Todo el mundo conoce los síntomas clásicos de un derrame cerebral y los daños permanentes que suelen producirse. Sin embargo, existe una cosa llamada “mini ictus” o “mini derrame cerebral”, y aunque comparte algunos de los mismos síntomas que un derrame cerebral completo, puede servir como advertencia de que algo mayor puede estar en camino.
El término médico para un mini ictus o mini derrame cerebral es ataque isquémico transitorio (AIT), cuya palabra clave es “transitorio”, lo que significa que no tiene efectos duraderos, es decir, la resolución de los síntomas ocurre en 24 horas. Pero no es tan sencillo. Así que vamos a ver 13 cosas que hay que saber sobre un AIT o mini derrame cerebral…
Definición de un AIT
Healthline.com afirma que un mini ictus se produce cuando hay una falta temporal de flujo sanguíneo en una parte del cerebro, lo que puede tener efectos similares a los de un derrame cerebral que se resuelven en 24 horas.
Mientras que un ictus provoca daños cerebrales permanentes (aunque es posible recuperarse a distintos niveles con tratamiento y apoyo continuos), un AIT no provoca daños permanentes.
Principales Causas de un AIT
WebMD explica que la principal razón por la que se produce un mini ictus es por un coágulo de sangre que se “aloja en una arteria que suministra sangre al cerebro”. Esto privará al cerebro de oxígeno, provocando síntomas similares a los del ictus.
Estos coágulos suelen ser el resultado de una “sustancia grasa y cerosa” llamada placa, que puede flotar por su sistema circulatorio hasta quedarse atascada en algún lugar. Si se trata de una arteria clave que alimenta el cerebro, puede provocar un AIT. Aunque la placa puede formarse y flotar libremente, también es posible que se acumule en alguna zona de una arteria, en tal cantidad que limite peligrosamente el flujo sanguíneo.
El Bolqueo es Temporal
Según WebMD, en el caso de un mini derrame cerebral, el coágulo que lo causa es “empujado, como un atasco temporal en una tubería, o las sustancias químicas de su cuerpo lo descomponen rápidamente”. El flujo sanguíneo al cerebro se restablece antes de que se produzca un daño duradero.
En cambio, en el caso de un ictus isquémico, el coágulo que causa la obstrucción permanece en su sitio y cuanto más tiempo tarda la sangre en fluir al cerebro, más daño puede producirse. Un ictus “normal” puede poner en peligro la vida, según añade la fuente.
Señales de Advertencia de un AIT
La Clínica Mayo explica que los síntomas de un AIT imitan los de un derrame cerebral completo, pero pueden desaparecer en una hora o menos. Los signos de un mini ictus son similares a los de un derrame cerebral e incluyen debilidad o entumecimiento en un brazo o una pierna, normalmente en un lado del cuerpo, así como dificultad para hablar.
Los síntomas temporales también pueden incluir ceguera en uno o ambos ojos, visión doble, mareos o pérdida de coordinación, o un “dolor de cabeza repentino e intenso sin causa conocida”, añade la fuente.
Temporalmente Sin Palabras
Healthline explica que las personas que sufren un mini inctus pueden ser incapaces de vocalizar palabras temporalmente. “Después de un mini derrame cerebral, las personas pudiesen decirle a su médico que tuvieron dificultades para recordar palabras durante el evento”, explica la fuente.
En algunos casos, el paciente puede no perder por completo su capacidad de hablar, pero puede tener problemas para emitir palabras o para entender lo que otros dicen. Esta condición se conoce médicamente como disfasia, y a veces puede ser el único síntoma de un mini ictus.
Los Ojos Pueden Verse Afectados
Un “trastorno visual” llamado amaurosis fugax, también conocido como ceguera monocular transitoria, puede ser un síntoma especialmente aterrador de un mini derrame cerebral, dice Healthline.
Esta condición hace que el paciente tenga una visión tenue u oscura en un ojo repentinamente. “El mundo se vuelve gris o los objetos se ven borrosos”, añade la fuente. Esta ceguera puede durar sólo unos segundos o varios minutos, y la luz brillante puede empeorarla, dice la fuente. “Puede que no se tenga la capacidad de leer palabras en una página blanca”, explica.
Puede Pasar en Un Minuto
Los síntomas de un mini ictus pueden durar solo 60 segundos en algunos casos, dice Healthline. Sin embargo, todos los AIT duran menos de 24 horas por definición.
La fuente también afirma que, en muchos casos, los síntomas habrán desaparecido para el mometo en que se acuda al médico. Es importante que usted (o alguien que lo haya presenciado) sea capaz de describir los signos al médico durante una evaluación médica.
Los AIT Pueden ir Seguidos de un Derrame Cerebral Completo
Aunque los síntomas de un AIT pueden pasar rápidamente y no ser demasiado alarmantes, puede que su cuerpo esté tratando de decirle que está a punto de producirse un acontecimiento médico mayor: un derrame cerebral en toda regla, denominado médicamente accidente cerebrovascular (ACV).
De hecho, la Asociación Americana del Corazón explica que un AIT es “una señal de advertencia importante” y afirma que, si no se interviene, se pudiese sufrir un accidente cerebrovascular más grave que puede provocar discapacidad o incluso la muerte. La fuente añade que alrededor del 15% de los accidentes cerebrovasculares son precedidos de un AIT.
Factores de Riesgo Bajo Su Control
Los factores de riesgo de un mini ictus parecen ser los mismos que los de un ictus completo; algunos de estos factores de riesgo pueden controlarse, mientras que otros no, según afirma la Clínica Mayo.
Los factores de riesgo que se pueden cambiar para mejor (con la ayuda de un médico en algunos casos) se denominan factores de riesgo modificables e incluyen la presión arterial alta, el colesterol alto, la diabetes y el exceso de peso, así como factores referentes al estilo de vida como el tabaquismo, la falta de actividad física, la mala alimentación, el consumo excesivo de alcohol y el uso de drogas ilegales.
Factores de Riesgo que No se Pueden Cambiar
En cambio, hay otros factores de riesgo que pueden estar fuera de su capacidad para cambiarlos o influir en ellos, denominados médicamente factores de riesgo no modificables. La Clínica Mayo afirma que estos factores incluyen los antecedentes familiares, la edad (aumenta a medida que se envejece, especialmente después de los 55 años) y la raza. La fuente informa de que los afroamericanos tienen un mayor riesgo de morir de un ictus, debido a una mayor prevalencia de hipertensión arterial y diabetes.
Otros factores de riesgo incluyen el sexo. Los hombres son ligeramente más propensos a sufrir un AIT o un ictus, pero las mujeres representan más del 50% de las muertes por ictus. La enfermedad de células falciformes, también conocida como anemia falciforme, también puede aumentar las probabilidades de sufrir un ictus.
Diagnóstico de un AIT
Es importante acudir al médico lo antes posible cuando se experimenta cualquier síntoma de un mini accidente cerebrovascular, ya que solo una evaluación médica puede distinguir cuál o cuáles se han experimentado, dice Healthline.
El proceso de diagnóstico incluye la toma de imágenes médicas del cerebro. Si se realiza una tomografía computarizada (TC), los signos del ictus pueden tardar hasta 48 horas en aparecer en las imágenes. A la hora de determinar la causa, es probable que el médico pida una ecografía para comprobar si hay obstrucciones en las arterias principales que van hacia el cerebro, así como un ecocardiograma para comprobar si hay coágulos de sangre en el corazón.
El Tratamiento se Centra en la Prevención Futura
El objetivo del tratamiento del AIT es prevenir otro accidente cerebrovascular, posiblemente más grave, según la National Stroke Association. Una vez determinada la causa, se puede aplicar el medicamento y la terapia adecuados.
Por ejemplo, es posible que se le administren medicamentos para la presión arterial alta o para reducir el colesterol. Estas terapias se suman a la introducción de algunos cambios para reducir ciertos factores de riesgo (a saber, mejorar la dieta, hacer el ejercicio adecuado, limitar el consumo de alcohol y dejar de fumar), dice la fuente.
Prevención en Primer Lugar
Por supuesto, aunque no hay una forma garantizada de evitar un problema médico, lo mejor es tratar de evitarlo en primer lugar. La Clínica Mayo afirma que una de las cosas que puede hacer para prevenir un ictus es asegurarse de someterse a revisiones médicas periódicas.
Otras cosas que se pueden hacer para limitar el riesgo son reducir el consumo de sodio, hacer ejercicio diario (sobre todo si se sufre de tensión alta), comer muchas frutas y verduras (que están cargadas de potasio y folato), beber alcohol con moderación y tirar los cigarrillos, ¡para siempre!