casi siempre están endeudados y se sienten aún peor por seguir comprando artículos.
6. Acaparadores de animales
Gatos, perros y caballos son algunas de las especies preferidas por los acaparadores. Estos “rescatan” animales abandonados con la mejor de las intenciones. Acaparar les permite sentirse queridos y amados.
Los individuos afectados suelen encariñarse con los animales que rescatan y les cuesta creer que alguien los quiera tanto como estas criaturas. Esto hace que sea imposible que quieran darlos en adopción, por más que ya no tengan espacio ni provisiones para cubrir las necesidades básicas del animal.
7. Riesgos para la salud
Los acumuladores suelen negarse a hablar de su salud y gastan su tiempo, su dinero y su energía haciéndose cargo de los animales. Muchas veces hasta les cuesta dormir por la gran responsabilidad que sienten al tener que cuidar todos esos perros y gatos que han recolectado.
Los acumuladores también tienden a contagiarse de enfermedades transmitidas por animales, a sufrir complicaciones de salud producidas por inhalación de amoniaco y a vivir rodeados de pulgas, moscas y otras pestes. Por otro lado, los animales están estresados y desnutridos y habitan en ambientes sobrepoblados y sucios, por lo que con el tiempo su salud se deteriora y mueren.
8. Tratamientos
El tratamiento más efectivo para los acaparadores es la terapia cognitiva conductual intensa. Las personas con este tipo de problemas suelen recuperarse con éxito. En cuanto a los acaparadores de animales, se necesita mucho apoyo de familiares y amigos para salir adelante.
Además, estos últimos deben ser intervenidos por organizaciones protectoras de animales, que se harán cargo de los mismos y harán que sea más difícil para los acaparadores adoptar o rescatar más animales en el futuro. Estas personas necesitan aprender a reemplazar esos vínculos dañinos con relaciones humanas sólidas. Esto se logra con el apoyo de familiares y amigos y con la colaboración de un profesional capacitado.