El invierno es la temporada de nieve, de regalos, de celebración de nuevos comienzos, pero también de la deshidratación, lo cual conduce a la fatiga, al crecimiento opaco del cabello, a una piel y un cuero cabelludo secos, a labios agrietados e inmunidad baja.
La deshidratación se agrava durante los meses de invierno cuando nos exponemos a largos periodos de clima frío, seco y con incrementos de altitudes. De hecho, el adulto sano promedio es privado de aproximadamente 2 litros de agua por día debido a una serie de actividades de evaporación — como la respiración o la humectación del aire seco (razón por la cual el aire exhalado aparece blanco) o porque el cuerpo tiene que trabajar más duro para elevar su temperatura. Este esfuerzo extra requiere más agua en aproximadamente 4 litros de agua al día con el fin de permanecer adecuadamente hidratado. Agréguele más dependiendo del clima en donde viva, de si su salud es mala y, especialmente, de si es activo durante el invierno.
Para asegurarse de estar obteniendo el agua suficiente, he reunido 10 maneras fáciles de incorporar más agua en su día…
1. Comience el día con agua
Le está haciéndole un favor a su cuerpo si empieza cada mañana con un vaso lleno de agua. Después de 7 horas o más de ayuno, el agua lo energizará y lo ayudará a lavar sus órganos. Si quiere un golpe de energía en la mañana (una opción que es mucho más eficaz que el café) pruebe con un vaso de agua tibia, una pizca de pimienta de cayena y un chorrito de limón fresco para empezar. El jugo de limón y la pimienta de cayena contribuirán a la desintoxicación de su cuerpo, a mejorar su inmunidad y a destruir las bacterias dañinas en su sistema digestivo.
2. Mezcle el café
La mayoría de nosotros necesita un café por la mañana para comenzar a primera hora. Sin embargo, la cafeína, un diurético, en realidad le roba al cuerpo la pequeña cantidad de agua que queda tras una larga noche de sueño. Y ya imaginará el efecto del café si toma 2 ó 3 tazas. Así que hágase un favor y beba un litro de agua entre cada café o cámbielo por un té de hierbas.
3. Agréguele sabor extra al agua tradicional
¡Muchas personas evitan el agua porque “no tiene ningún sabor”! Bien por suerte puede solucionar ese problema de una manera bastante fácil. Incorpore un sabor fresco y saludable a su agua con un chorrito de limón, lima, pomelo o naranja. O agréguele algunas rebanadas delgadas de jengibre, pedazos de corteza de limón o pepino. Incluso puede agregarle bayas congeladas para darle sabor (asegúrese de que no tengan azúcar añadido).
4. Ver para recordar
Entiendo que puede estar tan ocupado durante el día que olvida beber agua. Sin embargo, si está sentado en un escritorio o escribiendo en la computadora, puede mantener una gran botella rellenable en su escritorio para tomar sorbos mientras trabaja. Hay una sensación de poder acerca al ver la botella — el hecho de beber de la botella. Es probable que incluso adopte la costumbre de ir al baño y al refrigerador para tener un breve descanso, estirar las piernas y rellenar la botella.
5. Té de hierbas caliente e hidratante
¿Así que piensa que su oficina es fría como un iglú? Bueno, entonces aquí hay un remedio fácil, solo reemplace el agua normal con infusiones (solamente no les añada azúcar). Podrá encontrar un té de hierbas de casi cualquier sabor (con cero calorías) para mantenerse hidratado y caliente todo el día.
6. Lleve una botella de agua a todos lados
Bueno no literalmente, pero llevar una botella de agua recargable consigo — cuando hace mandados, cuando va a caminar, durante una clase de yoga, mientras juega con los niños, o incluso cuando va al cine — le ayudará a incorporar un hábito saludable y a hacerlo parte de su rutina diaria. Pronto llevará su termo de agua a todas partes, se convertirá en su mejor amigo ¡y nunca jamás volverá a pagar los terribles precios de las bebidas del cine!
7. Beba agua antes de comer
Este hábito saludable tiene un doble propósito. Cuando se fija como objetivo beber agua antes de las comidas no solo se estará asegurando una hidratación apropiada sino que también estará llenándose con el fin de no comer tanto o de frenar su deseo de comer compulsivamente. Muchas veces confundimos el hambre con la sed y, como resultado, comemos en exceso.
8. Póngales agua a las otras bebidas
Personalmente tengo la costumbre de diluir otras bebidas. Tiene sentido, ya que la mayoría de los zumos de fruta y de los tes helados casi siempre son demasiado dulces. Comience con una mezcla de medio vaso de jugo mezclado con medio vaso de agua y confíe en mí, va a utilizar cada vez menos jugo a medida que pasa el tiempo.
9. Beba agua socialmente
Si está en una fiesta o sale a cenar, hágase el hábito de alternar cada copa de vino o cóctel con un vaso de agua. Ésta es una manera útil de disminuir la tasa de absorción de alcohol con el fin de que no termine con resaca (un culpable común de la deshidratación). Y para hidratarse mientras bebe, opte por usar agua mineral como mezcla.
10. Consuma alimentos que hidraten
¿Sabe qué tienen en común los alimentos como el pepino, la sandía, las uvas, el apio, las naranjas y los tomates? Todos son alimentos ricos en agua que aportan hidratación a su dieta y a su nutrición. Por esta razón, un batido de fruta y vegetales, mezclado con frutas frescas, verduras mixtas, yogur bajo en grasa y agua hacen un gran desayuno.