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Signos de un coágulo de sangre (factores de riesgo, opciones de tratamiento y más)

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By ActiveBeat Español

Un coágulo de sangre puede ser muy, muy peligroso. Se trata de una agrupación de plaquetas sanguíneas y proteínas plasmáticas en forma de bulto, que no tiene que ser grande, de hecho, a veces, es demasiado pequeña para verla siquiera, sino que se forma en un área sensible, como la ubicación alrededor del corazón o en las venas principales que provocan enfermedades críticas en los órganos, y que puede ser mortal.

Los coágulos de sangre tienden a formarse en las venas en un proceso conocido como trombosis venosa profunda. Se forman con mayor frecuencia en las piernas, pero también se sabe que pueden aparecer en el corazón, los pulmones, el cerebro y el área pélvica. 

A menudo, los coágulos de sangre se forman por falta de actividad, posiblemente debido a sentarse delante de escritorio durante períodos de tiempo extremadamente largos, o someterse a una cirugía y estar confinado a una cama, por un trauma físico en el cuerpo, o a causa de tener obesidad.

Para estar mejor informado sobre el tema, hemos compilado una lista de lo que debe saber sobre los coágulos de sangre, incluidos los signos y síntomas, cuáles son los principales factores de riesgo, y cómo prevenirlos y tratarlos. Eche un vistazo … 

1. Definición de un coágulo de sangre

Antes de poder combatir los coágulos de sangre, es útil comprender exactamente qué son. Si bien los coágulos de sangre no son peligrosos como tal cuando detienen el flujo sanguíneo de un corte o una lesión, también pueden formarse cuando en realidad no son necesarios, lo que puede convertirse en un problema real, según señalan desde WebMD.

Las plaquetas en la sangre se activan cuando hay un daño sobre un vaso sanguíneo, “cambiando de forma para formar un tapón que llena la parte rota para evitar que la sangre se escape”, señala la fuente. 

Las sustancias químicas de las plaquetas promueven el proceso de coagulación al atraer otras plaquetas, y luego las proteínas en la sangre (llamadas factores de coagulación) terminan como largas hebras de fibrina que se “enredan con las plaquetas en el coágulo para crear una red que atrapa aún más plaquetas y células” , agrega. 

Si bien generalmente hay otras proteínas para descomponer el coágulo, la acumulación de colesterol en forma de placas, también puede desencadenar un coágulo cuando se abren, explica.

2. Más de un tipo de coágulo

Hay diferentes tipos de coágulos de sangre dependiendo del lugar dónde se produzcan en nuestro sistema circulatorio, agrega WebMD.

Si bien diferentes áreas de su cuerpo pueden verse afectadas por coágulos, generalmente estos son de 2 tipos: arterial y venoso, agrega la fuente.

Explica que los coágulos arteriales impiden que la sangre (y el oxígeno) lleguen a los órganos vitales, lo que puede provocar daños en los tejidos. También pueden formarse en el corazón o el cerebro, provocando un ataque cardíaco o un derrame cerebral.

Mientras tanto, los coágulos venosos en las venas “tienden a desarrollarse lentamente”, por lo que los síntomas pueden no ser tan obvios.

Hay diferentes tipos de coágulos en la categoría venosa: trombosis venosa superficial (cerca de la superficie), trombosis venosa profunda (TVP) y embolia pulmonar (EP), agrega. Veremos más a esos tipos a continuación.

3. Profundizar en la trombosis

La Clínica Mayo explica que la TVP ocurre en las “venas profundas” del cuerpo, y con mayor frecuencia en las piernas.

Esto puede desencadenar algunos signos reveladores en las piernas, o es posible que no sospeche nada en absoluto, agrega esta fuente.

La Trombosis venosa profunda (TVP) también puede ocurrir si tiene ciertas afecciones médicas que afectan la coagulación de la sangre, agrega la clínica. “Además puede suceder si no se mueve durante mucho tiempo, como después de una cirugía o un accidente, o cuando está confinado en la cama”, agrega.

Signos y síntomas

4. Enrojecimiento

Una ligera decoloración de la piel en el área del coágulo es a menudo uno de los primeros signos de la formación de un trombo (o coágulo) profundo en una vena. La causa de la decoloración de la piel es bastante sencilla: densas acumulaciones de sangre debajo de la superficie de la piel se vuelven visibles a medida que aumentan de tamaño.

Si ve quye tiene partes enrojecidas persistentes en las piernas, especialmente después de una lesión o cirugía, debe comunicárselo a su médico. El sello distintivo del enrojecimiento de la piel por trombosis venosa profunda, es que no desaparece con el tiempo o que se intensifica sin una razón inmediatamente detectable.

5. Hinchazón

Asimismo, puede producirse una inflamación dolorosa en el sitio del coágulo, en particular si se desarrolla en el área de la pierna, el tobillo o la pantorrilla. 

Estas áreas del cuerpo tienen una mayor densidad ósea y tisular, lo que dificulta que el cuerpo elimine naturalmente un coágulo que ya se está formando.

Uno de los signos reveladores de que la hinchazón puede estar relacionada con un coágulo es que no responderá a los tratamientos habituales, como la aplicación de compresas frías o calientes. La hinchazón también puede intensificarse sin una razón aparente inmediata, y puede ocurrir sin una lesión externa en el área afectada.

6. Sensación de calor en la piel

La coagulación de la sangre a menudo provocará un cambio de temperatura. En los coágulos en las piernas, la piel cercana al área puede aumentar de temperatura y notarse caliente al tacto. A veces, este signo también se presenta como una sensación persistente de calor u hormigueo en el área afectada, que generalmente está muy localizada.

La piel caliente suele ir acompañada de otros síntomas, como picazón y pulsaciones. Al igual que otros síntomas, estas presentaciones generalmente no responden bien a los remedios caseros y se intensificarán con el tiempo si no se tratan.

7. Desmayos

Podrían ocurrir desmayos y mareos si el cuerpo no disuelve el coágulo de sangre de forma natural por sí solo, o si se desprende y se desplaza hacia los pulmones. En este caso, la respiración puede resultar dificultosa. 

Los mareos pueden ser más pronunciados si se pone de pie repentinamente después de sentarse o acostarse, y debido a la naturaleza inespecífica de este síntoma, muchas personas no lo asocian con la posibilidad de tener un coágulo de sangre.

La pérdida del conocimiento es un síntoma grave que debe ser investigado por un médico. También conlleva el riesgo de causar lesiones graves, ya que podría golpearse la cabeza u otra parte sensible de su cuerpo cuando se desmaye. Busque atención médica inmediata si se desmaya.

8. Aumento de la frecuencia cardíaca

A medida que el coágulo de la pierna aumenta de tamaño, el cuerpo intentará erradicarlo y los órganos vitales, como el corazón, trabajarán y bombearán más fuerte, lo que dará como resultado un latido cardíaco acelerado. 

Las anomalías en la función cardíaca también pueden indicar que el coágulo de sangre salió de su pierna y viajó a otras partes del cuerpo. Si es así, es probable que experimente otros síntomas, incluidos dolores agudos y punzantes en el pecho, que se intensifican con la respiración profunda.

El aumento de la frecuencia cardíaca también puede causar ciertos síntomas psicológicos, como ansiedad y, en casos graves, ataques de pánico. 

Si no se controla, el tener una frecuencia cardíaca rápida de forma persistente, también puede causar una gran cantidad de otros problemas médicos, así que asegúrese de que un médico lo revise si detecta estos síntomas. 

9. Fatiga

Cualquier enfermedad, como un coágulo de sangre, hará que los sistemas de defensa del cuerpo trabajen horas extras, lo que puede resultar en fatiga o agotamiento. Como ocurre con muchos otros síntomas de la trombosis venosa profunda, la fatiga puede ser inespecífica y su causa principal, difícil de diagnosticar.

Por lo tanto, es importante estar atento a otros síntomas de coágulos de sangre si se siente cansado con frecuencia. El sello distintivo de la fatiga relacionada con los coágulos de sangre es que se sentirá cansado sin una razón aparente inmediata.

En otras palabras, se sentirá agotado incluso si no ha realizado una actividad física intensa, y la fatiga puede ocurrir incluso si está durmiendo tanto o más de lo normal.

10. Fiebre

Un coágulo de sangre, especialmente si se desprende y entra en el torrente sanguíneo, puede causar fiebre que a veces es leve. Además de la temperatura corporal elevada, los síntomas de la fiebre incluyen sudoración o escalofríos, dolor de cabeza persistente, debilidad corporal, deshidratación y disminución del apetito.

En casos severos, la fiebre puede causar síntomas adicionales, como irritabilidad y alteraciones del estado de ánimo, confusión, convulsiones o incluso alucinaciones. Estos síntomas generalmente ocurren si la temperatura central del cuerpo se establece en un rango muy alto, entre 103 y 106 grados Fahrenheit (39,4 y 41,1 grados centígrados).

11. Sensibilidad en la piel

A menudo, la piel que rodea el coágulo, aunque está profundamente dentro de la pierna, puede volverse bastante sensible al tacto sin evidencia de hematomas en la superficie de la piel. Las venas debajo de la piel en el área afectada también pueden volverse visibles a través de la piel, aunque esto generalmente no ocurre hasta que el coágulo de sangre alcanza un tamaño relativamente grande.

Tenga en cuenta que puede haber dolor cuando se palpan ambas piernas, incluso si es sólo una la afectada por el coágulo de sangre. Esto puede deberse a que, inconscientemente, está usando más su pierna más fuerte, lo que a su vez puede desencadenar tensiones musculares y articulares que, posteriormente, se manifiestan a través del dolor y sensibilidad en la piel. 

12. Sin síntomas

Aproximadamente la mitad de las personas que experimentan un coágulo de sangre en la pierna (o trombosis venosa profunda) tienen pocos o ningún síntoma.

Si bien un coágulo de sangre asintomático suele ser un signo de que la trombosis aún no ha alcanzado una etapa grave, no siempre es así.

Incluso los coágulos de sangre grandes que requieren atención médica inmediata a veces pueden no causar ningún síntoma hasta que el coágulo se desprende y viaja a través del torrente sanguíneo.

Esta es una de las razones por las que es importante prevenir activamente los coágulos de sangre si tiene un riesgo elevado. Use ropa cómoda y holgada, evite estar de pie o sentado por períodos que excedan una hora, reduzca la ingesta de sal y permanezca físicamente activo.

13. Venas dilatadas

A veces, un coágulo de sangre particularmente rebelde se mostrará a través de la distensión o en las venas superficiales en o alrededor del área de la pierna donde se está desarrollando. Debe prestar especial atención a este síntoma si no está experimentando fenómenos similares en otras partes de su cuerpo.

En la mayoría de los casos, las venas dilatadas no darán lugar a complicaciones o problemas por sí mismas. Sin embargo, en los casos en que un coágulo de sangre ejerce una presión significativa sobre los vasos sanguíneos circundantes, pueden producirse roturas internas y puede producirse un enrojecimiento intensificado o hematomas.

14. Dolor en el pie

La trombosis venosa profunda también puede hacer que una persona experimente dolor en uno o ambos pies. Debido a que este síntoma no ocurre en la pierna, la ubicación del coágulo de sangre, es posible que no se establezcan conexión con el coágulo, y se descarte como un síntoma causado por otra cosa.

Pero la razón por la que ocurre el dolor en el pie es porque el coágulo de sangre en la pierna restringe o bloquea el flujo de sangre al área. Como resultado, los tejidos de los pies no reciben suficiente oxígeno de la sangre, lo que causa dolor.

15. Dolor en las pantorrillas

Tener un coágulo de sangre en la pierna también puede causarle dolor en las pantorrillas. Desafortunadamente, sin embargo, este dolor “… se puede confundir fácilmente con un calambre o distensión muscular, por lo que el problema a menudo no se diagnostica y es específicamente peligroso”, dice Luis Navarro, MD, al hablar con Prevention.com.

La fuente indica que el dolor por trombosis venosa profunda tiende a ser más notorio cuando camina o cuando dobla o flexiona el pie hacia arriba. Si experimenta estos síntomas, especialmente junto con otros mencionados en esta lista, asegúrese de consultar a un médico de inmediato.

16. Decoloración de la piel

Como se mencionó anteriormente, el síntoma distintivo de la trombosis venosa profunda es un enrojecimiento persistente en el área del coágulo de sangre. Pero esa no es la única decoloración de la piel que puede ocurrir con esta afección. Como resultado del coágulo de sangre, las extremidades, como el tobillo o el pie, pueden volverse pálidas debido a la disminución del flujo sanguíneo al área, además de sentirse notablemente más frías al tocarlas.

Si el coágulo de sangre no se trata, el área puede adquirir un tinte azulado y sentirse aún más fría al tacto, lo que según Livestrong.com “indica que el flujo sanguíneo de un coágulo de sangre en la pierna ha empeorado”.

17. Tos inexplicable

En algunos casos, especialmente para aquellos que son asintomáticos, puede ser difícil detectar una trombosis venosa profunda hasta que el coágulo de sangre se desprende de la pierna y viaja a los pulmones, provocando una embolia pulmonar. Una embolia pulmonar puede ser increíblemente peligrosa, a veces fatal, por lo que es importante reconocer los síntomas.

Uno de esos síntomas es una tos persistente pero inexplicable (por ejemplo, que no es causada por una infección u otra afección médica). En la mayoría de casos la tos tiende a ser seca, pero algunas personas pueden toser con mucosidad o incluso con sangre.

18. Dolor en el pecho y dificultad para respirar

Como se mencionó brevemente anteriormente, una embolia pulmonar también puede causarle dolor en el pecho. Puede sentirse como si estuviera teniendo un ataque cardíaco, pero con una embolia pulmonar, Prevention.com dice que el dolor “tiende a ser agudo y punzante, y se siente peor cuando respira profundamente” y se agrava con cada inhalación.

Además del dolor en el pecho, una embolia pulmonar a menudo causa dificultad para respirar. Para algunos, puede aparecer repentinamente, independientemente de si han tenido un estilo de vida activo o sedentario, mientras que para otras personas puede aumentar gradualmente con el tiempo.

19. Moco sanguinolento con tos que empeora

Como se mencionó anteriormente, la Clínica Mayo enumera como síntomas de una embolia pulmonar tanto una tos fuerte como una tos con sangre. A estas hay que sumar el dolor en el pecho y la dificultad para respirar.

20. Dolor

La restricción en el flujo sanguíneo que es causada por un coágulo de sangre también puede resultar en que el individuo afectado experimente mucho dolor. Este dolor tiende a limitarse al área donde se encuentra el coágulo.

Por ejemplo, si el coágulo está en sus pulmones, puede experimentar dolor en el pecho. O si está dentro o alrededor de su corazón, siente dolor en el pecho o en el brazo. WebMD indica que este dolor generalmente se intensifica a medida que el coágulo empeora y “puede variar desde un dolor sordo hasta un dolor intenso”.

Factores de riesgo

21. Largos periodos de inmovilidad

Según una investigación del American College of Phlebology, uno de los entornos “perfectos” para la formación de una trombosis venosa profunda es un período prolongado de estar sentado o inmovilidad donde los músculos no se contraen.

Piense en las veces que estuvo sentado durante largos períodos sin moverse, como en un viaje largo en avión, en autobús o en automóvil.

Esta inmovilidad puede disminuir drásticamente el flujo sanguíneo y provocar la formación de coágulos sanguíneos. Los períodos prolongados de estasis (es decir, después de una cirugía o lesión) también se consideran un riego para la formación de la TVP.

22. Edad y peso corporal

El sobrepeso puede contribuir a numerosos problemas de salud, incluida la formación de un coágulo de sangre. Los expertos en salud de la Clínica Mayo señalan que tener un exceso de peso corporal aumenta la presión en las venas, la pelvis y las piernas.

La Clínica Mayo también señala que las personas mayores de 60 años tienen un mayor riesgo de TVP. Sin embargo, los coágulos de sangre y la TVP pueden formarse con la edad, especialmente si están presentes varios factores de riesgo.

23. Embarazo

Cuando las mujeres están embarazadas, de repente cargan con mucho peso extra, especialmente en el último trimestre del embarazo. La Asociación Estadounidense del Embarazo señala que este exceso de presión puede aumentar el estrés y la compresión en las venas de la pelvis y las piernas de una mujer embarazada.

Además, el riesgo de desarrollar una TVP o un coágulo de sangre puede durar hasta 6 semanas después de que una mujer da a luz. Esto es especialmente cierto para las madres que están inactivas después del nacimiento (es decir, si se están recuperando de una cesárea).

24. Lesiones o cirugías

La gente de la Clínica Mayo descubre que el reposo prolongado en cama puede provocar el desarrollo de una trombosis venosa profunda después de una lesión o cirugía.

Cualquier período prolongado de inactividad, como una estadía en el hospital, puede provocar una disminución de la contracción de los músculos de las piernas, una disminución de la circulación sanguínea y un mayor riesgo de coágulos sanguíneos. Los pacientes con parálisis también tienen un alto riesgo de TVP.

25. Predisposición genética

Si tiene antecedentes genéticos o familiares de DVP, considérese en riesgo de tener un coágulo de sangre. La investigación de la Asociación Estadounidense del Corazón establece que los antecedentes familiares de TVP y embolia pulmonar (o EP) son factores de riesgo principales para desarrollar Trombosis Venosa Profunda.

En un estudio de 2011 realizado por el Instituto de Investigación de Trombosis y Aterosclerosis en 45,362 pacientes hospitalizados por TVP, se encontró un aumento en las tasas de incidencia de TVP en relación con la agrupación genética o familiar de este trastorno.

26. Control de la natalidad

El National Blood Clot Alliance señala que aunque los anticonceptivos no necesariamente causan coágulos de sangre por si mismos, algunos tipos de medicamentos anticonceptivos orales pueden aumentar el riesgo de TVP en aproximadamente un 40 por ciento en mujeres. 

La NBCA señala que tanto los anticonceptivos orales como la terapia de reemplazo hormonal (que contienen hormonas de estrógeno y progesterona) pueden intensificar los factores de coagulación de la sangre, lo que deja a las mujeres en riesgo de desarrollar TVP.

27. Fumar

Si fuma, ya sabe que no le está haciendo ningún favor a su salud. Según una investigación de la American Thoracic Society, fumar afecta tanto la circulación sanguínea como la capacidad de coagulación de la sangre, lo que aumenta el riesgo de TVP.

Sin embargo, las muertes por TVP y embolia pulmonar son elevadas en pacientes con Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (o EPOC) debido a una combinación de factores, a saber, anomalías de la coagulación sanguínea y movilidad reducida.

Prevención y tratamiento

28. Aceite de anís

El anís es una planta que produce una flor brillante y, cuando se cosecha, su pulpa tiene un sabor muy ácido. Es utilizado con moderación por chefs cuando pueden encontrarlo. Más allá de sus propósitos culinarios, también es popular por sus usos medicinales, que incluyen ayudar a combatir la inflamación, prevenir infecciones y relajar los músculos. Incluso puede ayudar a mejorar el flujo sanguíneo y reducir el dolor asociado con los coágulos de sangre.

Para usar aceite de anís con fines medicinales, agregue sólamente dos o tres gotas a un vaso de agua y luego beba la mezcla. También puede frotar un poco de aceite de anís en el área afectada por un coágulo de sangre; esto es más eficaz si el coágulo de sangre es visible y está cerca de la superficie de la piel, como en las piernas. Repita la aplicación dos o tres veces en un período de 24 horas.

29. Aceite de Helichrysum

Helichrysum es una hierba que cuenta con una variedad de propiedades medicinales, incluida la capacidad de combatir la inflamación y limitar la actividad de los radicales libres. También se considera un anticoagulante natural capaz de reducir la coagulación, lo que lo convierte en un aliado para cualquiera que intente prevenir la formación de coágulos de sangre, o eliminar esos coágulos después de que se hayan formado en el cuerpo.

No es necesario ingerir el aceite de Helichrysum; los expertos recomiendan mezclar unas seis gotas con otro tipo de aceite, como aceite de coco o de oliva, y luego frotar la mezcla sobre la piel que rodea el área afectada por el coágulo de sangre. Puede hacer esto hasta tres veces al día, y verificar la zona cada día para ver su progreso.

El aceite de helichrysum se deriva de la hierba medicinal del mismo nombre. Tiene muchos beneficios para la salud, y es conocido por sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. También es un anticoagulante natural debido a sus propiedades. Por lo tanto, el aceite de helichrysum es una de las mejores opciones para tratar un coágulo de sangre en la pierna.

30. Cúrcuma

La cúrcuma se ha utilizado durante siglos en algunos de los platos más sabrosos de la India. Esta especia amarilla tiene una apariencia deslumbrante, un sabor sorprendente y beneficios para la salud aún más potentes. Por un lado, contiene la propiedad curcumina, que puede ayudar a prevenir la coagulación y, al hacerlo, reducir el riesgo de desarrollar coágulos de sangre.

Puede agregar cúrcuma a sus platos (tiene un sabor similar al curry en polvo) o puede agregar una cucharadita a un poco de leche tibia, y consumirla de esa manera. Haga esto una o dos veces al día para obtener todos los beneficios.

31. Sales de Epsom

La sal de Epsom es conocida por su capacidad para ayudar a aliviar una variedad de dolencias al usarla en un baño de sales. Los partidarios de hacer esto con sales de Epsom argumentan que puede ayudar a relajar el cuerpo y aliviar el estrés mental; aliviar el dolor y los calambres musculares; eliminar toxinas del cuerpo, e incluso mejorar la funcionalidad de los nervios. Lo más relevante de esta lista, la sal de Epsom, cuando se agrega a un baño, se dice que mejora la circulación de la sangre y reduce la inflamación, lo que la hace perfecta para ayudar a combatir los coágulos de sangre. En resumen, quienes usan los baños de sal de Epsom creen que pueden hacer que uno se sienta mejor tanto física como mentalmente.

A diferencia de muchos de los otros elementos de esta lista, no debe ingerir las sales de Epsom, sino que debe agregarlas al agua de su baño. Una vez que haya hecho eso, acuéstese y deje que la mezcla de agua salada penetre en su piel durante aproximadamente media hora. Repita este proceso todos los días.

32. Ajo

El ajo puede ser uno de los tipos de alimentos más versátiles disponibles, aunque puede que no sea aconsejable comerlo crudo. Puede pelas el ajo crudo y agregarlo a salsas, guisos y adobos para mejorar mucho el sabor de sus platos favoritos. En cuanto a sus propiedades, el ajo tiene considerables beneficios para la salud, ya que contiene alicina y ajoeno, que pueden ayudar a tratar los coágulos de sangre.

Puede intentar consumir más ajo en su comida o puede preparar una solución de sabor extraño pero eficaz que consista en dientes de ajo, agua caliente y miel. Esta infusión (si se le puede llamar así) debe hervirse, y luego consumirse una vez que se haya enfriado. Si está buscando ayuda con un coágulo de sangre existente, intente beber la mezcla varias veces al día.

33. Té verde

El té verde tiene una variedad de usos y, dependiendo de a quién le pregunte, ofrece una variedad de beneficios para la salud cuando se consume de manera regular. Los partidarios del té verde argumentan que sus propiedades antioxidantes pueden ayudar a prevenir los coágulos de sangre antes de que se formen, mientras que sus características anti-trombóticas le permiten ayudar a diluir los coágulos de sangre en caso de que surjan. Como mínimo, es una excelente alternativa al café y a los refrescos.

Hoy en día, encontrar té verde es muy fácil; está disponible en la mayoría de las tiendas de comestibles y farmacias. Pero si desea maximizar su potencial, puede intentar usar extracto de té verde, que puede agregarse a una taza de agua y consumirse con miel (para darle sabor). Repita esto dos o tres veces al día.

34. Orégano

El orégano, ya sea seco o fresco, es excelente para añadir a gran variedad de platos, desde pollo asado y pescado hasta salsa para pasta. Pero hay más beneficios en el orégano que sólo su sabor: también cuenta con una serie de propiedades que fortalecen la salud, como su capacidad para combatir los radicales libres y la inflamación. Incluso puede ayudar a limitar la formación de coágulos de sangre.

Puede agregar orégano a sus comidas, para beneficiarse de sus muchas propiedades para la salud. O puede tomar un suplemento de orégano que le proporcione todo lo que necesita para su día en una sola pastilla. El aceite de orégano también es una opción; simplemente agregue una cucharadita a un vaso de agua y tómelo tres o cuatro veces al día.

35. Vitamina E

La vitamina E cuenta con una colección de vitaminas, conocidas como tocoferoles y tocotrienoles que, juntas, pueden ayudar a combatir los radicales libres y ayudar al cuerpo a resistir la coagulación de la sangre, lo que la convierte en un socio ideal en la guerra contra los coágulos sanguíneos peligrosos.

Puede tomar un suplemento de vitamina E para obtener los beneficios de las vitaminas, o simplemente puede trabajar para obtener más de esta vitamina en sus alimentos. Algunos alimentos populares que incluyen una cantidad sustancial de vitamina E incluyen almendras, espinacas, batatas, aguacate, semillas de girasol, aceite de palma y calabaza.

36. Pimienta de cayena

La pimienta de cayena es una excelente adición a cualquier comida que necesite un poco de condimento. Una pizca puede transformar un plato soso en algo mucho más exótico e interesante (solo asegúrese de evitar exagerar, especialmente si está preparando una comida para alguien que lucha con las especias). Pero hay más en la pimienta de cayena que su toque picante: también contiene salicilatos que se ha demostrado que ayudan a diluir la sangre, ayudando a tratar y prevenir los coágulos de sangre.

Puede agregar más pimienta de cayena a su comida o considerar tomar cápsulas de pimienta de cayena, que puede tomar dos veces al día.

37. Jengibre

El jengibre, que de alguna manera es picante y dulce, es un complemento útil para todo tipo de platos dulces y salados. Pero al igual que la pimienta de cayena, cuenta con los beneficios para la salud de un compuesto conocido como salicilato, un anti-coagulante bien conocido. Eso lo hace muy útil para tratar de prevenir la formación de coágulos de sangre o para ayudar a eliminarlos del cuerpo.

Puede agregar más jengibre (raspado o en polvo) a su cocina o puede preparar una bebida rápida que lo ayude a activar rápidamente muchos de sus beneficios. Para hacer esto último, pele un poco de jengibre o agregue la variedad en polvo a un poco de agua caliente con miel. Una vez que el agua se haya enfriado, bébalo y repita un par de veces al día.

38. Aceite de gaulteria

Probablemente haya disfrutado de las mentas o chicles con sabor a gaulteria, pero ¿alguna vez ha oído hablar de sus capacidades anticoagulantes? Dentro del aceite de gaulteria, puede encontrar un compuesto conocido como salicilato de metilo, que es la parte de la gaulteria con propiedades anticoagulantes; también puede ayudar en la lucha contra la inflamación. Por ambas razones, el aceite de gaulteria es una herramienta útil para ayudar a combatir los coágulos de sangre.

Para aprovechar al máximo su aceite de gaulteria, agregue cinco o seis gotas a otro tipo de aceite, como 30 mililitros de aceite de coco o de oliva. Luego, tome la mezcla completa y frótela profundamente en el área del cuerpo afectada por el coágulo de sangre. Repite este proceso una vez más, realizando dos aplicaciones cada día.

39. Agua

En caso de duda, beba mucha agua. Sorprendentemente, quizás, mantenerse hidratado puede marcar una gran diferencia cuando está preocupado por el desarrollo de coágulos de sangre, ya que sus posibilidades de formación aumentan cuando una persona está deshidratada.

La cantidad de agua que necesita cada día probablemente variará según su nivel de actividad física, altura y peso. También puede depender de cualquier otro problema de salud con el que esté lidiando. Para una persona promedio, entre seis y ocho vasos de agua por día debería funcionar bien, pero consulte con su médico de familia solo para estar seguro.

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