Para aliviar las tensiones de un largo día de trabajo, ¿prefiere el vino blanco o el tinto? La mayoría siempre tiene un favorito. Sin importar cuál sea el suyo, debe saber que ambos aportan grandes beneficios para la salud.
A continuación, descubriremos cuál de los dos tiene más ventajas…¿¡Quién ganará?!
1. Calorías y carbohidratos
No debe preocuparse por las diferencias de calorías y carbohidratos entre las dos variedades de vinos—los tintos y blancos están empatados en este sentido.
Puede que haya escuchado que los vinos blancos aportan menos calorías por vaso. Sin embargo, la diferencia es mínima, ya que los blancos contienen de 2 a 4 calorías menos que el tinto por cada copa de 150 ml.
2. Contenido de azúcar
En cuanto al contenido de azúcar, es menor en el vino tinto — cada vaso de 150 ml aporta 0,9 gramos, mientras que la misma cantidad de vino blanco contiene 3,8 gramos de azúcar.
Si lo que busca es reducir el consumo de azúcar, le sugiero que opte por el vino tinto. Pero recuerde, mientras más dulce sea el vino, más azúcar tendrá.
3. Sensibilidad a los taninos
Muchos prefieren el vino blanco por los taninos. Estos compuestos naturales provienen del hollejo de la uva, que se mantiene intacta durante el proceso de fermentación del vino tinto.
Los taninos en la piel y las semillas de la uva son las que le aportan la tonalidad rojiza tan característica, al igual que el cuerpo y el sabor seco de la bebida.
4.Vino tinto y salud cardiaca
Una investigación llevada a cabo por el Instituto Linus Pauling de la Universidad Estatal de Oregón afirma que beber vino con moderación reduce los riesgos de sufrir cardiopatías isquémicas en un 30%.
Si bien tanto el vino tinto como el blanco se jactan de proteger su corazón de la arterioesclerosis, el primero es el que aporta grandes cantidades de antioxidantes, los principales responsables de cuidar sus arterias.
5. El vino blanco genera menos resaca
Según la Base de Datos de Nutrientes de Referencia Estándar del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés), tanto el vino tinto como el blanco aporta grandes cantidades de vitaminas y minerales.
Sin embargo, si se trata de una fiesta, le recomiendo que opte por la variedad blanca, debido a que contiene menos congéneres — los químicos residuales presentes en la fermentación del alcohol que desencadenan los dolores de cabeza y las náuseas de la resaca.
6. El vino tinto y la prevención del cáncer
El vino tinto se lleva todos los aplausos a la hora de prevenir el cáncer. De hecho, ciertos estudios llevados a cabo por el Instituto Linus Pauling señalan que el vino tinto contiene porcentajes altos de resveratrol, un antioxidante que bloquea el crecimiento de las células cancerígenas.
Sin embargo, cuando se trata de prevenir el cáncer de mama, una investigación de la Universidad de Wisconsin asegura que el sacacorchos apunta directamente al vino blanco.
7. El vino blanco y la salud pulmonar
Querrá llenar su bodega de vino blancos cuando descubra los bien que le hacen los antioxidantes presentes en él a sus pulmones.
Un estudio llevado a cabo en 2002 por la Facultad de Medicina de la Universidad de Búfalo vincula el consumo moderado de vino blanco con la disminución de enfermedades pulmonares.
8. Beba con moderación
¡Salud para los amantes del vino tinto! Lo siento fanáticos del vino blanco pero una buena copa de tinto tiene menos azúcar y más minerales y antioxidantes esenciales por porción. Además, los polifenoles protegen el corazón y el reservatrol previene el cáncer de mama.
De cualquier manera, optar por uno u otro es una decisión personal. Sólo recuerde que los expertos de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Harvard sugieren que beber con moderación — no más de dos copas por día si es hombre y una sola para las damas sofisticadas.