Lo que comemos juega un papel importante en nuestra salud general, y el consumo excesivo de ciertos alimentos, como los que tienen un alto contenido de grasa o azúcar, puede eventualmente conducir a enfermedades y padecimientos. Afortunadamente, los alimentos también se pueden usar para tratar problemas de salud o, en algunos casos, incluso prevenirlos por completo.
De hecho, cuando se trata del cáncer, estudios sugieren que del 30 al 40 por ciento de todos los tipos de cáncer se pueden prevenir con un estilo de vida saludable y con medidas dietéticas. Particularmente beneficiosos para reducir el riesgo de cáncer son los alimentos ricos en ciertas vitaminas, antioxidantes y carotenoides, de los cuales estos seis son excelentes fuentes.
1. El Ajo
Nos encanta el ajo por el gran sabor que agrega a casi cualquier comida, pero el aliento a ajo… no tanto. Curiosamente, son los compuestos de azufre que causan el aliento a ajo los que, según WebMD, pueden ayudar “a detener la formación de sustancias que causan cáncer en el cuerpo, acelerar la reparación del ADN y matar las células cancerosas”. El ajo también es eficaz para combatir las bacterias relacionadas con el cáncer de estómago y se ha demostrado que el ajo también reduce el riesgo de cáncer de colon.
Para obtener el máximo beneficio, la fuente recomienda dejar reposar los dientes de ajo de 15 a 20 minutos después de haberlos pelado y picado, ya que este proceso “activa las enzimas y libera los compuestos que contienen azufre los cuales tienen el efecto más protector”.
2. El Brócoli
El brócoli es una verdura crucífera que contiene un compuesto llamado sulforafano, que “aumenta las enzimas protectoras del cuerpo y elimina las sustancias químicas que causan cáncer”, dice Health.com. La fuente también agrega que un estudio de la Universidad de Michigan descubrió que el sulforafano “ataca a las células madre del cáncer, aquellas que ayudan en el crecimiento del tumor”.
El brócoli, y otras verduras crucíferas como el repollo, la col rizada y la coliflor, han demostrado ser más efectivos para protegernos contra el cáncer de boca, esófago y estómago. Pero asegúrese de comerlos crudos o al vapor, ya que se ha descubierto que al calentarlos en el microondas pierden sus efectos preventivos contra el cáncer.
3. Los Tomates
Los tomates deben su atractivo color rojo a un fitoquímico llamado licopeno, un antioxidante del cual los tomates son la fuente natural más rica. El licopeno no solo se ha relacionado con un menor riesgo de cáncer de próstata, sino que también se ha demostrado que detiene el crecimiento de ciertas células cancerosas, como las de mama, pulmón y endometrio.
Para beneficiarse al máximo del licopeno, los tomates se deben comer cocidos o procesados, como en salsa de tomate, ya que el proceso de calentamiento aumenta la cantidad de licopeno disponible para que el cuerpo lo absorba. Para fuentes adicionales de este compuesto, busque sandía, toronja rosada o pimientos rojos.
4. Las Bayas
Las bayas se encuentran entre las mejores fuentes de antioxidantes que, según Reader’s Digest, pueden neutralizar los radicales libres: “compuestos inestables que pueden dañar las células y provocar enfermedades, incluido el cáncer”.
Las fresas, por ejemplo, contienen antioxidantes como la vitamina C y el ácido elágico. Este último contiene propiedades para prevenir el cáncer que estimulan las enzimas, que según WebMD pueden “destruir las sustancias que causan cáncer y retardar el crecimiento de los tumores”. La fuente agrega que las fresas también contienen flavonoides, “que suprimen una enzima que daña el ADN y que se ha relacionado con el cáncer de pulmón”.
5. Las Zanahorias
Las zanahorias son otra excelente fuente con potentes antioxidantes, incluidos los carotenoides alfa-caroteno y beta-caroteno. El betacaroteno ayuda a retrasar el crecimiento de las células cancerosas, así como a proteger a las células del daño causado por las toxinas.
En recientes estudios, el alfacaroteno ha demostrado ser incluso más efectivo que el betacaroteno para prevenir y combatir el cáncer. Como las zanahorias cocidas proporcionan más antioxidantes que las crudas, WebMD recomienda cocerlas enteras al vapor y cortarlas después para conservar los nutrientes.
6. Las Verduras de Hoja Verde
Las hojas verdes no solo están repletas de nutrientes importantes como fibra, hierro y calcio, sino que también contienen varias propiedades para prevenir el cáncer. La espinaca, así como otras verduras como la col rizada y la acelga, son una excelente fuente del antioxidante luteína, que evita que los radicales libres causen daños al eliminarlos del cuerpo. La luteína ha demostrado ser beneficiosa en la prevención de cánceres de boca, esófago y estómago.
La vitamina C y el betacaroteno también se encuentran en las verduras de hoja verde, pero los antioxidantes no son los únicos beneficios que tienen para ofrecer. Las verduras también son fuentes de glucosinolatos, que se descomponen durante la preparación de los alimentos, la masticación y la digestión para formar compuestos como los indoles y el isotiocianato, que se ha descubierto que inactivan los carcinógenos e inhiben la formación de tumores y metástasis.