La palabra “grasa” nos mal predispone desde un primer momento —ya sabe, acaba justo en los lugares del cuerpo donde menos queremos que acabe. Sin embargo, así como hay grasas “malas” que comprometen su salud en algunas situaciones, hay otras que su organismo necesita para funcionar correctamente.
Si bien las ensaladas son fuentes de fibra y de nutrientes por naturaleza, puede ir un poco más allá e incorporar ciertos ingredientes que le aporten esas grasas que su cuerpo tanto necesita. A continuación, le presento siete alternativas de aderezos saludables, deliciosos y, ante todo, nutritivos.
1. Aceite de oliva
Este aceite (extra virgen, para ser más específicos) es uno de los más beneficiosos para cualquier dieta, según diversos expertos. La clínica Mayo señala que si bien el producto contiene grandes cantidades de grasas, en su mayoría son monoinsaturadas, que en realidad son beneficiosas.
Según los expertos de la clínica, estos tipos de grasas disminuyen los riesgos de sufrir enfermedades cardiacas porque regulan los niveles de colesterol. Además, evitan que la sangre se coagule y estabilizan los niveles de insulina (un factor clave si es diabético).
2. Aguacate
Esta fruta es tan popular en la alimentación de los habitantes de países con clima cálido que la revista Elle la compara con el aceite de coco por sus innumerables beneficios tanto dentro como fuera del cuerpo. Agregar pedacitos de aguacate a su ensalada eleva el contenido de vitamina E, lo que fortalece la piel y refuerza el sistema inmunológico.
Además, contiene ácidos grasos monoinsaturados híper saludables. El artículo también asegura que usar aceite de aguacate en el cabello le devuelve la vida a sus rizos (funciona como una especie de acondicionador) y humecta la piel seca si se lo aplica como tónico hidratante. ¡Tranquilo! ¡No necesita frotarse la ensalada por el rostro!
3. Almendras
¿Desea darle un toque crocante a su ensalada? Muchos frutos secos pueden aportarle ácidos grasos omega 3, que alivian el dolor articular y hasta lo protegen de la depresión; no obstante, las almendras son las que menos calorías tienen por porción si se las compara con los demás, explica Health.com.
Pero…¿de cuántas calorías estamos hablando? Según la fuente virtual sobre salud, las almendras aportan unas 160 calorías por porción (unas 23 unidades). Estos frutos están repletos de proteínas, que son esenciales para llevar a cabo gran parte de las funciones corporales. Si no le gustan las almendras, pruebe con castañas de cajú o pistachos. Asegúrese de que sean naturales o tostados y que no tengan sal ni aceite agregados.
4. Queso
Basta con mencionar la palabra “queso” para que más de uno sonría. Por si no lo sabía, consumir este alimento también hará que su cuerpo sonría. Según la revista Men’s Health, comer ciertas variedades de queso puede aportarle grasas saludables—y ni siquiera tendrá que esforzarse por encontrar una variedad baja en grasas.
Comer quesos “enteros” le dará un plus de proteínas y le permitirá aplacar el apetito por varias horas, asegura dicha revista. Un estudio de origen danés demostró que los hombres que comían cantidades considerables de quesos grasosos a diario no exhibían niveles elevados de colesterol “malo” durante más de tres semanas. Si de verdad le preocupa cuidar su figura, ralle un poco de queso encima de su ensalada en lugar de comerlo en fetas.
5. Huevos
Estas maravillas ovaladas son un ingrediente básico de muchas comidas que, además, aportan una dosis de grasas saludables que no lo harán querer maldecir a la balanza. La revista Self señala que un huevo apenas tiene 5 gramos de grasas de las cuales sólo 1,5 gramos del total son saturadas (o “dañinas”).
El artículo señala que la ingesta moderada de huevos puede mejorar su salud cardiaca. Como si esto fuera poco— cada vez que los coma llenará su cuerpo de nutrientes saludables como proteínas y colina (una fuente de vitamina B), que beneficia el sistema nervioso. Además, los huevos hervidos son un agregado exquisito para cualquier ensalada.
6. Pescado
Según WebMD, el pescado le aporta muchísimo sabor a sus comidas (piense en atún y salmón) y además, le brinda una dosis considerable de ácidos grasos omega 3, que protegen su organismo y su cerebro (en términos de agudeza mental).
Dicha fuente virtual señala que dos porciones de pescado a la semana ofrecen grandes ventajas para la salud. La porción sugerida es de 85 gramos (más o menos el equivalente al tamaño de un mazo de cartas) y puede comerlo asado, horneado o escalfado.
7. Semillas de girasol
Estas pequeñitas tienen mala reputación por su alto contenido de grasas, explica SFGate, un sitio web vinculado con el San Francisco Chronicle. Si bien son altas en grasas, no provocan aumentos significativos de peso.
Recuerde que estas semillas son diminutas y es muy difícil que lo hagan exceder sus límites calóricos. Las semillas de girasol se jactan de aportar proteínas y fibras, lo que le permite aplacar el apetito sin tener esos terribles antojos de comida chatarra después. Estos productos también cubren hasta un 50% de la ingesta diaria recomendada de vitamina E (y también aportan magnesio, vitamina B y otros tantos nutrientes).