Los coágulos sanguíneos, o lo que en términos médicos se conoce como trombosis venosa profunda (TVP), son coágulos de sangre que bloquean el flujo sanguíneo profundo en las venas de la pelvis, la parte inferior de la pierna, la cadera y otras áreas del cuerpo. Según una investigación realizada por la clínica Cleveland, la TVP puede llegar a ser fatal si se traslada a través del torrente sanguíneo a los vasos de los pulmones y provoca así una embolia pulmonar.
La mejor forma de prevenir este tipo de complicaciones es informarse acerca de los riesgos asociados con el desarrollo de la trombosis venosa profunda…
1. Largos periodos de inmovilidad
Según una investigación llevada a cabo por la Escuela Americana de Flebología, una de las situaciones que favorecen la formación de la trombosis venosa profunda son los largos periodos de sedentarismo en los que los músculos dejan de contraerse.
Piense en la cantidad de veces que pasa horas sin moverse— como viajes largos en avión, en autobús o en automóvil. Esta falta de movimiento disminuye de forma drástica el flujo de sangre y promueve la aparición de coágulos sanguíneos. Los largos periodos de estasis (por ejemplo, después de haber sido sometido a una cirugía o de sufrir una lesión) también son considerados factores de riesgo para este tipo de complicaciones de salud.
2. Edad y peso corporal
El sobrepeso contribuye con el desarrollo de numerosas enfermedades, entre ellas la aparición de coágulos sanguíneos. Los expertos en salud de la clínica Mayo señalan que el exceso de peso incrementa la presión en las venas de la pelvis y las piernas.
Dicha clínica también explica que aquellos individuos de más de 60 años presentan mayores riesgos de sufrir trombosis venosa profunda (TVP). Sin embargo, esta puede ocurrir a cualquier edad, en especial si varios factores de riesgo están presentes en el paciente.
3. Embarazo
Al estar embarazadas, de repente cargamos una gran cantidad de peso adicional— en especial en el último trimestre. La American Pregnancy Association señala que este exceso de peso aumenta la presión en las venas de la pelvis y de las piernas de la futura mamá.
Además, los riesgos de desarrollar trombosis venosa profunda y coágulos sanguíneos pueden extenderse hasta 6 semanas después de que la mujer ha dado a luz. Esto se aplica principalmente a las madres que permanecen inactivas después del parto (para reponerse de una cesárea, por ejemplo).
4. Lesiones y cirugías
Los muchachos de la clínica Mayo han descubierto que los periodos de reposo prolongados pueden generar cuadros de trombosis venosa profunda después de una lesión o una cirugía.
Cualquier periodo de inactividad extenso— como una internación hospitalaria— provoca la contracción de los músculos de las piernas, reduce la circulación sanguínea y eleva los riesgos de tener coágulos. Los pacientes con parálisis también presentan grandes probabilidades de padecer TVP.
5. Predisposición genética
Si en su familia hay antecedentes de TVP, debe saber que corre riesgos de tener coágulos sanguíneos. Una investigación realizada por la American Heart Association asegura que los antecedentes familiares de trombosis venosa profunda y de embolias pulmonares aumentan las probabilidades de sufrir estas complicaciones.
En 2011, un estudio realizado por el Instituto de Investigación sobre Trombosis y Arterioesclerosis en 45.362 pacientes hospitalizados con TVP reveló que la gran mayoría tenía al menos un familiar que había padecido la enfermedad.
6. Píldoras anticonceptivas
La Alianza Nacional contra los Coágulos Sanguíneos (NBCA, por sus siglas en inglés) señala que, si bien no todas las píldoras anticonceptivas necesariamente causan coágulos sanguíneos, ciertos tipos de anticonceptivos orales elevan los riesgos de sufrir TVP en un 40% en las mujeres.
La NBCA explica que los anticonceptivos orales y las terapias de reemplazo hormonal (que contienen estrógeno y progesterona) incrementan los riesgos de desarrollar coágulos sanguíneos.
7. Tabaquismo
Si es fumador, debe saber bien que fumar no le trae ningún beneficio a su salud. Según una investigación realizada por la Sociedad Torácica Americana, fumar impacta en la circulación sanguínea y aumenta los riesgos de sufrir trombosis venosa profunda.
No obstante, las muertes por TVP y por embolias pulmonares son mayores en pacientes con enfermedades pulmonares obstructivas crónicas debido a una combinación de factores— como la coagulación sanguínea anormal y la movilidad reducida.